Salarios dignos es garantía de productividad

Lunes, 02/09/2019 03:17 PM

Pasado agosto y con ello, un año de haberse implementado la Reconversión Monetaria que dio origen al Bolívar Soberano, y la puesta en ejecución del Programa de Recuperación, Crecimiento y Prosperidad Económica, saludamos la postura del Vicepresidente de Economía, Hno. Tareck El Aissami, de ser el único funcionario del Gobierno Bolivariano que se ha atrevido a reivindicar a dicho Plan de Gobierno, señalando como éxitos los siguientes: "la expansión de las fuerzas productivas, incremento de la producción nacional, sustitución de importaciones y construcción de un sistema financiero alternativo, antihegemónico, como por ejemplo, el Petro, que es el primer criptoactivo soberano del mundo, respaldado por las riquezas del país. Estamos generando mayor riqueza y diversificando nuestra economía" (Fuente: Declaraciones a VTV, 31-09-2019). Ante la pregunta del periodista de cómo define esta etapa, Tareck responde: "Estamos en presencia de lo que ha definido el presidente Nicolás Maduro como una "economía post-rentista", una económica real, que avanza hacia una verdadera expansión de las fuerzas productivas, donde se produzcan y se generen bienes y servicios para satisfacción de nuestro pueblo. Estamos en plena fase de recuperación económica, la siguiente fase es crecimiento y prosperidad, ese proceso está en marcha, el 2020 es el año definitivo hacia el despegue y el crecimiento económico real". Y, en 2020, dirá que la recuperación será el año próximo y así sucesivamente, saludamos, en todo caso, la buena fe y las buenas expectativas que aún mantiene Tareck, pero –obviamente- la realidad no concuerda con la visión que expresan sus palabras. Quizás, ha pasado mucho tiempo entre la oficina y los aviones con rumbo a Moscú, Beijing o Estambul, y tratándose de viajes muy lejanos, es obvio que ha perdido la noción de los tiempos que se viven en Venezuela, en especial, los que vive su sufrido pueblo; sobre quienes, la derecha terrorista en cumplimiento de órdenes expresas del imperialismo de EEUU, arremete –ferozmente- contra sus ingresos, pulverizándolos; mientras ellos, incrementan sus ganancias por la vía de los incesantes aumentos de precios, como fórmula de inversión a futuro, una vez caiga el Gobierno Constitucional del Hno. Nicolás Maduro.

La etapa actual, es inédita, pues en 20 años de Revolución Bolivariana. Por primera vez, el Gobierno congela Salarios y Pensiones, mientras ha liberado la economía de todo tipo de control. Mauricio Macri, ha mutado en los funcionarios de la economía nacional, incluido –por supuesto- el Banco Central. Mientras, en Argentina, ya el pueblo le pasó su carta de despido a Macri con efectividad para octubre próximo. En Venezuela, contradictoriamente, Macri goza de buena salud e inspira a un funcionariado en las ideas -nada progresistas- del FMI. Por fortuna, en Venezuela, vivimos en Revolución Permanente y como tenía que ser, la Central Bolivariana Socialista de los Trabajadores y Trabajadoras, se ha plantado firme ante las posturas neoliberales de la derecha enquistada en el Gobierno Bolivariano. Sí, tenemos que señalarlos sin tapujos para que el pueblo los identifique: Ministerio de Planificación y Banco Central de Venezuela, esos son los centros de conspiración que después auspiciarán el acuerdo con el FMI y el endeudamiento generalizado del país. ¡Ojo pelao con esas instituciones! Desde allí, se ha conspirado no solo contra los salarios y las pensiones, sino contra los Contratos Colectivos que han visto mermar sus beneficios, eliminado el Principio Constitucional de la Progresividad de los mismos. Por eso, también debemos cuestionar la actitud complaciente del ministro Eduardo Piñate, quien ha sido y todavía lo es, un trabajador en combate permanente por los derechos de la clase trabajadora, toda su vida, pero que de la noche a la mañana, arrió sus banderas que le caracterizaron para complacer "caprichadas" de una burocracia casada con el factor capital. De allí, nuestro llamado a la rectificación necesaria como lo está haciendo la CBST, y sacudirse de esa burocracia fondomonetarista. Es la hora de los hornos, que ya arden en la precarización y pésima calidad de vida que pesa sobre los hombros de la clase trabajadora; mientras, tenemos una burguesía buchona y resplandeciente, que ha dado muy poco o nada de sacrificios, en función de los intereses del país. Es hora, que los trabajadores y trabajadoras de la Patria, dejen de soportar sobre sus hombros la exclusividad de los sacrificios. El país es de todas y todos!

Hoy, reclama la clase trabajadora un Salario digno, tal cual lo ordena la Constitución Bolivariana. Rechazan, la política de congelación de salarios y pensiones, instrumentada por el BCV -en connivencia con el Ministerio de Planificación- que tan solo promueve, la migración de venezolanos y venezolanas al exterior, y el colapso del inmenso esfuerzo en productividad, que están haciendo trabajadores y campesinos, por la reactivación de la industria y el agro venezolano. Las palabras del Hno. Presidente Nicolás Maduro, de convocarnos a la Prosperidad no debe quedar solo en eso, palabras huecas y sin sentido, sino que deben concretarse en una realidad palpable y deseable para todas y todos. No basta un ajuste digno del Salario y las Pensiones, ancladas al verdadero Petro, que hoy, según la fórmula anunciada en 2018 y abandonada en 2019, ronda el millón doscientos mil bolívares y cuyo medio Petro sería equivalente a 600 mil bolívares, al día de hoy. Debe acompañarse, con medidas enérgicas que garanticen su respeto por parte del factor capital, léase: Fedecámaras, Consecomercio, Lorenzo Mendoza y las mafias del transporte privado, mediante fórmulas de control de precios y ganancias. El reseteo del Sundde, para que pueda dar origen a la Policía Nacional contra la Especulación y el Robo con los Precios. Que la ANC, termine de aprobar la anunciada Ley contra la Corrupción, engavetada por Pedro Carreño. Insistimos, en avanzar a la Petrolización del pago de los servicios públicos comerciales, sus tarifas ancladas al Petro divisa. La eliminación de ese fantoche llamado Petro como unidad de cuenta. En fin, un reseteo necesario para ponerle coto a las fuerzas de choque en tierra (comerciantes y transportistas) que emplea el imperialismo, una vez que bombardea desde el exterior la economía nacional, con su dólar de guerra. Y, finalmente, revertir la política del BCV de dolarizar la dinámica económica nacional. Urge destituir en pleno, toda esa directiva fondomonetarista enquistada en nuestro Banco Central, nacionalizarlo y colocar a su cabeza a verdaderos patriotas. ¿Quiénes? La lista es larga Hno. Presidente, tiene a Pascualina Curcio, Tony Boza, Luis Salas, José Gregorio Piña, Gavazut, Emilio Hernández, y siga contando, que de economistas destacados ha parido esta Revolución por montones. Debe crear Hno. Presidente, un órgano Asesor Presidencial en materia económica, conformada por economistas progresistas, trabajadores y campesinos. Una vez, ejecutado ese reseteo, sí podemos hablar, Pacualina, de una Reconversión Monetaria en base al Bolívar Oro, para fortalecer la moneda nacional e impedir, su manipulación desde el exterior. ¡De la resistencia, es hora de pasar a la ofensiva en Política Económica!

Postcriptum: En 2018, el Mckinsey Global Institute, el think tank de interés privado más importante del mundo, publicó el informe "Puzzle de la productividad", que contradice los principios fondomonetarista que recomiendan congelar salarios y liberar la economía. "Para que aumente la productividad hay que lograr que se incremente, por un lado, la demanda, para que aumente así la inversión de las empresas, y por otro la digitalización de la actividad productiva. Y para ello, señala el informe, es necesario que aumenten los salarios. Sólo cuando esto sucede es cuando las empresas tienen incentivos para invertir en la innovación tecnológica que incrementa la productividad" (Fuente: https://www.elindependiente.com/economia/2018/03/17/economia-ira-bien-si-suben-salarios-y-mal-siguen-bajando/)

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