Estos psicópatas del imperio gringo definitivamente lo que tienen de criminales y genocidas lo tienen de imbéciles; creo que no hay excepción, desde Donald Trump para abajo todos tienen un comportamiento estúpido pasando por Pence, Pompeo, Abrams, y así sería Bolton que fue expulsado como un perro sarnoso del Gobierno norteamericano.
Observen que estudios serios dicen lo contario a lo planteado por las películas de Hollywood, que presentan a los psicópatas con mucha más inteligencia que los investigadores de la policía; me refiero a una investigación reseñada por el periódico digital La Información de Madrid, España, que se basa en un meta análisis de 187 estudios, los cuales demuestran que esos desequilibrados tienen un intelecto inferior al promedio.
Y lo creo, porque con respecto a Venezuela, los gringos que trabajan en el golpe de estado en el país, declaran por los medios de comunicación social como si los venezolanos fuéramos unos eunucos mentales, le hablan a la canalla mediática nacional e internacional creyendo siempre que dan un tubazo periodístico cuando lo que hacen es el ridículo.
Elliott Abrams, el flamante representante especial del Gobierno gringo para Venezuela, dijo en estos días como si se la estuviese comiendo cuando en realidad hacía el papel de idiota, que una invasión militar en Venezuela no dependía de Juanito Alimaña Guaidó sino del demente Donald Trump.
Debe saber Abrams que en la Patria de Bolívar desde que Chávez asumió el poder lo primero que hizo fue sensibilizarnos sobre la capacidad destructiva, genocida, criminal y cobarde de los presidentes del imperio estadounidense; ya desde 1829 el Padre Bolívar había alertado: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia a plagar la América de miserias en nombre de la libertad", de modo, que nosotros somos conocedores de quien es Trump y todos sus secuaces norteamericanos, venezolanos y del mundo entero.
Para conocimiento de Abrams –si es que no sabe, porque a veces cuesta creer que no sepa-, desde que el Rastrojo Juanito Alimaña Guaidó se presentó en una plaza pública de Caracas y se autoproclamó presidente de Venezuela, nos convencimos de que ya se le había bajado los pantalones a Donald Trump.
Abrams debería saber también, que desde Chávez se tuvo información de que el imperio norteamericano financia en Venezuela el terrorismo en todas sus fases (guarimbas, guerra económica, intentos de golpes de estado, intentos de invasión con la mentira de la ayuda humanitaria, magnicidio frustrado contra Nicolás Maduro); el del Comandante Eterno lamentablemente lo coronaron, de eso no tengo la menor duda. Los gringos mataron a Chávez.
¿O cree Elliott Abrams que la depuración de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, la unión cívico militar y la expansión de las relaciones internacionales obedeció a meros caprichitos presidenciales? No señor, Chávez conociendo a los gringos y sabiendo lo que representa la Escuela de las Américas, estaba consciente de que debía actuar inmediatamente si quería llevar adelante el proceso revolucionario bolivariano, para que no le ocurriera lo que ahora le sucedió a Evo Morales en Bolivia.
Debería estar al corriente el halcón norteamericano, que en Venezuela se sabe que Juanito Alimaña Guaidó es un tonto útil; aunque más ladrón que todos los gringos ladrones juntos, es un títere de Donald Trump, no mueve un dedo sin que el mandatario yanqui le dé la orden.
De la misma manera debería estar al tanto de que la mayoría en Venezuela sabe que ellos pagaron todo el show que armaron con el apoyo de la prensa golpista, para reelegir al paraco Guaidó en la presidencia de la Asamblea Nacional y fracasaron estruendosamente.
Este hampón de la política internacional declara que el Gobierno gringo le paga a los periodistas palangristas de la derecha golpista, como si estuviese develando uno de los más grandes secretos de la humanidad; pobre oveja, desde Napoleón Bravo, el vendido comunicador social recordado porque dijo en TV a propósito del golpe de estado contra Chávez en abril de 2002: "Buenos días, tenemos nuevo presidente", nosotros sabemos que los gringos le pagan a esos sicarios de la información tanto a los que están en Venezuela como los que se encuentran en EEUU, para que ataquen la revolución bolivariana.
Nosotros tenemos conocimiento –y esto quizás si no lo sabe Abrams- de que toda esa pantomima que el paramilitar de Los Rastrojo armó al frente del Palacio Legislativo en Caracas argumentando que la Guardia Nacional Bolivariana no lo dejaba pasar, fue una burda estrategia, para que lo viera Trump y así poder seguir aferrado a la montaña de dólares que le proporcionan desde el norte.
Porque, aunque no se crea, sobre esa parte, el ladrón Juanito Alimaña Guaidó ha sido más hábil que todos los delincuentes que Trump ha nombrado, para que le hagan el trabajo sucio de derrocar al presidente de la paz, Nicolás Maduro Moros, por eso, entre más salgan Abrams, Pence, Pompeo, entre otros, diciendo que apoyan a ese paramilitar como presidente interino de Venezuela, más hacen el papel de estúpidos.
Elliott Abrams debería estar enterado de que los chavistas supimos de las presiones y manipulaciones que desde el norte se ejecutaron en contra de los diputados de la oposición, para que no le dieran la espalda a Guaidó; los amenazaron con quitarles la visa y eso si de verdad hizo llorar a muchos de los opositores venezolanos.
Es evidente, Abrams, que ustedes se encuentran informados de que la oposición no tiene vida en las próximas elecciones de la Asamblea Nacional, vamos a ganar de punta a punta, y los chavistas sabemos desde ya, que el imperio criminal tampoco va a reconocer la victoria, nunca le van reconocer nada al Gobierno revolucionario, porque a los gringos en Venezuela no les importa la democracia ni el pueblo, sino los recursos, nuestras riquezas naturales y eso jamás se les va a entregar.
Debe saber este asesino, que los chavistas estamos suficientemente advertidos de que los gringos son unos expertos en el doble rasero, en hacer una cara por delante y otra por detrás, de allí que los revolucionarios nunca hemos creído en buenas intenciones por parte de los yanquis.
Abrams, nosotros sabemos que ustedes son unos cobardes, matan por la espalda, tomando a la gente por sorpresa, le huyen a la batalla cuerpo a cuerpo, les da miedo, porque cuando van a una pelea tu a tu resultan derrotados, por eso, siempre hacen la guerra a través de terceros; atacan por la espalda, son expertos en emboscadas, así asesinaron al general iraní, Qasem Soleimani, un verdadero héroe.
Abrams ¡hey!, cuando ustedes van, nosotros venimos.