Hoy termina la administración Trump. Donald sale de la Casa Blanca, con muchas penas y sin ninguna gloria. Nicolás Maduro sigue ejerciendo la Presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, como resultado del voto universal, directo y secreto, previsto en la Constitución, ejercido por los electores y electoras que participamos en las elecciones del año 2018.
Juan Guaido, el inconstitucional y fallido "presidente interino" que se intentó imponer bajo la amenaza de una coalición internacional, político - económica - militar liderada por Trump, hoy es la nada. La élite supremacista de los Estados Unidos de América junto a sus aliados y lacayos no pudieron imponernos una marioneta como mandatario. Ha ganado, por ahora, la Independencia Nacional. El costo ha sido muy alto para la población.
Una nueva etapa de la batalla comienza, donde la prioridad debe ser la estabilidad democrática interna que permita abrir fisuras en el bloqueo económico extranjero con el fin de recuperar el ingreso nacional, para que el pueblo trabajador vuelva a tener salario; acceso a todos los alimentos y medicamentos que necesite; a disfrutar de agua, electricidad, gas, telefonía, gasolina de manera continua y accesible.
Es hora de que nuestra niñez y nuestra juventud puedan volver a ejercer plenamente el derecho a la educación pública, gratuita y de calidad, en todos los niveles, como garantía de su porvenir, que es nuestro porvenir como Nación. Es tiempo de volver a transitar una transformación humanamente gratificante hasta lograr una sociedad donde podamos vivir todos y todas con igualdad, justicia y dignidad. ¡Honor y gloria al valiente y sacrificado pueblo venezolano! ¡La Patria está primero!.
En Caracas, cuna del Libertador Simón Bolívar, a los veinte días del mes enero del año 2021, primero de la tercera década del siglo XXI.