A propósito del Canal de Panamá, el recién electo presidente de los Estados Unidos Donald Trump declaro "si no se siguen los principios, tanto morales como jurídicos, de este gesto magnánimo de dar, entonces exigiremos que el Canal de Panamá sea devuelto a Estados Unidos de América, en su totalidad, rápidamente y sin hacer preguntas". "No voy a tolerarlo", manifestó Trump. "Así que, a los funcionarios de Panamá, por favor déjense guiar debidamente".
Para aquellos que dudan aun que el Derecho Internacional hace tiempo que se fue al despeñadero, son interesantes estas declaraciones del inquilino de la Casa Blanca.
"Rápidamente y sin hacer preguntas", ¿cómo se puede interpretar eso?, acaso como una amenaza real de que este pequeño país (Panamá) será invadido si los funcionarios (gobernantes) no se dejan "guiar debidamente".
Es claro que ya todos conocemos al "catire" y que muchos señalaran que son bravuconadas; que mas terrible y temible fue el "bueno" de Obama que no dudo de incrementar la política guerrerista de Estados Unidos en el mundo. Que el catire, como buen actor mediático, lo que hace es recurrir a la agresión mediática para ver la reacción de la víctima y que apuesta sencillamente a que los panameños (léase latinoamericanos), entiendan que lo conveniente es que se dejen "guiar debidamente".
Todo en nombre del comercio, pero sin olvidar el pasado reciente de los gringos.
El Canal de Panamá es la vía navegable utilizada por un promedio de 14.000 buques cada año y es fundamental para las importaciones estadounidenses, procedentes de Asia, así como para las exportaciones de materias primas de este país, incluido el gas natural (GNL).
Estados Unidos construyó el canal y administró el territorio que rodea el paso durante un siglo. Pero en 1977, Jimmy Carter y Omar Torrijos firmaron un Tratado para que el canal volviera a estar bajo control panameño a partir del 1999.
El Tratado establece que la ruta marina permanecerá abierta tanto en tiempos de guerra como de paz indistintamente de la nacionalidad de los buques. Sin embargo, tendrán prioridad las naves estadounidenses y panameñas.
Nadie debe olvidar el terrible papel de los Estados Unidos en las últimas décadas en América Latina. Como, desde 1945 al día de hoy, han impuesto sus intereses a sangre y fuego en lo que han llamado su "patio trasero". ¿Acaso puede alguien desconocer que las dictaduras y gobiernos títeres que mantuvieron a estos pueblos subyugados por décadas, fueron auspiciados por los gringos y sus aliados?.
Hoy cuando soplan vientos de guerra en el mundo los latinoamericanos debemos estar atentos a las pretensiones estadounidenses sobre el Canal de Panamá. Las recientes declaraciones de Trump no deben ser meramente desdeñadas, merecerían respuestas contundentes y unánimes de los Latinoamericanos condenando las amenazas a las soberanías de los pueblos y Estados de Centro y Suramérica.
Carlos Luna Arvelo.
Las ideas que se exponen a continuación están contenidas en un escrito del año 2018, en las que se rememora la invasión a Panamá en 1989. https://www.aporrea.org/internacionales/a272012.html
"Fue la llamada Operation Just Cauce, el Presidente de EE UU George Bush (padre), autorizó la operación a los fines de: proteger la vida de los ciudadanos estadounidenses que residían en Panamá, defender la democracia y los derechos humanos en Panamá, detener a Noriega para enfrentar delito de tráfico de drogas, respaldar el cumplimiento del Tratado Torrijos-Carter.
Fueron más de 500 muertos oficiales los que dejó la invasión a Panamá. Aunque extraoficialmente se habla de cifras cercanas a 4000 personas. Los estadounidenses dispusieron de 26.000 soldados de unidades élites, de los comandos navales, del ejército y la 82 División Aerotransportada para la invasión. Panamá contaba con 12000 efectivos y una insignificante fuerza aérea. La Fuerza Aérea de EE UU probó un armamento de última generación, a través de los bombardeos furtivos F-117 Nighthawk y los helicópteros de combate AH-64 Apache, contra un ejército poco equipado. Sin embargo, el despliegue tecnológico no impidió las numerosas muertes de civiles e inocentes, especialmente ocurridos en el barrio El Chorrillo, que resultó incendiado y masacrado"