Algunos pretenden analizar la actual realidad política venezolana obviando un factor fundamental como lo son las sanciones económicas que desde 2014 los EE UU aplica al país.
En este sentido veamos lo que dice el periodista estadounidense Jeff Stein, quien publico en The Washington Post “Guerra financiera: cómo cuatro presidentes de Estados Unidos desataron una guerra económica en todo el mundo”
“…fue el Gobierno de Trump quien de verdad restringió la principal fuente de ingresos de las exportaciones. El 96% de los ingresos de Venezuela por exportaciones provienen de la venta de petróleo. Y lo que Estados Unidos hizo efectivamente en el transcurso de tres a cuatro años fue impedir que se realizaran esas ventas en los mercados internacionales. Y eso realmente estranguló las empresas conjuntas que eran una especie de motor de la economía venezolana, es decir, los acuerdos petroleros que se habían logrado entre productores estadounidenses y venezolanos que les proporcionaban a estos últimos los ingresos necesarios para hacer importaciones de otros países”.
Y más adelante agrega “…Y cuando eso sucedió, pudimos ver, y las cifras son alarmantes, una contracción económica del 71% en Venezuela, tres veces mayor que durante la Gran Depresión de Estados Unidos y mayor que cualquier otro colapso económico en tiempos de paz en la historia moderna, mayor que muchos otros colapsos en la economía de países en guerra, incluyendo Ucrania después de la invasión rusa o Irak después de la invasión estadounidense en 2003. Así que las proporciones son catastróficas”.
No pretendemos desconocer errores y/o deficiencias del gobierno venezolano en la crisis que padece la sociedad actualmente, pero desconocer las sanciones y el impacto que han tenido como estrategia imperial que propiciaba un “colapso” para cambiar el gobierno venezolano, es desconocer realidades más que evidentes.
Que nadie olvide quienes, puertas adentro, auparon la estrategia de las sanciones contra el país. Por mucho que esta reciente estrategia de blanqueamiento a través de la participación electoral de la derecha intente mostrar a MCM y sus aliados como inocentes de las sanciones económicas que causaron la mayor ola migratoria que se conozca en la historia de nuestro país, entre otros muchos males.
El imperio y quienes le sirven seguirán en su empeño de retomar el control de la mayor reserva petrolera que reposa bajo el subsuelo venezolano. Que nadie se confie.