¿Y dónde está el piloto?, es una película, género comedia, del año 1980; dónde el ex piloto de combate y taxista Ted Striker (Robert Hays) queda traumatizado durante la guerra de Vietnam, lo que lo lleva a un miedo patológico a volar. Como resultado, es incapaz de mantener un trabajo responsable. Durante el vuelo, después de que la cena está servida, muchos de los pasajeros se enferman, y su compañero de viaje, el Dr. Rumack (Leslie Nielsen), deduce que los pasajeros han contraído una intoxicación alimentaria por el pescado de la cena. La tripulación de la cabina, incluyendo el piloto Clarence Oveur (Peter Graves) y el copiloto Roger Murdock (Kareem Abdul-Jabbar), también se han visto afectados, sin dejar a nadie para pilotar el avión. El Dr. Rumack convence a Striker para pilotar el avión, a pesar de su desconfianza en su capacidad de manejar un tipo de aeronave muy distinta a los monomotores a los que estaba acostumbrado. Y desde aquí se desarrolla esta exitosa comedia.
Pero la comedia que vivimos es otra, que por cierto, no causa mucha risa. El Presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no sabemos si comió de ese mismo pescado que intoxicó al piloto del avión, pero anda más loco, y por eso está buscando un piloto que le ayude a aterrizar el avión de su gestión, que va en picada. Entre los acontecimientos recientes, envío un grupo de contratistas mercenarias a penetrar en nuestro país, para causar muertes y el presunto secuestro o asesinato del presidente Nicolás Maduro; por otra parte ofreció una recompensa de US$15 millones por su captura; y no entendemos como sus fuerzas especiales y las contratistas bélicas que utiliza para invadir naciones (como hicieron con Husein, en Irak, y Manuel Zelaya, en Honduras, entre otros); se dejaron apresar por un grupo de pescadores y funcionarios de las Fuerzas Armadas venezolanas.
Con esa recompensa de 15 millones de $, ¿será que Nicolás está escondido?, que no lo consiguen, al igual que Maikel Moreno (Presidente del TSJ), por cuya "cabeza", acaban de ofrecer 5 millones de dólares.
También tienen precio, las cabezas de Diosdado Cabello, y Tareck El Aissami, con recompensas de 10 millones de dólares, cada uno.
Bueno, ¿será que si decimos que Nicolás esta en Miraflores, Maikel en el TSJ; Diosdado y Tareck, en su casa cumpliendo protocolos del coronavirus, nos den parte de esa recompensa?; por si acaso, les envío mi numero de cuenta mas tardecita para que nos realicen el abono correspondiente; parece cosa de risa, una comedia como "Y donde está el piloto". Bueno Trump, si necesitas un piloto, ven a buscar a Nicolás, para ver si evita caigas en picada, porque a pesar del robo de bienes de la nación (Citgo, el oro, petróleo, entre muchos otros activos de la nación); restricción para el acceso a medicamentos y alimentos en el mercado internacional, así como otras presiones de USA y sus aliados, los venezolanos seguimos vivos, resistiendo y con mucha esperanza, de que mas temprano que tarde saldremos de esta tormenta; porque nuestro piloto, ni enfermo, abandona su nave; como tampoco lo hizo el comandante Chávez, quien dio la vida por su patria.
Como profesional del Derecho, y sobre todo como venezolano, rechazamos rotundamente estas intromisiones de potencias extranjeras, y exigimos el cese de las agresiones contra nuestro pueblo y el gobierno que legítimamente éste eligió para que nos represente; así mismo, solicitamos el cese del bloqueo, que está afectando no solamente la economía, sino la salud y la vida de nuestro pueblo.