"Eres un miserable", dijo nuestro presidente Nicolás Maduro, ante la última locura de Donald Trump, de ofrecer una recompensa por la captura del líder venezolano. Esta actitud del gobernante estadounidense no es más que la reacción de un loco que está desesperado por ganar la reelección en su país. En medio de una pandemia que está golpeando seriamente a los Estados Unidos y, por la cual, se está acusando a Trump de irresponsable por su incapacidad de no haber tomado las medidas adecuadas a tiempo, este degenerado la emprende contra Venezuela, utilizando a los traidores como Julio Borges y Juan Guaidó, entre otros antipatrias que andan por el mundo disfrutando de los dineros robados al Estado venezolano.
En la mente de los venezolanos legítimos, que aman a su Patria hasta los tuétanos, está sembrada aquella infortunada frase de aquel dirigente adeco llamado David Morales Bello, que gritó, con todas sus fuerzas, en el Senado, luego del fracaso militar del movimiento rebelde del 4 de febrero de 1992, "muerte a los traidores". Los traidores eran Hugo Chávez, Diosdado Cabello y Nicolás Maduro, entre muchos otros, dignos venezolanos. Eran aquellos hombres y mujeres que se alzaron contra la ignominia qué gobernaba a Venezuela. Son, en la actualidad, ese gran ejército digno y patriótico que junto a un pueblo aguerrido apoyan no sólo a presidente Nicolás Maduro, sino al legado que dejó el comandante eterno Hugo Chávez Frías.
Pregunto: ¿en que se parecen los líderes del 4 de Febrero a personas como Juan Guaidó, Julio Borges, Leopoldo López y María Corina Machado, entre otros traidores que convalidan un golpe de estado contra Nicolas Maduro? En nada. Ni siquiera en el gentilicio que los avala como venezolanos. Estos vende patria le han quitado el puesto a Casio, Bruto y Judas, como los mayores traidores de la historia. Y por allí andan: unos cobijados por Trump y Duque, el colombiano, y otros andan caminando las calles del país, como si nada. Entre ellos la joya de Juan Guaidó, quien debería estar preso desde hace rato.
¡Carajo!, de que están hechos estos grandísimos traidores que se alían a un sátrapa como Trump para agredir a un país que está abocado a luchar, endemoniadamente, contra el narcotráfico, proveniente de Colombia, y contra la pandemia que azota al mundo. Un Donald Trump por cuya cabeza está ofreciendo Irak 80 millones de dólares, luego que tropa estadounidense asesinaron al líder militar de ese país Oassem Solimani. El presidente Maduro debería unirse a Irak y ofrecer 30 millones de dólares no por la captura de Trump, sino por su cabeza, tal como lo han hecho los iraquíes. En verdad, nadie comprende cómo el presidente de una potencia como lo es Estados Unidos, la emprenda de manera obsesiva contra un líder como Nicolás Maduro y contra el pueblo venezolano que lo eligió con votos para ostentar el cargo que tiene. Pero lo peor, y lo que el mundo no puede creer, es que un grupito de traidores a la patria, que afirman ser venezolanos, avalen una agresión contra su país impunemente, y lo invadan como si estuviéramos en el viejo Oeste norteamericano. Esa actitud rastrera nadie la comprende.
Pero una cosa es cierta: Si los Estados Unidos, junto a Colombia y Brasil, intentan una agresión armada conta la Patria de Bolívar y Chávez, van a saber lo que es un pueblo decidido, arrecho y Patriota, por mantener su legado, por preservar su soberanía y su libertad. Y que lo piensen bien estos despreciables seres, pues, si Trump, Bolsonaro y Duque osan horadar el suelo patrio, los primeros en caer serán los traidores. De eso no cabe la menor duda. Los opositores venezolanos han fracasado en ganar la presidencia electoralmente, ha fracasado Guaidó en desestabilizar al país, con apoyo externo, y ha fracaso Trump, con su obsesiva actitud imperial, por derrocar al presidente legítimo de Venezuela, llamado Nicolás Maduro Moros.