Este 24 de julio de 2020 entró desolado y enfermizo dentro de la pandemia que mantiene al mundo de rodillas y que, como un año más dentro del CCXXXVII aniversario del recordatorio del natalicio de quien nació en Caracas en esa fecha y que, a los 47 años murió vanagloriado de gloria como nuestro Libertador en Colombia, tan pobre y arruinado, tal como está el país en este mismo año sin que nadie dé la cara por tal afrenta como el pan de nuestros sueños vulnerados, en que gobierno y oposición parecieran que son los dos enemigos a confrontar sin tomar en consideración a nuestro peor enemigo de todos los tiempos en que -republicanos y demócratas- son la misma miasma que, como imperio tratan de someternos, valiéndose de todos sus nefastos recursos de sometimiento, más de lo que han hecho para tenernos pasando hambre bloqueados como nos tienen y, además atrapados por su dólar que nos envilece a sus conformidades que, sin ser su colonia perdimos las razones de nuestra existencia de país libre que, solo la risa nos han dejado para morir en la más triste y solitaria desigualdad de la realidad que país alguno haya padecido sin entrar en batalla.
Y como recordar es vivir, en nuestro patrimonio patrio, es que el bolivarianismo que gracias a nuestro libertador Simón Bolívar asoma en este día con la fuerza de la dignidad de su valentía que, siempre como líder americano tuvo para enfrentar a los enemigos del pasado y, a los que hoy se esconden y buscan refugio en los Estados Unidos para saquear y robar nuestros bienes y lo más sagrado que es nuestra dignidad de ser venezolanos sin traidores ni vendidos ni solapados que se pervierten en la degenerada y endemoniada Trump-dictadura que se esconde en el poder yanqui.
Entonces, conscientes estamos, que Simón Bolívar vive en nuestros pensamientos y jamás será traicionado tal como lo ha demostrado el poder de las armas en Venezuela en que hombres y mujeres mantienen y defienden nuestra soberanía y, pobres de aquellos que quieran traspasar o arrendar nuestro territorio ni temporal ni parcialmente por el bien de otros países.
Bolívar vive: la Patria vive y respira mientras exista un solo venezolano.
Somos un pueblo que quiere vivir en paz y si alguna vez hay que ser autoritario siempre que, sea para defender este pedazo de tierra con sentimientos patrióticos enterrados y latentes con Bolívar a la cabeza estaremos, que la lucha continúa hoy más que nunca por nuestra subsistencia.
Bolívar, no te imaginas, la falta que le haces a los pueblos del mundo que padecen, como sino tuvieran identidad se han plegado al gran enemigo que existe sobre la tierra como son los Estados Unidos que, no han dejado: "Jamás conducta ha sido más infame que la de los norteamericanos con nosotros: ya ven decidida la suerte de las cosas y con protestas y ofertas, quien sabe si falsas, nos quieren lisonjear para intimar a los españoles y hacerles entrar en sus intereses…"
Y no dejamos de recordar tu frase: "Los Estados Unidos parecen destinados por la Providencia para plagar la América de miseria a nombre de la libertad."