"La estrategia…….. es tercerizar el conflicto e incursionar en Venezuela para seguir ampliando la distribución del narcotráfico, causar desestabilización y venir a causar enfrentamientos en el centro del país".
https://www.aporrea.org/tiburon/n364000.html
Tales declaraciones emanan del conflicto que estalló en la frontera venezolana-colombiana, en los límites pertenecientes a nuestro Estado Apure, desde mediados del recientemente finalizado mes de marzo.
Y esas declaraciones las produjo el general Padrino López, ministro de Defensa de Venezuela. Y agregó, que esos planes, se desarrollan en una alianza entre factores del gobierno de EEUU, particularmente la DEA, grupos irregulares armados asociados al negocio de la droga y el gobierno de Colombia.
Según su versión, se trata de un contubernio, donde el interés de la oligarquía colombiana, los productores y comerciantes de la droga, colombianos y estadounidenses y el gran capital del país del norte, de viejos planes de control y dominio sobre Venezuela, por sus riquezas naturales, se han encontrado.
Uno percibe como este asunto, los analistas de lado y lado, como en tantas cosas, intentan abordarlo con simplismos y dejándose llevar por el odio y pragmatismos, derivados de sus pequeños intereses y diferencias. Y sin percatarse y posiblemente, esto no es inteligente descartarlo, pasan por alto lo que a ellos pudiera unir, poner en un mismo frente, el inherente al nacionalismo y los motivos que les unen a la patria y optan por poner como fundamental lo pequeño que a ellos divide.
Al margen de cualquier consideración, sin buscarle cuatro patas al gato, pese haya quien descarte y hasta rechace lo dicho por el General Padrino López, más tratándose de un acontecimiento casi cotidiano, sólo que esta vez parece en mayor escala, el ataque de fuerzas irregulares desde Colombia y hasta dentro del territorio nacional, es simplemente una agresión a la soberanía nacional que los venezolanos estamos obligados a rechazar, a menos que hayamos optado, conscientemente ponernos al servicio de quienes aquellos planes manejan.
Entre eso y la Operación Gedeón no hay muchas diferencias en cuanto a sus propósitos y es peor, más grave para nosotros, cuando detallamos las formalidades, como que el gobierno colombiano, para no dar la cara, deja en manos de los irregulares, que son desde hace montones de años, los grupos paramilitares ligados al negocio de la droga. Y es obvio, elemental que el gobierno colombiano, oficialmente no se declara partidario de esa agresión, pero tampoco mueve sus fuerzas para aniquilarla. Deja el asunto a ser dirimido entre esos irregulares y el ejército venezolano tal como si eso no le incumbiese.
Y lo anterior y lo que sigue, algunos analistas lo distorsionan e intentan explicaciones casi infantiles, sin apego alguno a la racional y a lo que acontece del otro lado de la frontera, sólo por oponerse al gobierno de Maduro, acariciando la casi infantil idea que esos paramilitares triunfadores, "le devolverían", según su criterio "la democracia a Venezuela, secuestrada por el actual gobierno" y entonces ellos o quienes defienden, recibirían el poder de parte de esas fuerzas que, "generosamente y llenos de buena fe, regresarían a sus naturales espacios con la ganada fama de libertadores".
¿Es muestra de sensatez siquiera pensar que esos grupos paramilitares, con todo su historial, estarían en disposición de librar una guerra con todo lo que eso significa, sólo para a nosotros "devolvernos la democracia" y los derechos económicos que hemos perdido?
Pero es cierto que, por el odio que en Venezuela se ha incubado entre quienes gobiernan, le hacen oposición y muchos de aquellos que han sido sumidos en la miseria por las muy malas políticas, que lo son, sin importar el ángulo del cual se mire la coyuntura, hasta por aquello que "guerra avisada no mara soldado", hay un análisis y sus respectivos analistas que no sólo caen en el simplismo anterior, el cómo de atribuirle a la oligarquía colombiana, al gran capital estadounidense que, en fin de cuentas es quien determina la política en su país y para peor a las bandas armadas de los traficantes de drogas, virtudes de libertadores y paladines de la democracia internacional, sino que, como en la "viña del señor", hay de todo; existen otros que, no sé si para dárselas de creativos, como quien escribe una novela o hace una película, que pretenden sea por demás original y creativa; llegan al extremo de sostener y difundir ideas, según las cuales, el ataque a Venezuela, porque es a Venezuela, por la frontera apureña, es producto de las fuerzas de la FARC.
Pero la versión que se inventan se hace más "original y escandalosa, cuando vinculan a factores de la vieja lucha guerrilla colombiana, hasta los acogidos acogidos a la pacificación, con curules en el congreso colombiano y a Gustavo Petro, quien fue hace un cerro de años participante en un grupo guerrillero, en el ELN, exalcalde Bogotá, actualmente senador en el Congreso colombiano y ahora con intenciones de participar como candidato a presidente, con muy buena aceptación, quien de paso ha sido muy crítico al gobierno de Maduro y enfrentado a los gobiernos colombianos y particularmente bastante al de Duque, con los grupos irregulares que hacen la guerra a Venezuela en la frontera apureña.
Esta original e infantil explicación, que lo de infantil viene por lo de torpe, es un intento de encubrir a quienes en verdad están detrás de todo y sus macabras intenciones. Es decir, le hacen el juego a los guerreristas e injerencistas de EEUU y Colombia, contra Venezuela.
Cuando uno lee cosas como esas y sabe de las personas que las escriben, quizás dejándose llevar de la buena fe, de lo que nunca no arrepentiremos, lo atribuimos a la enorme dosis de odio que han cultivado. Es como aquello simple de "soy capaz de entregarle el alma al diablo, con tal de salir de ese carajo". Y así lo vemos, porque no concebimos haya individuos, que hasta teniendo un arrume de títulos académicos, no sé, pese me salió así de golpe o se me "chisporroteó", como solía decir "El Chavo", sean capaces hasta de escribir "con su puño y letra" y además firmar trabajos en los cuales dan ese tipo de versión que no soporta el más elemental análisis.
Es natural, es por demás obvio, como llover sobre mojado, que en los planes del capital estadounidense o para mejor decirlo del imperialismo planetario, está el objetivo de controlar a Venezuela. Es tan obvio esto para cualquier lector, que no vale la pena hablar de los motivos. Eso es, para aquel mundo o intereses, una meta estratégica. Esto también significa, que no necesariamente está en el interés inmediato del actual gobierno, como para que este no intente la búsqueda de otras formas de recomponer sus relaciones con Venezuela. Lo que tampoco niega, haya factores en ese gobierno, mientras no estén definidos los nuevos planes, pongan en funcionamiento los previstos, aprobados y hasta ahora no suspendidos.
Por lo anterior, las declaraciones del General Padrino López, tienen sustento; tanto que obedecen al mundo real y no al de la novela y distinto al opositor, per se, al gobierno, que, por causas importantes y hasta justificadas, lo es, pero lleno de odio y, por eso mismo, hasta infantilmente, como que "debo odiar a ese carajo por el daño que me ha hecho, hasta que mi salario lo volvió una miseria, no hace nada por resarcirme, pese trabajé toda mi vida con entrega y ahora estoy en la vejez y el desamparo", se preste para decir lo primero que se le ocurra, pese a eso, no haya quien le encuentre "pies ni cabeza". Sin dejar de lado a quien, en verdad, no "analiza" estimulado por ese sentimiento de dolor y rabia bien sustentado, sino que persigue el objetivo de beneficiarse de todo aquello; quien hace una tarea por encargo que, en veces, ni siquiera es acorde con el tanto daño ocasionado. Y a este, el nacionalismo, la patria, son valores que le "saben", no les importan.
Los invasores, vuelto vencedores, si algo desprecian, es a quienes venden su alma al diablo, al invasor, en contra de su propia gente.