Según el que se pretende erigir como la máxima autoridad de los países del planeta, Venezuela tiene plazo hasta abril para que respete su condición de colonia. EEUU se encuentra obligado, aunque se le caiga el mundo (que se le está cayendo) que su "candidata única" vaya (junto a otros 12 candidatos) a las elecciones del 2024, lo que evidencia que en el pastizal de la oposición no tiene único dominio.
De qué le sirve una oposición unida que no le copie sus agendas. Una oposición nacionalista que sobreponga los intereses de Venezuela (aunque sea defienda a los empresarios del país). Le resultaría aún más insoportable (y combatible) que el propio chavismo. Si hoy resulta difícil que un candidato de izquierda gane, es más raro y difícil que uno de derecha gane que no le copie, y no sea de su entero agrado.
Lo que EEUU amenaza con cumplir este 18 de abril (cuando se venza el ultimátum) le podría perjudicar más a ellos. Venezuela no puede aceptar chantajes como EEUU se estaría clavando su puñal de cumplir sus amenazas. Ambos países se encuentran cercanos a una elección presidencial, lo que les podría resultar toda una muerte subita los errores. EEUU ya no está en las condiciones del Decreto de Obama.