El Gobierno de Venezuela condenó el bloqueo económico impuesto por EEUU contra Cuba, desde hace más de seis décadas, por considerar que dicha política viola los derechos humanos de más de 11 millones de ciudadanos de la isla antillana.
"Venezuela (…) demanda al Gobierno de la Casa Blanca poner fin al fracasado y obsoleto embargo económico, así como, la eliminación de la injusta e inmoral inclusión de Cuba dentro los países que financian el terrorismo, ilegales medidas que, lejos de llevarlo a lograr sus fines políticos y de dominación imperial sobre nuestro continente, no han hecho más que vulnerar los derechos humanos de más de 11 millones de cubanos que día a día resisten con dignidad", indicó el canciller Yván Gil en Telegram.
El Gobierno emitió este pronunciamiento luego de que la Asamblea General de la ONU aprobara por trigésimo segundo año consecutivo una resolución que exige a EEUU levantar el bloqueo impuesto hace más de seis décadas contra Cuba.
Caracas felicitó a La Habana por el resultado obtenido, el cual aseguró, ratifica, "una vez más, el apoyo de toda la Comunidad Internacional para el levantamiento de esta criminal y genocida política que tanto daño ha hecho al pueblo cubano durante más de seis décadas".
El Gobierno condenó de "manera categórica las consecuencias humanitarias que resultan de esta ilegal y extraterritorial política de sanciones que, año tras año, no ha hecho más que lesionar al noble pueblo cubano, al violentar toda norma del Derecho Internacional y propiciar daños irreparables a la economía cubana".
En el documento, la administración de Nicolás Maduro reiteró su apoyo a Cuba en esta histórica lucha por la dignidad, la soberanía, la justicia y la igualdad. La resolución contra la política, que Washington define como "embargo", fue aprobada por 187 votos a favor, 2 en contra y una abstención.
Las representaciones de EEUU e Israel votaron en contra, mientras que Moldavia se abstuvo.
El documento llama a abstenerse de promulgar y aplicar leyes y medidas coercitivas, de conformidad con lo estipulado por la Carta de las Naciones Unidas y el derecho internacional, que reafirman la libertad de comercio y navegación.
La votación estuvo acompañada por un informe de la Secretaría General de la ONU, con aporte de 180 países y una treintena de organismos adscritos al foro, sobre los efectos y consecuencias del bloqueo estadounidense.