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Primero que nada, ¿por qué no se colocan, camaradas, comandos de inteligencia, de la policía y Guardia Nacional Bolivariana en cada estación eléctrica del país, y se toman todas las oficinas de Corpoelec a nivel nacional, sabiendo que nos encontramos en medio de una pavorosa guerra terrorista desde Estados Unidos y desde Colombia? Alertaba hace poco la Vicepresidenta Delcy Rodríguez de un atentado terrorista al Sistema Eléctrico Nacional junto con la incursión por Macuto, y ahora se anuncia otro atentado en la estación de Barrancas en Barinas.
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En Mérida, veníamos sufriendo una alternancia de cortes eléctricos diarios de entre seis y doce horas. Cortes nunca anunciados. Regularmente las explicaciones tienen que ver con los consuetudinarios sabotajes a la central eléctrica Luis Zambrano ubicada en El Vigía.
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Pero a partir de mayo, todo se ha venido recrudeciendo, no sabe uno si debido a la operación Gedeon de los gringos que terminaron metiéndose por Macuto, o a la de Jodeon que es la que nos meten constantemente los infiltrados en la revolución. Pero así vivimos en estos tiempos, entre la espada y la pared, que si no te coge el chingo, te aplasta el sin nariz.
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Y hay que ver lo que es vivir en estos eternos y pavorosos apagones en estos tiempos de cuarentena, en los que te informas de lo que está pasando con el Coronavirus, de las normas que debes seguir para enfrentarlo, del grandísimo problema del acoso de los malditos gringos con sus sanciones y bloqueos, y ahora con sus incursiones por la costa de nuestro país, por la frontera.
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Ayer se desató un tremendo apagón a las seis de la mañana que duró hasta las dos de la tarde. Luego se produjo a las cuatro horas otro formidable apagón que todavía (escribo esto a las 9 de la mañana con el poquito de carga que me queda de mi laptop) esta vivito. Es decir que llevamos quince horas sin electricidad, y eso implica en todos los conjuntos residenciales no tener tampoco agua, ni ascensores, ni comunicación con nadie ni de nada.
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En el sector donde vivo que comprende una población bastante numerosa: La Parroquia, La Mata, La Mara, El Carrizal, Toda la Pedregosa Norte y Sur, El Valle, El Rodeo, la intensidad y duración de estos apagones son más fuertes que en el resto de la ciudad.
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¿Cómo pueden cumplir así con sus tareas nuestros muchachos si las herramientas de evaluación e investigación se hacen por internet? Aunado al problema de la gasolina en el que ningún particular desde hace casi dos meses ha podido abastecer el tanque de su carro.
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Téngase en cuenta que mucha pobre gente necesita de un trabajito para cuadrar la arepa, salir y dar unas clasesitas particulares, matar algunos tigritos, comprar alimentos y medicinas.
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Aquí realmente no sabemos las verdaderas y profundas razones de estos apagones tan largos y frecuentes, en los que siempre nos están anunciando que se está a un tris de resolverlos para siempre, pero ahora encuarentenados como estamos esto es como para volverse loco.
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Lo que uno no entiende, y eso que los alertamos por las redes todo lo que podemos, es cómo es posible que siempre nos estén diciendo y explicando, que muchos de esos apagones son producto de actos terroristas, y que aún así llevemos ya siete años seguidos, sin que se le pueda poner un verdadero cerco y control a tanto bandidaje. Que si la turbina fue sacada de su centro por un sabotaje, que si la turbina se está colocando en su centro, que si ya casi la turbina se está volviendo a meter en su centro, que ya está la turbina centradita, que ahora sí se van a acabar los cortes de electricidad, y pum, pum, pum… coño, lo jodieron, lo sabotearon, todo vuelve al principio.
*) Soy un completo ignorante de todo este lío eléctrico, pero tuve una vez la oportunidad de conocer esa poderosa central eléctrica Luis Zambrano, algo descomunal e impresionante, que según se me explicó podía darle electricidad a todo un país, como, por ejemplo, la República Dominicana. Dios mío, qué será lo que está pasando: será Gedeon o será Jodeon, una de dos, pero que nos lo expliquen de una buena vez.