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| Conquistadores desalmados |
Cuando en el siglo XV Cristóbal Colón inicia la conquista de América en 1492 venía bien pertrechado hacia un mundo desconocido, quizás sin imaginar que se encontraría con unos "indios" desarmados y desprovisto de cualquier intención guerrera, entre otras razones porque se ocupaban más de la caza y la pesca para mantener su prole, que de las artes de la guerra entre ellos mismo.
A partir del momento que Colón se aparece ante los Reyes de España con el cuento del "descubrimiento" allá en la metrópoli imperial se desata la fiebre de la conquista y con ella regresan de nuevo por estas tierras, pero ahora cargado de armas blancas y de fuego, como el arcabuz, el trabuco, la lanza y el espaldar metálico, que eran los principales objetos militares utilizados por los soldados hispanos en la conquista del territorio americano.
Aquellas primeras armas traídas a nuestro país por los españoles al comenzar el siglo XVI eran arcabuces de bronce, con primitivos sistemas de ignición por mecha al oído. Para esa época, era aún muy lento el progreso de las armas de fuego, pero muy desgastador para nuestros indígenas, quienes sólo estaban acostumbrados a utilizar su rudimentario arco para cazar y las lanza para pescar.
En su despiadada conquista los españoles aprovecharon todas sus ventajas militares para doblegar a un gran contingente de indígenas, arrasando pueblos enteros tan solo por poseer aquellos toscos artefactos, semejantes a copas, destinados a derribar muros o puertas de fortalezas. Con ese poder bélico y sus almas desalmadas los conquistadores lograron imponer el terror en todo el continente y por supuesto en este territorio conocido como Venezuela.