El Presidente de la República de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, en su habitual intervención vespertina, comentó e informó que se había reunido con un enviado especial de la CIA, a solicitud del Presidente de los Estados Unidos.
Dentro de sus facultades y en función de los intereses de Venezuela, el Presidente puede reunirse con cualquier espécimen o institución, pero a sabiendas de donde el terreno está minado. En el caso específico, que hoy tratamos, se trató de la CIA, un tenebroso y pérfido cuerpo policial norteamericano, experto en trabajo sucio y en conducta.
Los trapos sucios de la CIA, de ayer a hoy - L'Obs
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Aunque el Presidente, también declaró que no daría a conocer los temas abordados, si dijo, que la reunión a solicitud de los Estados Unidos sería secreta, pero que el delegado enviado, cuyo nombre importa poco, para este comentario, porque lo importantes es destacar a lo que representa, incumplió y difundieron el encuentro, que hasta ahora era desconocido por todos los venezolanos.
El sólo hecho del comentario presidencial, de que violaron la secritud, demuestra lo que afirmamos en el título de esta reflexión, CON LA CIA NI A MISA, expresión, popular en Venezuela, que debe entenderse como, la actitud de no juntarse, menos reunirse y mucho menos pactar con personajillos, grupos o entidades de mala fama y peor comportamiento, que cuando hablan contigo, tienen una carta en la manga y en la mayoría de los casos un puñal en la espalda para blandirlo en el menor descuido que tengas.
La CIA, es una organización, perdón, una banda que pertenece al Crimen Organizado, tan igual a las bandas criminales de Al Copone, La Mafia Italiana o los Carteles de Drogas, y quizás les lleva una morena, como dicen en Venezuela, a sus socios, anteriormente nombrados.
Y les lleva una morena, porque es una banda transnacional, que igualmente, realiza trabajos sucios y espía en Europa, en Asia, en América Latina y en cualquier parte del Planeta, sin importar si el continente o el país donde actúa, son sus amigos o enemigos, como ellos los califican. Su objetivo es hacerles el trabajo sucio a todos los gobiernos de los Estados Unidos, llámense demócratas o republicanos y también a sus poderosas empresas internacionales con mucha preferencia a los fabricantes armas, el negocio junto a las drogas, más lucrativo para el imperio.
Es precisamente el secretismo donde esta rama del Crimen Organizado que se llama CIA, se ampara para realizar los más insólitos planes en función de los intereses imperiales y comerciales del norte. El fomento de guerras para venderle armas tanto a los gobiernos como a los grupos que se le oponen es uno de sus más sofisticados trabajos; Venderle armas a los Carteles de las Drogas y también a los gobiernos que supuestamente los combaten, es un menudo negocio de la CIA; Infiltrarse en los países para propiciar la organización de paramilitares que combatirán a los gobiernos no afectos a los Estados Unidos, forma parte de la rutina operativa de la CIA; el asesinato por encargo de Lideres adversos al gobierno norteamericano, no importando si son Presidentes, guerrilleros o líderes sociales incómodos, se encuentra entre su agenda de trabajo sucio. No hay conspiración, no hay trabajo sucio, no hay sistema de espionaje, no hay guerra, no hay asesinatos selectivos contra dirigentes de izquierda, a lo largo y ancho del planeta, donde la CIA, no meta su cuchara: planificando, auspiciando, financiado, desestabilizando y todo lo que termina en ando.
Cómo se puede pensar que en conversaciones con una banda tan perversa como la CIA, pueda llegarse a acuerdos, a mínimos compromisos, cuando su esencia es la Deshonestidad, la perfidia, y la puñalada trapera, hablando en criollo.
Dios nos salve de la actuación de la CIA en nuestro territorio, que ya la conocemos por todo su acompañamiento en la conspiración contra el gobierno constitucional de Venezuela, la formación de guarimbas que intentaban desestabilizar a nuestro país y su metida de mano y financiamiento en los intentos de magnicidio, el atizamiento de tensiones entre Venezuela y su vecinos, como es Vox populi.
Por eso pensamos que la secritud y las manos de seda al tratarla, es ponerle la mesa al Crimen Organizado, que representa la CIA en el mundo y brindarle la oportunidad para que ande sobre rieles nuevamente en nuestro país, como lo hacían en la IV República, donde tenían oficina junto a la DEA, hasta en Miraflores (precisamente donde asesinaron a Fabricio Ojeda). ERRARE HUMANUM EST: