La evolución del capital y su dominio mundial bajo la dirección de Estados Unidos no se detiene sino que ha evolucionado hacia nuevas formas más graves para los países pobres como nosotros e inclusive para los otros países imperialistas, que se ven señoreados y disciplinados en sus iniciativas políticas y económicas por el peso desproporcionado que los Estados Unidos ejerce sobre ellos.
Esta evolución que sería bien necesario sea estudiada extensamente, en nuestro país y otros políticamente enfrentados aunque pareciera que no lo necesitamos, ha tenido su expresión más reciente en unidad de las 27 naciones más desarrolladas bajo la dirección y coordinación de EE. UU., utilizando mediáticamente como justificación la Guerra que mantienen esos países en Ucrania contra Rusia y donde todos participan quieran o no, en razón de esta neo integración imperialista.
Nos encontramos así ante un nuevo gran imperio sin comparación con cualquier manifestación de poder supra nacional que se tenga referencia por que se realiza bajo ciertas condiciones políticas que no podían ser previstas, hasta aun hace poco, como es la influencia significativa de la derecha en todos esos países y bajo cuya égida se realiza esta integración imperialista. La entiendo como una nueva etapa del desarrollo del capital y como tal debe ser entendido y estudiado como emblema de poder, dominación, explotación y también crecimiento capitalista. Significa una nueva etapa del imperialismo global: la unidad de las 27 naciones bajo el dominio de los EE. UU
Esta nueva relación e integración sistémica entre los países imperialistas plantea muchísimas cuestiones todas interesantes e importantes. En primer lugar quisiera indicar que el señorío de los Estados Unidos en la economía imperialista es avasallante, reflejado en el hecho que una sola empresa norteamericana que cotiza en la bolsa de New York tiene más valor que todas las grandes empresas europeas. Esto refleja la fortaleza y el crecimiento continuo de las empresas estadounidenses en comparación con las europeas y se refleja en el dominio de Estados Unidos sobre Europa.
Esta es una de las contradicciones no antagónicas de esta asociación y que para la derecha europea no representa ningún problema que amerite atención urgente.
Asi que en esta nueva etapa imperialista la influencia estadounidense en la política global de las naciones desarrolladas se hace bastante más significativa y se manifiesta de diversas maneras manteniendo y desarrollando Estados Unidos, un papel crucial en la configuración de políticas europeas, alianzas y acuerdos comerciales.
En organizaciones internacionales como las Naciones Unidas, la OTAN, el Fondo Monetario Internacional, la voz y las decisiones norteamericanas tienen un papel predominante por sobre las posiciones europeas, llevándolas inclusive a rechazar sus papeles históricos como son la neutralidad Suiza que ha quedado, en esta etapa imperialista, pulverizada.
La preeminencia norteamericana se impone en aspectos como la cultura y la tecnología de Estados Unidos que han tenido un impacto significativo en muchas naciones europeas. Desde la posguerra, el modelo democrático estadounidense, con su supuesto énfasis en libertad individual y el capitalismo, ha servido como un referente para muchos países europeos que buscan establecer o fortalecer sus propias democracias, principalmente lo que se llama el espacio post soviético, porque en una parte importante de los países europeos imperan formas feudales de gobierno como son las monarquías y donde los habitantes son considerados súbditos en lugar de ciudadanos en el sentido que se entiende en democracias como la de Estados Unidos.
Esta situación es un punto de la agenda de la izquierda para promover cambios revolucionarios en Europa, pero siempre respetando esas formas de unión que ha traído el imperialismo norteamericano y que ya tiene graves consecuencias para todos los países pobres del mundo no incluidos en esta nueva forma de imperialismo global.
Podríamos señalar entonces que se ha dado y está en pleno desarrollo una nueva configuración imperialista mundial, donde los Estados Unidos activamente está atacando a sus enemigos y ganándose otros países vasallos, para sus planes y acumulación de capital.
Para todos los países que quedamos fuera del esquema neo imperialista enfrentar esta situación no es fácil ya que también están intervenidos para limitar sus acciones, pero es necesario también reconfigurar nuestra estrategia de unidad y solidaridad, bajo unos nuevos términos políticos que permitan convencer a muchos de la necesidad histórica de esta acción unitaria.