Mientras haya imperialismo, la Revolución Bolivariana estará amenazada. Y por ello, no podemos bajar la guardia ante amenazas latentes que se ciernen sobre la Patria de Bolívar y Chávez
Aunque parezca increíble, Nicolás Maduro ha logrado ir llevando poco a poco el país a una estabilidad política. Hoy en Venezuela no podemos hablar de una oposición sino de oposiciones, puesto que hay varios sectores opositores a Nicolás Maduro, pero que se disputan el dinero y el protagonismo dentro de ellos, por lo que están divididos, sin una estrategia clara para presentarse como alternativa, y, sobre todo, llegar al poder político.
Esto sin duda no es tan bueno, porque eso hace que haya un sector fascista que, aunque minoritario, es extremadamente peligroso por los apoyos financieros y logísticos para planes desestabilizadores que explicaremos un poco más adelante.
Tampoco es que el escenario sea abrumadoramente favorable para nuestro Gobierno, puesto que el tema de la gestión económica, la falta de formación política e ideológica que se traduce en contradicciones dentro de las diferentes corrientes políticas y sociales que forman la base de apoyo del Ejecutivo también están a la orden del día. Por lo que un escenario de vaivén e incertidumbre es lo que se avizora en el horizonte durante mucho tiempo.
Por ello, es que, en esta entrega de este diario, como una especie de alerta temprana, es que escribo estas líneas en el día de hoy.
Uno pudiera pensar que esta relativa calma que tiene el país, y de ver que varios actores de la oposición han decidido participar en los comicios regionales y municipales del 21 de noviembre del presente año, implicaría el desistimiento de la derecha en la ejecución de sus planes desestabilizadores y de buscar la caotización de nuestro país y la ingobernabilidad. Que ingenuo los que piensen que las amenazas contra el Estado-Nación venezolano han cesado.
Indudablemente que la capacidad política y de movilización de Juan Guaidó ha mermado considerablemente por no decir que es inexistente. No obstante, dentro de lo que es lo táctico militar enmarcado dentro de la estrategia de Guerra No Convencional, no podemos confiarnos, porque no se requiere de inmensas cantidades de personas para la ejecución de acciones terroristas en el país.
A las pruebas me remito: lo que ha venido ocurriendo desde hace años en la Cota 905, en todo el eje que va de las parroquias El Valle, El Paraíso y La Vega es una pequeña muestra. Además de la reactivación del frente de guerra en el estado Apure, en el corredor occidental fronterizo colombo- venezolano.
Es indudable el financiamiento de grupos políticos como la ex Voluntad Popular de Leopoldo López, Freddy Guevara y el propio Juan Guaidó a grupos delincuenciales, y de mercenarios por parte del gobierno colombiano de Iván Duque. Ahora más con la convulsión social que se ha generado en el vecino país producto del paro nacional que allá se vive.
El pasado domingo 13 de junio, ocurrió una importante fluctuación eléctrica que afectó entidades federales como La Guaira, parte del estado Miranda y parte del Distrito Capital.
El lunes algunas zonas de Puerto Ordaz estaban sin servicio eléctrico.
De igual manera, me han reportado que en La Guaira casi que a diario hay interrupciones no programadas en el servicio eléctrico. Y la gente de ese estado ya está harta de dicha situación.
Pero lo que más quiero resaltar es la soberbia que algunos actores políticos profesan, hasta el punto que pareciera que los traiciona el inconsciente, y develan los posibles planes que el fascismo criollo cocina contra nuestro país.
Me refiero en específico al mensaje dado por el ex diputado de la AN Marco Aurelio Quiñones, que textualmente expresa lo siguiente: "Con los miles de millones de dólares que se robaron, deberíamos tener plantas generadoras capaces de suministrar energía eléctrica al resto de Suramérica, sin embargo, estamos en cuenta regresiva para quedarnos totalmente a oscuras".
Llama poderosamente la atención de que este ex parlamentario señale con total desparpajo y seguridad que Venezuela está en la "cuenta regresiva para entrar en otro apagón nacional". Aún más, sostiene que de ocurrir un nuevo "apagón", será mayor al que se registró en marzo de 2019, cuando gran parte de nuestro país quedó a oscuras durante cuatro días.
También hay que estar atentos sobre el posicionamiento de ciertas fake news donde confirman que "El Coqui" habría atacado el Palacio de Miraflores con ametralladores: ¿Reedición de una nueva "Operación Gedeón"? Me preguntó. Pero esto debe ser tratado en próximas entregas de esta columna.
Asimismo, la difusión de fake news sobre el deterioro de ciertas obras que se vienen ejecutando en el marco del Plan Caracas Patriota, Bella y Segura. ¿Preludio de que, en la proximidad de los 200 años de la Batalla de Carabobo y la entrega de estas obras en el Plan, la realización de acciones de sabotaje o simbólicas de cara a sabotear esa fecha patria y ese Plan bandera del Ejecutivo Nacional?
¿Será que se busca sabotear la celebración por todo lo alto de la efeméride más grande que recuerda el logro de la acción militar que selló la independencia de nuestro país? ¿Será este el inicio de una nueva oleada de eventos desencadenantes de alto impacto destinados a generar conmoción nacional? ¿Será que hay sectores muy interesados en impedir la consolidación de esta estabilidad política y de que entremos nuevamente en una fase de inestabilidad y violencia? ¿Será que hay sectores interesados en impedir la realización de la agenda político-electoral y en específico la realización tanto de las postulaciones de precandidaturas PSUV y elecciones primarias abiertas (EPA) rumbo a los comicios regionales y municipales de noviembre? ¿Será este el inicio de accionar subversivo bajo la modalidad de asesinatos y ataques selectivos?
Creo que en guerra avisada no mueren los soldados y las soldadas, y si mueren es por descuidados y descuidadas.
¡Alerta, Alerta! ¡Mil ojos y mil oídos en todas partes y a todas horas!
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la Patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!