A 724 días del inicio de la contingencia en la República Bolivariana de Venezuela producto de la pandemia global de la Covid 19, en el transcurso de la semana 104 de esta contingencia, y siendo el miércoles 09 de marzo de 2022, inicio esta edición complementando algunas cosas que me quedaron pendientes de la edición anterior de esta columna.
Lo primero fue que en cuanto al documental "Ucrania en llamas del director ucraniano de Igor Lopotanov y producido por el cineasta estadounidense Oliver Stone, fragmentos del mismo fueron transmitidos por el camarada Mario Silva en su programa "La Hojilla" del pasado sábado 5 de marzo de 2022. Muy importante esto para los que no tuvieron la oportunidad de verlo. El mismo puede verse a través del siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=ogVr9NzpM8Q
En segundo lugar, dentro de los integrantes del Alto Mando Político de la Revolución presentes en la reunión y alocución realizada por el Presidente Nicolás Maduro omití la presencia de la Dra. Cilia Flores, que más que esposa del actual Jefe de Estado, y soporte fundamental en lo familiar y en otros órdenes del actual Presidente de la República, no podemos poner en duda las capacidades de Flores como abogada, como dirigente política fogueada en cuantas batallas. Recordemos que Cilia Flores fue jefa del grupo de opinión parlamentaria del MVR y PSUV y presidenta del parlamento nacional durante casi 5 años, lo cual constituyen un aval no sólo para ser parte de la dirección política del PSUV sino de la conducción política del país.
Además, que es una mujer con un pensamiento político y criterios propios, más allá de ser la compañera del presidente Nicolás Maduro, para sus detractores.
Otro de los presentes que de manera voluntaria omití en mi escrito fue el actual gobernador del estado bolivariano de Miranda, Héctor Rodríguez Castro. Su presencia es en representación del Consejo Federal de Gobierno, pero Héctor tiene rato integrando las altas de dirección política y del país, además de su formación y criterios políticos son los que lo han llevado a ocupar las posiciones que ha ocupado.
Luego de haber hecho estas salvedades que producto de la premura fueron omitidas en la anterior edición de esta columna, procedo a entrar en materia con el tema de hoy.
Hoy 9 de marzo del año 2022 conmemoramos los 7 años de la promulgación por parte del entonces presidente de EEUU, Barack Obama (Biden en ese momento era su vicepresidente, que no se nos olvide este detalle) de la Orden Ejecutiva 13.692, donde se declara a Venezuela como una "amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional de EEUU", lo que coloquialmente conocemos como el Decreto de Obama.
Cuando países como EEUU dictan instrumentos normativos como éstos, es para tener el aval y carta libre para legitimar sus intervenciones militares en aquellos países que no se pliegan a sus intereses hegemónicos. Para legitimar el asalto, el saqueo de aquellos países que poseen recursos estratégicos para sustentar su modelo de desarrollo como es el caso de la República Bolivariana de Venezuela.
Importante es recordar que tres días antes de la promulgación de esta infame Orden Ejecutiva 13.692 de Obama, el 6 de marzo de 2015 el entonces Secretario de Finanzas Jack Lew había acudido al Congreso de ese país para elevar el techo de la deuda estadounidense, lo que revela el fracaso del modelo capitalista en ese país del mundo. De ahí se puede entender y es parte del contexto de ese terrible y muy peligroso decreto.
El decreto de Obama que hoy cumple 7 años se dicta 9 meses antes de una dolorosa derrota en las elecciones parlamentarias de ese año, donde la oposición obtuvo una mayoría de 2/3 del parlamento. Mayoría esta, que en manos de una oposición no democrática contribuyó para que desde una de las ramas del Poder Público Nacional se pidiera la intervención militar por parte de una potencia extranjera en contra de la Patria de los Libertadores y Libertadoras de América, la de Bolívar, la de Chávez. Y que fuera una de las ramas del Poder Público Nacional la que conspirará por la destrucción del Estado-Nación venezolano no tiene nombre.
Desde finales del año 2014 y hasta el presente, Venezuela ha recibido 502 medidas coercitivas unilaterales para que en el marco de una estrategia de cerco y asfixia económica, comercial y financiera provocar el colapso de la economía venezolana para con ello provocar un estallido social que lograra el derrocamiento del Gobierno Bolivariano e iniciar un proceso de transición política con un gobierno plegado a los intereses hegemónicos de EEUU. Siete años después, pese al daño y a las heridas que le han propinado al cuerpo de la República, nuestra Patria resiste, y se mantiene viva y de pie frente al mundo.
A raíz de los siete años de la vigencia de este nefasto decreto de Obama, que también podría ser de Biden por lo que recordé párrafos más arriba, tenemos como balance el cierre de cuentas nuestras en bancos extranjeros, de oficinas corresponsales, del aumento del riesgo país que ha encarecido mucho de los productos que adquirimos en el exterior por no hablar de la retención de los recursos que nos pertenecen a todas y a todos los venezolanos. Medidas coercitivas que buscaban propiciar el colapso de nuestra industria petrolera y con ello mermó en un 99% los ingresos del país.
Dentro de las estadísticas que lleva nuestro Observatorio Venezolano Nacional Antibloqueo como balance tenemos lo siguiente:
1.- 502 Medidas Coercitivas Unilaterales contra Venezuela basadas en dos leyes y siete órdenes ejecutivas. De ellas, 352 dictadas por la OFAC y 150 por otras instancias del gobierno estadounidense.
2.- Entre los sectores afectados por estas Medidas Coercitivas Unilaterales (MCU) tenemos: Económico y Financiero: 24,5%; Petrolero: 20%; Gobierno: 16,5%, Político: 9%; Salud: 9%; Alimentación: 6%; Sector Privado: 5%, Transporte: 5%; Otros sectores: 4% y minería 1%.
3.- La afectación de estas MCU ha sido de 74% de entidades ubicadas dentro de Venezuela y 26% de entidades pertenecientes a Venezuela en el extranjero. De igual manera, estas MCU han afectado al 92% de entidades públicas del país y 8% a entidades privadas al servicio de Venezuela.
4.- Entre las personas "sancionadas" se han sancionado a 143 nacionales y 14 extranjeros, lo que nos ubica como el 5to país más sancionado a nivel mundial por la OFAC.
5.- En cuanto a las empresas "sancionadas", tenemos 146 sancionadas, ubicándonos en el quinto lugar también a nivel mundial como el país con más empresas sancionadas por la OFAC.
6.- País con la disminución del 99% de sus ingresos debido a las MCU impuestas al sector petrolero.
7.- País con 39 buques nacionales y 30 extranjeros sancionados por la OFAC, ubicándonos en ese renglón en el tercer lugar a nivel mundial.
8.- País con 58 aeronaves sancionadas por la OFAC ubicándonos en el segundo lugar a nivel mundial.
9.- País cuyas reservas internacionales han mermado y no superan los 8mil millones de dólares. Llegando a los niveles más bajos que se recuerde en la historia económica del país.
No obstante y pese a ello, en estos momentos, a siete años de la vigencia del nefasto decreto de Obama, y con la amenaza en el mundo de un conflicto de grandes proporciones entre Ucrania y Rusia que puede trascender continentes, Venezuela como proveedor seguro y confiable de petróleo, alimentos, con minerales estratégicos y raros, adopta un rol estratégico para la paz y la estabilidad del mundo.
Esa ventaja comparativa le da una importancia estratégica a nuestro país que, pese a la situación compleja en la que vivimos, estas fortalezas y oportunidades que se avizoran en el horizonte pese a la narrativa de los medios hegemónicos de presentarnos en el mundo un escenario apocalíptico, es lo que podría permitir y sustentar las tesis del Presidente Maduro y de las analistas económicas a nivel internacional, de un crecimiento económico del país durante el año 2022.
Por ello, pese a estas MCU y a las heridas que nos han propinado y que paulatinamente nos estamos recuperando ya que hemos aprendido a burlarlas y a bypasearlas, debemos señalar que el balance a siete años de bloqueo y boicot económico, político, diplomático, comercial y financiero contra la patria de Bolívar y Chávez, hemos sabido reinventarnos, hemos sabido resistir y la Revolución Bolivariana ha sabido mantenerse en el poder y preservar nuestra independencia nacional.
Por ello, tenemos razones más que suficientes para ser racionalmente optimistas, hemos aprendido a gestionar la incertidumbre, y además derrotar contingencias como ésta, la propia pandemia que de acuerdo a las cifras oficiales, ha venido cediendo paulatinamente en el país, eso sin contar la derrota a cuanto conspiración se ha dado en contra de nuestra patria, pensando en que estábamos débiles producto del daño y de las heridas infligidas y que sin duda nos tomará un tiempo para restablecernos totalmente y en condiciones óptimas para nuestro desarrollo.
¡Bolívar y Chávez Viven! ¡Y sus luchas y la patria que nos legaron siguen!
¡Independencia y Patria Socialista!
¡Viviremos y Venceremos!