El infame “tutelaje” de la UE

Jueves, 08/10/2020 04:13 PM

Pareciera que el "tutelaje" que pretende perpetrar la UE sobre los países de Suramérica y específicamente sobre Venezuela, lo hace en sus ínfulas de resguardar los bienes ajenos que, en algún momento, los países que la conforman, pasarían a ser parte de su patrimonio, según sus improbables ambiciones. Esto, bajo el argumento que los países de "tercer mundo" pareciera ser incapaces de gobernarse por sí mismo por no haber alcanzado la madurez necesaria para administrar sus riquezas. Falsa hipótesis.

Si se revisa la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela se reconocerá que en ningún artículo aparece que nuestro país se va conducir bajo del arbitrio de organizaciones no nacionales. De igual modo, en el documento de constitutivo de la creación de la UE tampoco se lee que dicha organización actuará como tribunal electoral internacional para decidir sobre la fecha de elecciones de los demás países y mucho menos, sobre el reconocimiento de los presidentes elegidos en libérrimas elecciones por el voto secreto, directo y universal de otras naciones. En caso contrario, si esto fuera así, los estados dejarían de ser soberanos y se convertirían en democracias tuteladas por organizaciones no nacionales. Ni siquiera tal ejecutoria lo contemplan las Naciones Unidas, cuya obligación es velar por la paz mundial y evitar que otras potencias tengan pretensiones injerencistas por motivos no santos.

Cuando tengo que escribir sobre los gobernantes de países europeos me obligo a bloquear en el cerebro el departamento de groserías, con el fin de evitar que broten de mi pensadora palabras soeces para descalificar las actuaciones hipócritas de los reyes, presidentes y primeros ministros de la UE, quienes pretenden dar lecciones sobre democracia y sobre derechos humanos. Como no los voy a tratar con vulgaridades, por cuestión de delicadeza y por respeto al hermoso idioma cervantino, los voy a cachetear con puro historietazos, porque pareciera que a los dirigentes de la UE se les olvidó la historia documental o prefieren no recordarlas.

Los cancilleres y primeros ministros de los imperios y monarquías europeas se reunieron en Berlín (1885) con la finalidad de repartirse un pastel llamado África, en verdad, no le hicieron con criterio humanitario para ayudar a esos pueblos desvalidos, lo concibieron, sencillamente, para usurparlos y una vez conquistado despojarlos de sus riquezas las cuales fueron a parar a los bancos europeos. Cada uno de estos imperios o reinos se quedó con una rebanada del pastel, sobre todo UK que se adjudicó el 30 % de las tierras del mundo. Veamos con detalles de cómo fue la repartición de África y Asia:

Reino Unido (UK): Egipto, Sudán, Kenia, Uganda, Zanzíbar, Sierra Leona, Gambia, Ghana, Zimbabue, Zambia, Botsuana, Mauricio, Nigeria. A esto se debe agregar India, Pakistán, Nepal, Bután, Bangladesh, Sri Lanka, Malasia, Singapur…

Francia: Argelia, Marrueco francés, Túnez francés, Alto Volta, Camerún, Costa de Marfil, Benín, Guinea, Mauritania, Níger, Senegal, Malí, Chad, Congo medio, República Centroafricana, Somalia, Madagascar, Islas Camoras. A esto debo agregar Vietnam, Laos y Camboya.

Alemania: Kamerún y parte de Nigeria, Togo y parte de Ghana, Burundi, Ruanda y parte de Tanzania, Namibia.

Bélgica: Estado libre del Congo o Congo Belga.

España: Marruecos español, Sahara español, Saguía el Hamra, Guinea Ecuatorial.

Italia: Libia, Eritrea, Somalia italiana.

Portugal: Angola, Mozambique, Guinea Bissau, San Juan Bautista de Ajuda, San Tomé y Príncipe.

Le dejo al lector la escogencia, a su juicio, de la grosería más adecuada para descalificar, no solo a los gobernantes, sino al pueblo europeo de la época, quienes se hicieron la vista gorda ante el pillaje ocurrido en África y también en Asia. Así fue cómo los poderosos de Europa se repartieron el planeta, como si este fuese una torta de su propiedad.

La repartición no solo fue un problema de tipo etnogeográfico, también se cometieron las violaciones más brutales de los derechos humanos en la zona de África y Asia. En esa época no se habló de masacres de 15 muertos, debo recordarles a los gobernantes europeos de hoy, que no deben olvidar a más diez millones de muertos en el Congo, de hombres de color que morían trabajando en las minas de oro y diamante, así mismo, de veinte millones de muertos en la India (protectorado inglés). De igual modo, de niñas y mujeres a quienes le cortaban las manos para impedir que tejieran para que no compitieran con los géneros británicos. Se trata de la exfoliación y robo que hicieron los europeos de las riquezas de los países africanos. Para tal vileza se valieron de mano de obra casi esclava, de hombres, mujeres y niños de tez oscura quienes trabajaban hasta 18 horas diarias en situación precaria. Sin embargo, a pesar de las grandes riquezas que fueron a parar a manos de los potentados, tales ganancias no llegaron a los pueblos de Europa. Sus pobres siguieron siendo más pobres trabajando en las fábricas como animales, para esto utilizaban la materia prima robada proveniente de África y Asia y los ricos, se hicieron mucho más ricos.

Le sigo restregando en la cara de los gobernantes de la UE los historietasos, quienes parecieran no recordar nada esto. Opino que la repartición de Berlín no les gustó a ciertos gobernantes de principio del siglo XX, tal como no les gustó a los ingleses y a los franceses el prorrateo de América entre españoles y portugueses mediante el tratado de Tordesillas (1494), rubricado por el papa Alejandro VI, los reyes católicos y el rey de Portugal. Es por esto que aparece en los mares caribeños la piratería (inglesa y francesa), cuyo objetivo era despojar a los galeones españoles el oro y la plata robada en América. De aquella mala división de África durante la conferencia de Berlín, cuya mejor tajada se la llevó la pérfida Albión y los no menos pérfidos galos, surgieron animadversiones entre los firmantes del tratado. Por este motivo y otros que no vienen al caso se declaran hostilidades que dieron origen a la Gran Guerra o Primera Guerra Mundial. Además, se había inventado armamentos nuevos, como ametralladoras, fusiles, aviones de combate, corbetas dotadas con combustible líquido, no con carbón y era necesario probar la efectividad de estas nuevas armas mortales. Así fue.

En verdad no hubo dos guerras mundiales, fue una sola que tuvo suspendida por 21 años, porque, tanto para la una y como la otra, las causas fueron casi la misma: motivaciones económicas y los mismos protagonistas, o sea, Europa y EEUU.

Europa, hoy unificada en la UE, lo que le ha dejado al mundo es tristeza y desolación. Agregado a esto, el racismo; religiones que idiotizan, las cuales han servido para que los pendejos se exterminen entre sí; falsos nacionalismo para que los que quedaron vivos en las conflagraciones mortales religiosas se maten defendiendo a los dueños del dinero. Finalmente, para recortar esta síntesis de historiertazos debo serrar con el epilogo: todo lo que está ocurriendo en el medio oriente Libia, Siria, Afganistán, Yemen, Irak, Israel…es culpa de los potentados europeos, consecuencia del empeño de estos de repartirse el planeta para apropiarse de los recursos, tal como lo hicieron en el siglo XIX y en el XX. Con un agravante: hoy cuentan con la maquinaria más letal que ha conocido la humanidad: la OTAN.

Por todo lo anterior es risible, que los corresponsables de las invasiones de Irak, Libia, Siria y de las violaciones más atroces de los derechos humanos, en toda la geografía y en todos los tiempos, pretendan dar lecciones de democracia. No deseamos las ínfulas de tutelajes de la UE ¡no me joda! No debemos olvidar, nos corresponde tener siempre presente la historia, su lectura y aprendizaje opera como un escudo protector para evitar que nos vuelvan a someter. Bien lo escribió el poeta uruguayo Alfredo Citarrosa, (1936-1989): "Porque hay olvidos que queman y recuerdos que engrandecen". Lee que algo queda.

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