Iniciamos el año 2024 y EEUU alardea, promueve y luego abandona, incentiva, propicia, expande cada vez más la guerra, en muchos casos para beneficio del imperio, como parte de su naturaleza política.
Sin duda alguna, el imperio norteamericano, en su historia, se ha caracterizado por ser belicista, partidario de la guerra, que provoca o es amigo de la guerra, beligerante, al cual le encanta la guerra y apoya la opresión de todo tipo. Es partidario de resolver los diferendos por las armas. Y que la guerra, en lo posible, sea luchada por otros, nunca por el guerrerista.
Según el investigador social de la Universidad de Stanford, Philip Zimbrado, en su texto llamado “El efecto Lucifer. El porqué de la maldad” 2012, la guerra necesita de alguien que la prepare y que la cocine. Sin su inestimable impulso, la guerra, sencillamente, no sucede.
En este sentido, EEUU tiene años acumulando y elaborando armas y preparando ejércitos. Años participando en operaciones militares en el exterior y adiestrando tropas en la guerra. Tiempos de gasto militar desmesurado. Temporadas de venta de armas a cualquier país ansioso por poseerlas. Años de constante intento de desprestigiar a los ejércitos y de hacer uso de ellos para cualquier situación que ocurra, desde un incendio a una catástrofe natural y desde una crisis sanitaria a los problemas territoriales. Tiempos de fomento de valores militaristas como el machismo, la obediencia ciega y acrítica, la falsa idea de seguridad militar, la polarización y la creación de enemigos y tantos otros. ¿No es esto preparar una guerra?
Recordemos que EEUU, según el profesor Michel Chossudovsky, director del “Center for Research on Globalization”, nos recuerda que, siendo aliados de EEUU en la Segunda Guerra Mundial, Rusia y China, pagaron el más alto precio en vidas humanas por la victoria sobre el Eje nazi fascista: 26 millones de soviéticos y 20 millones de chinos murieron en la Segunda Guerra Mundial, mientras que EEUU perdía solo algo más de 400.000 vidas.
Se agrega, según el estudio de Lucas, desde el fin de la Segunda Guerra Mundial (en 1945) hasta hoy, se estima que esa cifra se sitúa entre 20 y 30 millones de muertos, esto es, cerca del doble de muertos en la Primera Guerra Mundial.
“Pero además de los muertos, hay que contabilizar los heridos, que a menudo quedaron mutilados y físicamente impedidos por el resto de sus vidas. Algunos expertos calculan que por cada persona muerta en guerra, hay otras 4/5 personas heridas. Eso significa que el número de personas heridas en las guerras estadounidenses pasan de los cien millones”.
También, el escritor Alfred W. McCoy, en su artículo, “La decadencia y caída del Imperio Estadounidense”, enfatiza: “En 2001 y 2003, EE.UU. ocupó Afganistán e invadió Iraq. Con la arrogancia extrema que ha marcado a los imperios durante milenios, Washington aumentó sus tropas en Afganistán a 100.000, expandió la guerra a Pakistán, y extendió su compromiso hasta 2014 y más allá, exponiéndose a desastres grandes y pequeños en ese cementerio de imperios infestado de guerrillas y con armas nucleares”.
Igualmente, el autor, Kirpatrick Sale, en su artículo, “El colapso del imperio estadounidense”, señala: "Los imperios, porque son colonizadores por definición, se ven obligados a extender el alcance de sus fuerzas armadas más y más lejos, y a ampliarlas cada vez más contra colonias mal dispuestas, hasta que las arcas del estado se agotan, las líneas de comunicación se sobren-extienden, las tropas se hacen poco fiable, y la periferia resiste y termina por sublevarse. El imperio estadounidense, que comenzó su alcance mundial mucho antes de Bush II, tiene ahora unos 446.000 soldados activos en más de 725 bases reconocidas (y un sinnúmero secretas) en por lo menos 38 países en todo el mundo, más una "presencia militar" formal en no menos de 153 países en todos los continentes con la excepción de la Antártica – y casi una docena de flotas perfectamente armadas en todos los océanos”.
Deseamos ahora reseñar partes de una investigación de Misión Verdad, de lo que ellos llaman "cinco frentes globales de conflicto abiertos por EEUU", en 2022 y en este finalizado 2023.
El tema de Ucrania
EEUU entró en guerra contra Rusia en Ucrania desde marzo de 2022. Según el analista, filósofo y analista geopolítico ruso Alexander Dugin, esencialmente, se trata de una guerra civil entre rusos: rusos patriotas contra rusos atlantistas, que han traicionado su identidad rusa, pero los "rusos" atlantistas están siendo utilizados por las fuerzas unipolares de Occidente.
Durante la segunda visita del presidente ucraniano Volodímir Zelenski a EEUU, Joe Biden prometió a Kiev un nuevo paquete de ayuda militar de 200 millones de dólares, para seguir apoyando la guerra contra Rusia.
El tema de Gaza-Israel
El segundo frente de guerra estadounidense está en Asia Occidental. "En noviembre pasado, la revista militar oficial estadounidense Army University Press, publicó un artículo escrito en nombre del Departamento de Defensa de EEUU, en el que se pedía la limpieza étnica de Gaza y la destrucción de Líbano.
"El papel supervisor de Washington, demostrado en las recurrentes visitas del Secretario de Estado, Antony Blinken, tiene que ver con mantener el control sobre un eventual desborde de elementos de la resistencia palestina, campos de gas como Leviatán y el corredor económico India-Oriente Medio-Europa (IMEC, sus siglas en inglés)".
El tema de África
La mano de Washington no está lejos del frente africano (Mali, Burkina Faso, Níger, República Centroafricana, Gabón), maniobrando para quedarse con el control de la región (o al menos disputarles influencia a los poderes multipolares) y deponer la influencia de Francia.
En este sentido, La subsecretaria de Estado, Victoria Nuland, visitó la región africana con el fin de adelantarse al incremento de la influencia de Rusia.
En la región ha quedado expreso el interés de EEUU, al involucrarse en los campos de inversión financiera, en recursos estratégicos, y su despliegue militar, ha colmado casi todo el continente africano vía, el Comando de Estados Unidos para África AFRICOM.
El tema de la Otanizacion (OTAN) del Pacífico y la provocación a China
"La disputa global que alimenta EEUU, llega cerca de las fronteras de China, así lo demuestra la continua injerencia en el conflicto entre el país asiático y la isla de Taiwán, reconocida como parte de su territorio, incluso por Washington, que ha sostenido una "ambigüedad estratégica" cada vez más difícil de demostrar".
Así, "EEUU cuando cambió el reconocimiento diplomático de Taiwán a China en 1979, continuó vendiendo armas a la isla bajo los términos de la Ley de Relaciones con Taiwán. La clave era vender las armas suficientes para que Taiwán, pudiera defenderse de un posible ataque chino, pero no tantas como para desestabilizar las relaciones entre Washington y Beijing. Sin embargo, le ha vendido más de 14 mil millones de dólares en equipos militares".
"Biden no solo ha utilizado poderes discrecionales para aprobar otros 500 millones de dólares en apresto operacional a Taiwán, sino que batallones terrestres recibirán formación en EEUU. Ha buscado aumentar el asedio a China fortaleciendo la Séptima Flota en Japón, es la más grande del país norteamericano con 40 mil efectivos, 70 barcos y submarinos y unos 300 aviones. Tal despliegue, que busca otanizar la región del Pacífico, se ha visto en las guerras de Corea, Vietnam e Irak (1991), y estaría centrado en apoyar a Corea del Sur contra Pyonyang y a Taiwán contra China en posibles conflictos armados".
El tema del Esequibo venezolano
"El Norte Global sigue buscando petróleo y el territorio venezolano está en su mira. Desde hace unos 10 años la petrolera ExxonMobil activó un plan de extracción petrolera y gasífera en las aguas territoriales del Esequibo, espacio geográfico en disputa entre Venezuela y Guyana a raíz del despojo imperial del Reino Unido durante el siglo XIX".
"... el Comando Sur de EEUU ha dispuesto incluir al vecino país en sus maniobras militares conocidas como "Tradewinds", en el mar Caribe, desde 2015, justo cuando ExxonMobil comenzó a explorar ilegalmente los yacimientos y a suscribir contratos con Georgetown-Guyana".
"El brazo militar estadounidense es el que gestiona las relaciones diplomáticas con cada vez mayor protagonismo; así lo demuestra la beligerancia presencial y discursiva de su jefa, la generala Laura Richardson. Fue esta funcionaria quien recibió y presentó a la nueva embajadora estadounidense en Georgetown, Nicole Theriot.
"La más reciente versión de "Tradewinds" contó con la presencia de 21 países, incluidas tres naciones europeas (Francia, Países Bajos y Reino Unido). Se congregaron en Guyana por segunda vez desde que se realizan para desplegar diversas actividades en tierra, aire, mar y ciberespacio, distribuidas en distintas localidades del país, muchas de ellas a lo largo del río Esequibo. Guyana otorgó concesiones de manera ilegal a ExxonMobil en espacio marítimo territorial disputado con Venezuela".
En fin, EEUU parece destinado a ser toda su vida un imperio guerrerista, belicoso, lamentablemente la historia nos dice que terminan siendo presa de su peor negocio.