Las recientes revelaciones que se han conocido del libro escrito por el ex hombre fuerte de Trump John Bolton sobre una confesión que le hiciera su ex jefe respecto a que: "sería cool invadir Venezuela", fue el augurio de que aquella frase de creación popular de los venezolanos dice que: "El que se mete con Venezuela se seca"; es lo que hasta el día se le ha convertido en un vergonzoso fracaso para la política norteamericana, frente a la patria del libertador Bolívar.
La idea estúpida de los estadounidenses de creer que toda Latinoamérica es su patio trasero les hizo perder de vista que Venezuela -junto a Cuba- son países que tienen un historial revolucionario y que han legado ese carácter al resto que Figo de admiración. Pero además son países que se han puesto al frente para frenar la políticas imperiales de los EE.UU.
Así es como; no sólo fue Trump quien tenía previsto invadir Venezuela, sino que como parte de la política norteamericana del "patio trasero"; fue Obama quien el 8 de marzo de 2015 firmó la orden ejecutiva que declara: "Venezuela una amenaza para los EE.UU."; y que fue ratificada el 24 de agosto del año pasado por Trump.
A partir de la ratificación de la orden ejecutiva, Trump trató de aplicar una estrategia múltiple para intervenir la patria del libertador. Comenzó en abril de 2017, organizando al Grupo de Lima para contrarrestar el apoyo de los países del ALBA, a través del lobby de la marioneta de almagro, quien después de una agresiva ofensiva, nunca pudo aplicarse la Carta democrática de la OEA.
Posteriormente trataron de eliminar físicamente al presidente Maduro con un intento de magnicidio el 4 de agosto de 2018 a través de un ataque terrorista a cargo de sicarios colombianos y venezolanos, que terminó también en un fracaso rotundo.
Luego se trató de invadir Venezuela valiéndose de la "Ayuda Humanitaria", en el concierto musical "Live Aid Venezuela" el 22 de febrero del 2019, que también terminó en otro fracaso rotundo.
Así mismo la administración Trump ha dispuesto implementar un bloqueo económico y naval contra Venezuela, ordenando también la confiscación de activos del Estado venezolano en la banca extranjera.
Vale decir han sido incesantes e incontables los intentos por acabar con la revolución bolivariana, que lo "cool" a lo que cursilonamente se refirió Trump no es sino el tiro por la culata que le ha salido por meterse con Venezuela.