El arte de las sanciones del imperio yanqui

Sábado, 19/09/2020 02:48 PM

Impacto en las industrias petroleras de Irán y Venezuela

Muchas de las campañas internacional mediáticas y geopolíticas de los últimos tiempos han estado centrados, principalmente, en el apoyo de Irán a la República Bolivariana de Venezuela en el sector petrolero, en un momento de suma tensión y amenazas tuteladas por U.S.A. con todo aquel que no comulgue con su agenda e intereses.

Desde 1979, en el siglo XX pasado, U.S.A. inició su desesperada carrera de medidas coercitivas unilaterales contra Irán. La data ha sido larga pero el enfoque de las sanciones se ha mantenido en el tiempo, la coerción golpea directo a la esfera financiera-económica-comercial y a los programas iraníes de desarrollo nuclear. De hecho, Elliott Abrams, representante especial gringo para Venezuela e Irán, en una sesión informativa, recordaba hace unos días que el magnate presidente gringo, el "energúmeno" Donald Trump tiene previsto imponer el embargo de armas a Irán y otras restricciones.

Mucho se ha hablado de la aplicación y efectos de las "sanciones". No obstante, retomar la revisión de los impactos de ese gastado mecanismo en el sector petrolero iraní refuerza el argumento sobre la acometida a la industria, petrolera que incide, en primer lugar, en la caída de la producción de crudo.

Richard Nephew, creador de las sanciones contra Irán

Para los formadores de las políticas de presión y coerción gringas, es habitual y aceptable aplicar medidas coercitivas unilaterales a determinado país si no está en consonancia con la agenda de U.S.A. Esta es la tesis del excepcionalismo yanqui. En ella se inscribe el experto Richard Nephew, arquitecto de las "sanciones" contra Irán durante la Administración del simpático negrito Barack Obama. En su libro "El arte de las sanciones" explica los macabros objetivos y efectividad de las "sanciones", empleando el término "dolor" en el que explica que éste subraya el propósito de las mismas. Además, resalta que, sólo porque el daño causado por las sanciones es menos visible a los ojos de la comunidad internacional, no tienen por qué ser menos destructivas.

• El periodista y analista gringo Max Blumenthal en Twitter desmonta otro cínico fragmento del mencionado libro, en el que Richard Nephew revela que las sanciones contra Irán eran éxito tremendo para la administración gringa, pues se despreció la moneda Rial iraní, provocando la hemorragia en las reservas de divisas. Además, hubo contracción económica, y tanto desempleo como inflación aumentaron. Sin duda, son latigazos para la población iraní.
• La Organización Sures señala que, en el libro, Richard Nephew describe con franqueza que, al reducir la capacidad de exportación del país, se logra alguna presión en la importación de alimentos y medicinas, puntualizando que las "sanciones" son dolorosas para los ciudadanos de a pie.

Por otro lado, el Canciller Jorge Arreaza de Venezuela, añade otras definiciones en los objetivos de las medidas coercitivas unilaterales: para Richard Nephew el dolor debe ser agobiante para que el objetivo "cambie su conducta".

El imperio yanqui ha aplicado "sanciones" en el sector petrolero iraní desde 2018 para quebrar la exportación y obstaculizar el acceso al sistema financiero internacional. Esto lo confirma Mike Pompeo, Secretario de Estado de U.S.A., que luego del asesinato de Qasem Soleimani el 03/01/2020, apuntó en un discurso que la estrategia de la administración de "máxima presión" tiene como objetivo cortar el 80% de los ingresos petroleros de Irán. Asimismo, dijo que "el propio presidente Hasán Rouhani dijo que le hemos negado al régimen iraní unos 200.000 millones de dólares en ingresos extranjeros perdidos e inversión como resultado de nuestras actividades".

Ya para el 30/04/2019, la Casa Blanca de Washington comunicaba que Donald Trump estaba trabajando para reducir las exportaciones de petróleo de Irán a "0" cero.

La golpeada producción de petróleo

El impacto en la exportación de crudo, por supuesto, afecta directamente a la producción. Sin embargo, las "sanciones" sobre este sector contra la República Islámica de Irán se han manejado de forma pendular, es decir, se imponen o se cancelan temporalmente. En tal sentido, se observan los picos sin sanciones y las caídas contundentes al aplicarlas. En específico, en cuanto a la producción a inicios de 2018, se registraba alrededor de 3.800.000 barriles diarios, luego de la imposición de "sanciones" la producción cayó a un poco más de 1.000.000 de barriles diarios. En consonancia, se advierte la caída de la producción al momento de la salida de U.S.A. del Plan de Acción Integral Conjunto (JCPOA).

Las exportaciones de petróleo crudo son una de las principales fuentes de ingresos del gobierno iraní, así como importante motor que contribuye al desarrollo de la infraestructura y la economía del país. A nivel comparativo, al igual que la industria petrolera iraní, la República Bolivariana de Venezuela, siendo país "sancionado" también, sufre los embates de las mismas, experimentando serias complicaciones en su industria petrolera nacional. Desde el 15/08/2017 se imponen, por primera vez, medidas retaliatorias financieras contra Venezuela, trabando las formas de comercio con el país y mantenimiento del parque industrial.

Con esto se cierran las principales entradas de divisas al país y, así, hacer el intento de recrudecer el dolor del que tanto habla Richard Nephew. En 2016, Venezuela registró una producción de 2.373.000 barriles diarios en 2016, frente a los 2.072.000 barriles diarios de 2017, representando una caída de casi 300.000 barriles diarios.

Ahora, con la imposición de "sanciones" a diestra y siniestra, el objetivo simplemente se cumple al socavar la cotidianidad y futuro inmediato de las poblaciones que sufren estos embates. Aun tomando en cuenta que, como muestra uno de los estudios más completos sobre la materia hasta la fecha, se examinaron más de 100 casos y se concluyó que las medidas coercitivas unilaterales eran parcialmente exitosas en lograr el objetivo político de Estados Unidos sólo el 34% de las veces.

En fin, las criminales acciones de los gobiernos de U.S.A., no son más que verdaderos crímenes de lesa humanidad, de acuerdo a lo estipulado en el Estatuto de Roma en su artículo 7, que van enmarcados en sus rasgos estructurales de expansión e injerencia desde que esa nación se asumió "excepcional".

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