Profundamente sorprendido ante el señalamiento del mandamás Trump y sus altos voceros, sobre la acusación absurda de que Venezuela es un Estado narcotraficante y ellos, los salvadores del norte, la asociación delictiva en el poder, harán todo para salvar a Estados Unidos de este flagelo. Es claro que Trump obvia los organismos internacionales, los cuales han señalado, que no existe la mínima evidencia de esta acusación.
Es importante destacar que Venezuela tiene más de cuatro años cercada; el gobierno de Trump le dio continuidad a la nefasta política implementada por el criminal Obama, de considerar a Venezuela "como una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad de Estados Unidos". Lo que generó un bloqueo de toda la economía, sanciones atroces, que buscaban que la población civil se alzara contra su gobierno. Hubo un par de intentos de golpe fallidos, ahora somos sometidos a la calumnia más infame. Como vemos, no hay evidencia alguna para apoyar la calumnia de que Venezuela haya inundado a los Estados Unidos con cocaína.
Venezuela con la absurda política de Trump y su gang de asesores, ha sido cercada, no puede hacer negocios comerciales de ningún tipo, no puede importar bienes ni medicinas vitales para la salud del pueblo, se le impide negociar su producto vital el petróleo, se le ataca en los mercados internacionales y se le hurtan 5 mil millones de dólares, de los recursos financieros depositados en bancos de 15 países. Citgo y Monómeros empresas venezolanas, han sido confiscadas, sin juicio y sin derechos. Trump cuenta con el cartel de Lima y con un puñado de venezolanos traidores, sin conciencia, vulgarmente tarifados.
Es interesante reflexionar sobre el tema; en el caso que esta averiguación sea cierta, simplemente demuestra que todos son "ciegos", perezosos, nadie cumple su labor. ¿Cómo se explica que un país cercado, por todos lados, pueda contrabandear droga hacia Estados Unidos? Realmente no sirven para nada.
Nadie puede entender si Colombia produce el 70% de la cocaína del mundo, y el "90% de la cocaína introducida en los EE. UU. proviene de Colombia, el 6% de Perú y el resto de orígenes desconocidos. Pueden estar seguros de que, si en ese 4% restante existiera cualquier olor a Venezuela, no habría pasado desapercibido". Más aun tomemos en consideración el informe de la ONU que señala a México, Guatemala, Panamá, Costa Rica y Ecuador como los lugares de tránsito de drogas a los Estados Unidos. Para ellos no hay rastro en ninguna página ni en ningún otro material de las agencias anticrimen de los Estados Unidos, en los últimos 15 años, que relacione a Venezuela.
Es claro la droga va vía el Pacifico, nos preguntamos ¿Cuál es la razón por la que Estados Unidos no actúa, sobre el Pacifico? Entendiendo que Venezuela no tiene salida por allí. Además, la Organización de las Naciones Unidas establece que Colombia es el principal productor de drogas del planeta, con 213 mil hectáreas de coca, llegando a producir 280 toneladas y junto a México, son los países con mayor número de laboratorios de estupefacientes del mundo.
Percibimos que Trump actúa como un hotelero, no sabe lo que implica el Derecho Internacional, no entiende de Relaciones Diplomáticas; vulgarmente, pretende intervenir en los asuntos internos de otro país. Al estilo del viejo oeste, matando búfalos, masacrando indígenas, destruyendo culturas, ofreciendo 15 millones de dólares por la cabeza de Nicolás Maduro. Sin tomar en cuenta el crimen cometido por Bush padre hace 31 años, cuando fue masacrado el pueblo de Panamá, "cazando" al coronel Noriega, bajo el adormecimiento previo, con la cocaína regada por el suelo gringo, del pueblo norteamericano, que entendía para ese momento, que Noriega era dictador y narcotraficante, esa fue la mentira inventada que se hizo verdad. Claro allí se implementó el plan: la siembra de falsos positivos, las denuncias de supuestas violaciones de derechos humanos, el calentamiento de las calles, la guerra psicológica y la fractura de la institucionalidad para dar paso a una intervención militar.
Sería bueno que abogados connotados, las ONG y los llamados defensores de derechos humanos, se preguntaran ¿Dónde están los Derechos de los pueblos? ¿Qué hacen la OEA y la ONU? Sabemos que estamos en crisis, por esta pandemia mundial, pero ¿puede un país poderoso como EEUU, violentar las leyes internacionales y agredir a un país soberano?
Es difícil que el fanfarrón de Iván Duque, el escondido de Lenin Moreno, la pastora de Bolivia, el Mc pato de Piñeira o el desquiciado de Bolsonaro puedan decir algo a favor de Venezuela. Estamos claros, su miseria humana se lo impide, pero esos pueblos sabrán reaccionar y unidos lucharán en el caso de una agresión a un país amigo.
Lo que más llama la atención, es que Trump esté preocupado, mintiendo sobre un supuesto contrabando, de un país cercado, al país donde el gobierna. Lo que debe hacer Trump es buscar sus valientes héroes, y con ellos descubrir que pasa con las miles de toneladas de droga que entran al país. ¿Quiénes venden, quiénes comercian, quiénes son los receptores de esa droga?
Esperemos que el pueblo norteamericano reaccione, sabemos que muchos están adormecidos, la cocaína se ha democratizado y llega a muchos sectores; sin embargo, aún hay pueblo noble que sabrá responder si Trump agrede a Venezuela. Como bien lo ha señalado Daniel Estulin "Lo que se necesita es que la generación más joven de un paso adelante y asuma la responsabilidad." Llegó la hora, el pueblo norteamericano debe revisar y entender la realidad, un nuevo Panamá sería una vergüenza.
Deben revisar su Constitución, llamar por una Asamblea Nacional, para redactar una nueva Constitución donde el pueblo elija su Presidente, en forma directa, universal y secreta al Presidente. No se puede permitir que un sujeto que saca menos votos que el ganador sea el Presidente.
Ha llegado la hora, momentos trágicos ocurren en el mundo, un virus ataca a 192 países. Sin embargo, el presidente-segundón- el hotelero, conocido como el hombre naranja, cree que ha llegado el momento de agredir a un país soberano, libertario y solidario.
El mundo sabrá responder, entendiendo que si bien la comunicación del hegemón, ha manejado información y ha convertido la mentira en verdad, donde algunos venezolanos y algunos latinoamericanos claman por una invasión, debe saber el hombre naranja que la verdad es otra y que la Patria de Bolívar y Chávez y de millones de seres sabrá responder en el supuesto de una agresión.
Venezuela sabe que la acusación de ser un país traficante internacional de drogas es falsa. Sabe que la única razón de una agresión, es por su petróleo, entendiendo que el problema del mundo es petróleo. De ahí que el país a invadir sea Venezuela. Ocurrió en Irak y sus ADM. Con las masacres en Libia y Siria.
Trump debe reflexionar, su hombrecito en Venezuela, el tal wait dog, un vulgar ratero, Guaidó en complicidad con otros trabajadores, a principios del año 2000, cuando trabaja para la empresa de computadoras Compumall, robaban todo tipo de equipos electrónicos que iban desde piezas de computadores, monitores, CPU y cables que estos son vendidos por la empresa, es un verdadero estafador, todos sus planes se han caído. Esta nueva mentira no pasará.
Venezuela tiene un pueblo comprometido, que sabrá, aun en momentos de angustia, dar respuesta ante cualquier agresión. Trump debe entender que Venezuela no está sola, que es un pueblo que lucha por la Paz mundial, que tenemos armas y corazón, para defender la patria. Así nos lo enseñó Bolívar, así lo diseñó Chávez. Seguiremos nuestro camino en busca de socialismo y destruyendo los medios de comunicación que durante años nos engañaron. La patria de Bolívar se respeta. El socialismo es el camino.