O el mundo entiende la necesidad de empatarse con Don y Doña preservación de la paz, o Antony Blinken el secretario de estado recién nombrado por el decrépito Joe Biden y la ultra derecha más salvaje que la de Trump, hunde la humanidad. Augurios de la caída históricamente más vertiginosa del capitalismo imperialista deforme, establecida en estos años aciagos. EE UU sanciona naciones europeas y peor aún para quienes defienden el mercado capitalista, a empresas privadas estadounidenses, rusas y de la U E Unión Europea, acusadas de negociar con Rusia y China, normas que violan lo habido y por haber en el aspecto universal de negociaciones entre naciones.
Intentan impedir el desarrollo de un gasoducto ruso y de naciones de Europa, esos héroes de comiquita en el poder estadounidense, a quienes ya ni en Hollywood les creen. Causa atolondrada de sanciones siglo XXI destacando su prepotencia capitalista errada, actitud que se estrella con el comportamiento de la paz universal. Solo idiotas lacayos desean seguir engañando a los pueblos votantes, e insisten en la imposición de dictaduras genocidas de nuevo cuño, rechazados por los pobladores planetarios conscientes.
Más atrasados que quienes buscaron al eslabón perdido, no se convencen que el orbe se resiste a seguir aguantando violaciones a sus derechos elementales, una muy buena parte de la humanidad no respalda candidatos políticos tergiversadores, retrógrados a la hora de los derechos en las reglas de la existencia. La pandemia coronavirus 2020 revela la verdadera oscura materia gris inútil que ostentan, lejana a la convivencia de por sí irrespetada en la estólida "democracia representativa".
Suficiente enterar a los pueblos con dosis de información, no digo socialista nada más, sino social en democracia auténtica, desechando las malas influencias demócrata cristianas y socialdemócratas, que han aplicado el cuento de la representatividad regida por elecciones, en las que prostituyeron y timaron la voluntad de los sufragantes comportándose peor que las sangrientas dictaduras militares, ya no vale contar con el apoyo estadounidense y europeo servil.
La historia venezolana 2021 es para el mundo similar a 200 años atrás cuando en el escenario glorioso se suscitó la Batalla de Carabobo, acabamos con los colonialistas de la conquista y las leyendas, Venezuela está en el ojo del huracán siglo XXI con las reservas petroleras más grandes del mundo, para continuar siendo ejemplo de tierra indoblegable en unión patria, imposibilitados de fragmentarnos como a naciones con gobiernos islámicos, musulmanas, religiosos, o de cualquier tamiz de independencia moderna a la que debe juzgar y regir cada pueblo y no el de intereses capitalistas regresivos. Urge estar con Don buena fe.
Arribo a la conclusión que, en semejanza a relaciones sexuales, si no saca a tiempo lo que le dicta la mente ante la emoción incontrolable, y no ha usado la prudencia para hacer preservativo su proceder, la fusión espermatozoides y óvulos, en este caso entendimiento y diálogo, no quedará medio embarazada la humanidad sino arrepentida de no abandonar a tiempo la pre guerra. El mundo no estará semi, sino en completa y horrorosa situación de desaparición sangrienta. Es momento de sacar la paz en aras del entendimiento, o nos verá la luz de la destrucción fatal.