Es notorio que Estados Unidos está bregando por ser el eje del imperialismo en el mundo, pero también es evidente para el que lo quiera ver, que esa brega es demasiado dura y está corriendo el riesgo no solo de perderla sino de su autodestrucción. De ser afirmativa esta situación hay que concluir que ya Estados Unidos no puede ser el imperialista dueño del mundo. Tendrá que ceder el campo a otros que vendrán con otros programas y otras ideas.
Si empezamos por la deuda total de Estados Unidos esta ha alcanzado un monto de 34,5 billones de dólares, ósea: 34.500.000.000.000 $.
Solo como un ejercicio visual tenemos que los ingresos estimados para nuestro país, Venezuela en el 2024 se calculan en 20.521 millones de dólares, ósea 20.521.000.000. Surge una pregunta obvio ¿Con tanto dinero Estados Unidos no puede vivir bien sin meterse con nadie? ¿Cuánto le suman nuestros pequeños 20 mil millones? Están locos.
Los 34.5 billones de deuda de los Estados Unidos es superior a su Producto Interno Bruto (PIB) que se estima en unos 27,6 mil millones de dólares y por esa deuda están pagando unos 2.740 millones de dólares diarios que al año son aproximadamente un billón de dólares en intereses. Así que desde este marginado y golpeado país, digo que Estados Unidos está quebrado porque sus ingresos diarios son tres veces menor que sus gastos. Quiebra clásica.
Para no llenarnos tanto de números concluiremos con lo siguiente, ya que la deuda pública de Estados Unidos se estima en 34.5 billones de dólares, esto nos da una deuda per cápita de alrededor de 93,764 dólares por persona. Y si el ingreso per cápita se estima en 76.396 dólares, nuestra simple resta nos da que cada habitante de los Estados Unidos si dedicara la totalidad de sus ingresos en pagar la deuda nacional, quedaría aun debiendo uno 17.368 dólares. Deuda impagable, término de ingrata recordación para nosotros.
Para pagar su creciente deuda, los Estados Unidos pueden seguir el ejemplo de Argentina y reducir el gasto público, en áreas como la educación, la salud, infraestructura con lo que puede pagar los intereses y generar millones de desempleados. Qué éxito.
El aumento de los impuestos es otra alternativa, que en estos momentos parece que no es políticamente correcto ya que por otra parte está reduciendo las tasas de interés para incentivar el consumo y soslayar una posible recesión.
La población de Estados Unidos es sistemáticamente despolitizada para que no considere que cualquier persona que no esté vinculado a los empresarios, también puede llegar a dirigir ese país. Pero aun así hay un descontento con el alto nivel de deuda del país que se expresa en debates políticos donde algunas veces exigen a sus representantes que tomen medidas para reducir la deuda. El pueblo norteamericano usa comúnmente la política del avestruz porque no son protagonistas de nada.
Ha habido movimientos y protestas que abogan por una mayor responsabilidad fiscal y una reducción del gasto gubernamental mientras que las encuestas de opinión muestran que una parte significativa de la población está preocupada por el impacto de la deuda en la economía y en las futuras generaciones.
A pesar de que consideramos que Estados Unidos está quebrado, que sus actividades se financian no por el trabajo sino por la deuda, Estados Unidos no va a ceder en su empeño de ser el imperialista líder del mundo empujado por los tecnócratas, políticos, empresarios, judíos y todos los intereses empresariales que viven del modo de producción imperialista. Por ahora