La prisa por la aprobación de la Ley Bolívar en el congreso del Big Brother, donde votaron hasta los republicanos, es una jugada contra Donald Trump, quien considera una de sus acciones principales, la suspensión de la guerra en todas partes, especialmente en la de Ucrania. Y, por cierto, entiendo que lo único que se aprobó, fue el reconocimiento de Edmundo González como presidente, pero nada de los 100 millones de dólares de recompensa por el asesinato de Maduro y su equipo principal.
El apuro es para tratar de juramentar a González, antes de que Trump se juramente el 20 de enero. Y aunque ya nombró a su gabinete, muy de la ultraderecha, por cierto, de seguro, no estaría de acuerdo con esa decisión, pues es bien sabido los escarceos entre enviados de Trump y de Maduro, en aras de establecer relaciones, o como el propio Nicolás llamó "un nuevo comienzo".
Es un hecho que la administración Biden está tomando una serie de decisiones extremadamente irresponsables, como esa de permitir que Zelenski dispare misiles de largo alcance contra Rusia, lo que provocó la movilización de miles de tropas rusa y coreanas, y la advertencia de Putin -por primera vez- de que responderían con armas nucleares. Y hubo respuesta con el envío de misiles de largo alcance a Kiev.
Esa Ley Bolívar es algo muy traído por los pelos, pero muy perverso al mismo tiempo; porque ateniéndose a ella, tienen soporte legal para enviar grupos paramilitares, en un intento de sabotear al gobierno venezolano. Y además, para financiar y enviar armas a grupos hamponiles venezolanos encargados de crear el caos en el país. Ya el ministro Cabello denunció la desactivación de parte de un plan para encender al país antes de la toma de posesión de Maduro el 10 de enero.
Quizás una de las expresiones más vergonzosas y despreciables, es el video de cuatro venezolanos arrastrándose por los pasillos del congreso gringo, pidiendo la intervención militar de la tierra que los vio nacer y la aprobación de 100 millones de dólares para matar a Nicolás. Obviamente desconocen la historia y a su propio pueblo. Y es correcto lo que dice Jorge Rodríguez, porque gente así debe ser inhabilitada de por vida para ocupar cargos públicos. No quiero imaginarlos de alcaldes o diputados.
Es casi seguro que Trump buscará la manera de desechar esa Ley Bolívar una vez asuma la presidencia, aunque su gabinete es tenebroso, necesita porque sí de Venezuela. Y si está ganado para detener las guerras, buscará mecanismos para acercarse a Maduro, lo cual es una necesidad.
Rafael Rodríguez Olmos
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