1º-- Siguiendo con detenimiento informaciones que proceden de la prensa internacional, concretamente de la AP., puede inferirse que existen, cuando menos conversaciones preliminares que pudieran llevar a diálogo formal entre los gobiernos de Venezuela y de Estados Unidos con su peculiar política exterior, presidido por el inefable Donald Trump y sus constantes cambios de actitud frente a situaciones que parecieran estar suficientemente analizadas antes de ser adoptadas, como ocurrió con el notorio radical cambio frente a Kim Jon Un, ese supuesto gran enemigo de la humanidad, quien se propone fabricar bombas atómicas según apreciación del propio Trump, para atacar al mundo entero especialmente a los Estados Unidos, por consiguiente un enemigo acérrimo, con el cual manteniendo prudente distancia y las apariencias, ha concluido en una relación no tan beligerante como hace algún tiempo y con anunciados nuevos encuentros con el propósito de llegar a avenimientos, que resulten convenientes para ambas partes y por esta conducta ahora laxa frente a Corea del Norte, podemos tener esperanzas en que un cambio similar ocurra con su política de rechazo a Venezuela y su nacionalismo.
2º.-- Debemos entender, según declaraciones del Presidente Trump, que realmente existen los acercamientos, sobre todo cuando no ha habido desmentidos contundentes por parte del gobierno venezolano y sí, una disimulada aceptación del Presidente Maduro, quien expresó "Estoy dispuesto a conversar de igual a igual, de Presidente a Presidente, cuando desee y donde quiera porque todos me conocen como hombre de diálogo".
No obstante estas auspiciosas esperanzas se ven ensombrecidas por las amenazas constantes de los allegados al Presidente Trump y contradictoriamente el mismo, cuando redoblan sus amenazas de seguir apretando a Venezuela, para subyugar por hambre y restricciones en la salud, mediante la intensificación de las medidas coercitivas contra la economía venezolana, tanto impulsando las limitaciones en la adquisición de alimentos, como de medicinas, equipamiento médico y por añadidura aumentando la ya inhumana presión con las limitaciones al Gobierno Nacional para hacer operaciones bancarias con nuestras reservas internacionales, las cuales no sólo han congelado y en casos incautadas, como las reservas financieras de la petrolera Citgo, para la cual mediante bárbaro subterfugio, fuera de toda lógica y de los usos y prácticas internacionales, reconocieron como presidente del País, a un ciudadano que contra toda práctica política y violando groseramente nuestra Constitución, por fungir circunstancialmente como presidente de una Asamblea Nacional en desacato, resolvió Autoproclamarse, Presidente de Venezuela en una plaza pública con pírrico acompañamiento de asambleístas y de seguidores y como dijéramos, de forma inaudita, contra todo pronóstico fue reconocido por el Gobierno de Los Estados Unidos; esta conducta contra lo establecido en relaciones internacionales, la usaron y siguen utilizando altos ejecutivos de la Casa Blanca que reconocieron al supuesto presidente, como base para sus tropelías financieras contra Citgo y Venezuela, al validar los actos relacionados con la estatal petrolera del autoproclamado presidente.
3º. Prueba de lo cierto de lo antes expresado que, simplemente se trató de un acto de piratearía financiera, para lo que se valieron del reconocimiento de un impostor, que entregó bienes nacionales, venezolanos, la petrolera Citgo con todo y sus reservas, de forma no igual, pero con el mismo fin, que hicieron con las reservas de Libia que desaparecieron en polvo cósmico más de 250. Mil millones entre euros y dólares cuyo destino y beneficiarios directos se desconocen pero se sospecha que hayan ido a parar a manos de interpuestas personas, testaferros o corporaciones mamparas de los jefes de estado envueltos en la maniobra; es un hecho indiscutible que el propio Presidente Trump en el fondo sabe y reconoce que el único gobierno existente en Venezuela es el de Nicolás Maduro, aunque para su desfachatado acto de permitir la apropiación por terceros de bienes de la nación venezolana haya circunstancialmente reconocido al autoproclamado Guaidó.
El Presidente Trump al declarar que su Gobierno está en conversaciones con el Gobierno Venezolano, no se refiere al del títere autoproclamado, se refiere al del Presidente Constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, representado según fuertes rumores que circulan en Washington por la persona de Diosdado Cabello, quien aparentemente para la Casa Blanca, en su condición de Presidente de la Asamblea Nacional Constituyente es un interlocutor válido.
4º. Retomando lo antes expuesto, sigue resultando contradictorio a la idea del supuesto acercamiento, las últimas acciones restrictivas, que no sanciones, porque la palabra sanciones implica castigo y ni los Estados Unidos ni algún otro país puede convertirse en tribunal ni juez para aplicar sanciones a Venezuela, castigo sin base ni respaldo legal, sólo agresiones contra nuestra economía; el hecho concreto es que pareciera estarse fraguando un acto de agresión con visos de mayor gravedad que todos los citados, con el empeño de grupos anti Venezuela, tanto antipatriotas venezolanos, como dentro del Ejecutivo de los Estados Unidos, en someternos por el cerco que han venido tejiendo y estrechando, que a pesar de habernos creado innumerables trastornos y limitaciones no han logrado doblegarnos, ahora mediante un programado bloqueo total marítimo con la utilización de la llamada 4ª flota, impedir el paso a toda nave que pretenda entrar a puertos venezolanos, o salir de nuestro territorio.
5º. No obstante y no sabemos por cuanto tiempo podrán detenerse las intenciones del bloqueo, mal llamado cuarentena, porque imagínense, el propio Pentágono es opuesto a tal acción, porque han manifestado que consideran el bloqueo como un acto de guerra internacionalmente inaceptable, seguramente rechazado por la gran mayoría comunidad de países presentes en la ONU, además de que pudiera resultar en un grave descalabro militar, aunque como sería seguro, la todo poderosa maquinaria bélica de los Estados Unidos nos aplastaría y saldría victoriosa pero con importantes daños materiales y seguramente numerosas bajas entre el cuerpo invasor, los Marines y los pilotos atacantes consecuentemente profundamente desprestigiados moral y militarmente para terminar como país agresor con inmenso descalabro ante el resto de las naciones, y que los posibles colaboradores en la aventura bélica no parecieran estar muy dispuestos a participar, a pesar de los compromisos contraídos con USA, por la resistencia que tienen dentro de sus propia fuerzas armadas y la natural solidaridad de sus pueblos con un fraterno país latinoamericano el pequeño David, frente al Gigante del Norte; no obstante, debemos considerar que el díscolo, anti venezolano gobierno de Álvaro Uribe Vélez y del " virtual presidente, Iván Duque", por encima de la racionalidad, pudieran seguir abrigando esperanzas de anexarse parte del territorio venezolano: Zu, Falcón y Táchira, aspiración de vieja data y que habiendo perdido la objetividad y puedan salir trasquilados al ir por lana contra la patria del su Libertador
6º. Deberán los invasores en el fortuito y extremo caso de que comentan tal desafuero, que, probablemente no podrían ocupar en deseada paz el territorio venezolano y las fuerzas invasoras se verían bajo constante acoso por el rechazo del pueblo y una milicia preparada para resistir la ocupación; por otro lado según públicamente han expresado altos voceros cercanos al Pentágono, ligados a la Marina Estadounidense, que solicitaron a la prensa confidencialidad: la marina, estaría demasiado comprometida en varios lugares del Mundo, como el mar del Sur de la China, los escarceos bélicos con Irán, la delicada situación del Gofo Pérsico y el estrecho de Ormuz, para comprometer tantos navíos en bloquear una costa tan extensa como la venezolana sin "garantía de éxito" donde al interceptar y atacar buques de potencias extranjeras con destino a Venezuela, pudiera forzar una reacción que termine en chispa que pudiera llegar a casus belli, crecer y convertirse en confrontación de gran magnitud, a la que el interés internacional probablemente se opondrá en bloque, para evitar un conflicto de grandes proporciones de imprevisible resultado y quizá esta favorable circunstancia para la paz en nuestro entorno y especialmente en Venezuela y los compromisos prebélicos que mantienen los Estados Unidos casi que en todas partes del mundo, nos permita mantener nuestros suministros importados, nuestras exportaciones de petróleo y el incipiente mercado diversificado hacia el exterior, en la esperanza de que la racionalidad regrese a la Casa Blanca.
7º. Teniendo presente la inconsistencia de las políticas que aplican en general los gobiernos estadounidenses, cambiantes según la dirección en la cual soplen los acontecimientos y el humor con el cual se hayan levantado los que dirigen las actividades en la Casa Blanca, por falta de racionalidad en políticas de Estado. Son claras y notorias las diferentes acciones de la administración Obama, que ha desechado sin miramientos ni tapujos, el gobierno Trump: las políticas migratoria, el Medicare organizado por el expresidente, el acercamiento hacia Cuba, el retiro del Grupo de los 7 con los convenio sobre el programa nuclear iraní, el abandono de programa de control de misiles de mediano alcance con el cual imprudentemente amenaza a Rusia, etc., si se llegare a algún acuerdo con el Gobierno de los Estados Unidos producto de las supuestas conversaciones, siempre hay que desconfiar de su conducta porque sus antecedentes así lo requieran; apenas Libia se desprendió de su sistema de defensa antiaéreo luego de la entrega del ciudadano libio acusado del sabotaje del vuelo 103 de avión de Pan Am sobre Lokerbie y superado el impasse, la OTAN encabezada por Los Estados Unidos inicio la agresión que termino con la destrucción de Libia y el asesinato de su presidente Muamar Gadaffi
Aquí es conveniente recordar que aunque yo le doy alguna importancia al respeto que pudiera tenerle la Administración estadounidense, al insinuar que pudieran reconsiderar el ataque a Venezuela por que generaría en la en la opinión internacional, mostrando con ello una inocente posición de mi parte, porque si les han sido completamente indiferentes las numerosas y aplastantes votaciones en la Asamblea General de la ONU, de 197 a 2 en la última realizada para que levanten el embargo contra Cuba sin justificación, sacrificando ad infinitum un pequeño país sin capacidad militar para responder tamaña agresión y sin ruborizarse en los más mínimo desprecian la opinión de la casi totalidad de los países del mundo, y someten inmisericordemente a millones de cubanos: hombres, mujeres, niños y ancianos a grandes sacrificios haciéndoles la vida casi imposible porque les da su "imperial gana". En nuestro caso presente no está de más recordar aquello de que "piensa mal y acertarás", que hay que dormir con un ojo abierto y cuidándose las espaldas.