En mis tiempos de muchacho, uno usaba como pega, la de zapato, pues entre los nuestros había mucho zapatero, almidón, cola blanca, que llamábamos "escolar" y hasta unas pequeñas frutas, una llamada "chica" y la otra baba e` perro". Todo eso pegaba; una mejor que otra, como en todo. Por eso, cuando uno pegaba mal algo, por algún error en el proceso, y aquello se desprendía, era usual se dijese, "tú como si pegaste eso con saliva e` loro".
Falsamente, se da como un hecho que, en este país y en esta coyuntura, los únicos que demandan unidad o de ella requieren con urgencia, son las fuerzas que hasta ahora han sido fieles seguidores y agentes de la política estadounidense. Pero hay otra realidad y demanda.
Alguien hizo una encuesta sobre candidatos presidenciales o líderes de la "oposición" y encontró que "el cambur verde mancha".
Puse la palabra oposición entre comillas, por dejar también sentado lo que hizo quien elaboró la encuesta o redactó la noticia con los datos que aquél le suministró. Pues allí, al hablar de oposición, se hace referencia a esa que llaman de la ultraderecha y no por hablar mal de ella, sino porque es eso y no hay otra mejor forma de llamarla.
Según esa encuesta, esos "líderes" y "lideresa"- esta en singular porque sólo hay una - las comillas porque la nota así les llama también, pese los números digan lo contrario, como que sí lo son podría ser en su casa, andan con los números tan bajos que uno les ve como agua que corre por las aceras y hasta de manera casi "repctilinea", así con esa "p" como atravesada, tal como si el teclado nos hubiese hecho una trastada, que se refiere a lo derechito, encunetado y el arrastrarse mansamente, sin nada de la fuerza e independencia de las torrenteras.
Los hacedores de la política estadounidense, demasiado entrampados con los obcecados de La Florida, no se cansan de hacer apuestas a caballos que nunca han podido correr distancia alguna porque no tienen ni cascos. Estos les faltan en las patas para soportar y aligerar la carrera y en la cabeza tampoco tienen para albergar ninguna idea que para algo sirva.
El gobierno de Maduro, eso lo sabe bien todo el mundo, pues no es que uno quiera decirlo para hacer daño y menos por inventar, pues lo dicen las cifras, tiene el respaldo de una minoría, pero que vota, van todos y quien a determinada hora no lo haya hecho, le van a buscar. Para eso es el 1x10 y lo de calle por calle. Eso le funciona hasta donde es posible y le basta para ganar
Y, en todos los sistemas electorales del mundo democrático, menos en EEUU, gana quien más voto saque, así uno les pueda contar con los dedos de las manos. Trump, le ganó la presidencia a la señora Clinton habiendo obtenido cerca de dos millones de votos menos que ella. Eso lo hace posible el sistema de doble vuelta que resulta electo en la segunda, no quien más votos haya obtenido en las primarias a lo largo del país, sino quien haya ganado en los Estados de la Unión que más representantes aportan.
En América Latina casi toda, más son los abstencionistas que los votantes. Tanto que ha habido presidentes, como la señora Bachelet, Piñera, en Chile, Santos y Duque en Colombia, que han ganado hasta con menos del 15 por ciento del universo de votantes. Hasta Boric ganó en medio de una abstención muy elevada, pese el descontento que pesa en ese país, tanto que se vieron obligados a llamar a proceso constituyente para aliviar las tensiones.
En el 2015, la oposición, logró una votación para elegir nueva AN que fue un mensaje contundente que no supieron leer, por eso de faltarles casco para atesorar las ideas y volvieron a las loqueras del 2000-2, de las arengas de aquel dirigente sindical sin obreros, generales sin tropa y aquel iluso que hasta se auto juramentó ante un papel en blanco. Por supuesto, el gobierno, sólo les puso una infantil carnada, aquella de los diputados indígenas y se la tragaron y eso le bastó para que sus opositores tiraran por la ventana lo que habían alcanzado.
A los políticos de Estados Unidos, ese manicomio que existe en La Florida, les impuso una actitud frente a Venezuela, la misma que desde aquí diseñaban otros tan o más locos que aquellos y de allí salió aquel "parto de los montes", expresado en el simplismo de "La salida es ya", cuyo autor se creyó el "último refresco del desierto".
"Los analistas" de la Florida meten en el mismo saco a Cuba y Venezuela, como si fueran la misma cosa y de allí sacan sus fórmulas o mejor su fórmula o pócima, para diseñar políticas para los dos países que para ellos son uno sólo. No se toman el trabajo, eso es demasiado, de analizar lo que pasó y pasa en Cuba y Venezuela para percatarse de las diferencias que hay en todo eso.
De tanto equivocarse y hacer lo indebido resultó como que, en medio de ellos, hubiese habido un estallido que les volvió polvo cósmico, pues esto es más o menos lo que dice la encuesta enunciada arriba, al referirse al respaldo de varios de esos "líderes":
Leopoldo López 11%
Juan Guaidó 1.8%
Henrique Capriles 6%
María Corina Machado 2.3%
Antonio Ecarri 1.8%
David Uzcátegui 1.5%
https://www.aporrea.org/oposicion/n371527.html
Como dije arriba, la encuesta reveló que "el cambur verde mancha" y que no es sano escupir hacia arriba. Lo que todo el mundo sabe, pero los gringos, atrapados por los locos de Miami, a estos y a los de aquí, les han seguido la corriente y no hallan cómo quitárselos de encima, para no seguir con la comparsa del presidente interino, pese todas las señas y guiños que desde Miraflores hacen. Y lo peor, seguir con la cantinela abstencionista y la ilegalidad en lo que nadie cree y menos la gente está interesada, dado que sabe, está convencida, que la opción valedera, sana y salvadora para Venezuela, es la electoral y hay suficiente espacio para ello. Pero a los votantes hay que darles opciones valederas.
Con esos números. Los relativos al abstencionismo que es por demás alto, los del gobierno que andan en un número muy bajo, como para perder frente a un candidato que una, Estados Unidos sigue con "ese escaparate al hombro" de apoyar esos líderes que apenas cuentan con los votos de sus familiares y la corte que pagan con los reales que del país del norte mandan, aunque sean de los mismos nuestros, de Citgo y Monómeros y además están en lo mismo de antes, como que "la salida es ya".
De ellos, dice un analista cercano a ese universo "La gran mayoría son dirigentes antiguos y no me refiero a la cantidad de años que tengan en las instituciones, sino a la mentalidad porque muchos directivos de esos ámbitos son personas cronológicamente jóvenes, pero que tienen mentalidades políticas atávicas, entonces mi preocupación con la renovación no es cronológica, es filosófica".
https://www.costadelsolfm.org/2022/02/16/la-oposicion-venezolana-anda-buscando-liderazgos/
En este caso sólo diría "a confesión de parte relevo de pruebas". Pero si podríamos agregar que según eso, todos esos tipos son tan malos para unir o pegar como la "saliva e` loro".
Pero por ahora, en EEUU no van a cambiar, menos habiendo de por medio el cuadro Europeo, donde la OTAN y sus aliados, por un lado y Rusia, por el otro, parecieran al borde de una guerra, por lo estratégico de la Península de Crimea y más con ese manicomio del cual hemos hablado. Y lo que es peor, esa persistente actitud agresiva, ha generado y profundizado el acercamiento entre el gobierno de Maduro, la Federación Rusa y China, más por razones de subsistencia, bastante justificadas, que de otra cosa.
Ella, la oposición más indigesta, toda está dividida y no hay una oposición, hay varias oposiciones; con proyectos de país diferentes. Mal puede ninguno de los personajes arriba nombrados, pensar en ser candidato, con esos números y por la carga de culpa que llevan a sus espaldas. Tampoco puede pensarse y menos admitirse que quienes su universo dividieron y le volvieron trizas, sirvan para unir y menos cuando siguen con el mismo discurso del odio, las cartas marcadas, las guardadas cuentas y su disposición servil frente al capital externo y específicamente gringo; es decir "atados a sus atavismos". Sin dejar en el olvido las cuentas reales, esas que justifican demandas sostenibles en cualquier tribunal que se respete.
Y lo relativo a la búsqueda de la unidad, como pegarse, es válido para la oposición toda, sin olvidar que hay oposiciones diferentes y contradicciones entre ellas más hondas que las que las separa del gobierno. Y además, la unidad también es válida para quienes están ahora en el gobierno con quienes ellos pueden y deberían acercarse. Pues en el conflicto en el que está envuelto el mundo todo, y dentro de él particularmente Venezuela, que parece acorralada frente al imperialismo todo, sin importar su origen y espacio, se impone la unidad de los patriotas, antiimperialistas, nacionalistas, progresistas y la simple gente honrada. Por lo que es necesario, con honradez, consecuencia, ese universo revise la coyuntura y piense de manera distinta y volver, como dicen los argentinos, a los viejos "pagos", las viejas, generosas y combativas alianzas.
Hay espacio y oportunidad para unir a mucha gente, alrededor de un programa en defensa de los intereses nacionales, de los trabajadores y de las viejas conquistas que parecen perderse en esta avalancha. Y es buena la oportunidad, cuando las fuerzas de la oposición, esa que hasta ahora aquí ha estado al servicio incondicional del capital estadounidense, el que por ahora tiene más influencia en la economía nacional, tanto como para aplicarnos severas penas, están deshechas.
El sectarismo de la ultraderecha, que pasa por todo lo antes dicho, le imposibilita unir a todo el bando opositor y eso más cuando eso pasaría por un programa a la conveniencia gringa. Pareciera más fácil unir por el otro lado, olvidando pequeñas discordias, poniendo por delante todo en lo que hay que acordarse, con realismo y la posibilidad de encontrar una imagen que a eso corresponda.
Hay que evitar sean ellos, los extremistas, quienes encuentren un "outsider", que sirva para unir por el otro lado y consiga que sus programas y metas, ajenos al movimiento popular, sean las que más pesen en esa posible asociación.