*El monstruo del dólar arremete nuevamente contra el pueblo
trabajador de Venezuela,* su tendencia al alza nos enfrenta como una
gran potencia independiente de nuestro control imponiéndonos un
período de ajustes y calamidades. Todas las mercancías están ancladas
a su poder, con excepción del salario que se desintegra ante las
constantes subidas del dólar. Todos los monetaristas neoclásicos desde
la escuela de José Guerra y Haussman, los neoliberales del Banco
Central de Venezuela (BCV) hasta los críticos que abogan por el
anclaje del Bolívar al oro exhiben que el problema central es la
moneda, que "hay que atraer monedas" o que se trata de "un ataque a la
moneda", pero nos enseña el viejo Marx que: *"lo que parecen
relaciones entre cosas (el dólar contra el bolívar, el dólar sobre las
mercancías internas), en realidad son relaciones sociales".*
Ciertamente el dólar, como moneda mundial y en general toda forma
dinero, *lejos de revelar el carácter social de los trabajos
privados,* lo que hace es encubrirlos; son formas mentales aceptadas
por la sociedad, y por tanto presentadas como "objetivas", en que se
expresan las condiciones de este régimen social de producción de
mercancías, y en el que la moneda cumple funciones como medio de pago,
atesoramiento y moneda mundial; al respecto nos preguntamos: *¿Qué es
lo que encubre la dolarización en Venezuela?*
1 *. El carácter dependiente de nuestra economía*
Nuestra economía ha estado organizada por los monopolios
transnacionales para a través del intercambio desigual, extraer
plusvalor nacional y realizar en el comercio interno una parte de la
superproducción de mercancías (acabadas o no) provenientes de las
naciones imperialistas, esta organización dependiente de las fuerzas
productivas se ha cristalizado a través de décadas y ciclos de
producción y competencia asimétrica eliminando e inhibiendo cualquier
desarrollo de otras industrias en el país.
Este es un dato estructural de la dependencia comercial, industrial y
financiera respecto a los monopolios estadounidenses, por lo que en la
división internacional del trabajo se nos impone el rol de nación
exportadora de petróleo, "especialización" que genera los valores y su
conversión en divisa mundial (el dólar) a partir de la cual se
efectúan las importaciones de las mercancías que dinamizan los
procesos productivos y comerciales internos.
Explica Samir Amín en su texto sobre el desarrollo desigual que "casi
un 80% del comercio de las naciones dependientes lo realizan con los
países imperialistas o industrializados, mientras que paralelamente
los intercambios internos de las naciones imperialistas se desarrollan
a un ritmo más rápido, de manera que un 80% del comercio exterior de
estas lo realizan consigo mismas. Venezuela como nación
neo-colonialmente dependiente no escapa de esta tendencia, en su
relación de intercambio desigual con Estados Unidos.
No tratamos aquí, la relación Bolívar/Dólar, como si la primera
tuviera poco respaldo de la producción respecto a la segunda como
afirman los "economistas", la moneda dólar emitida desde la Reserva
Federal de los Estados Unidos, es una moneda inflacionaria que busca
valorizarse a través de la producción y expandirse a traves de la
especulación y los intercambios mundiales, tan solo la deuda
estadounidense asciende a más de 114 billones de dólares, y expresa
realmente la tiranía de los monopolios imperialistas sobre la
producción, el comercio y las finanzas globales.
*2. El papel del estado en el encadenamiento dependiente.*
Toda esta penetración transnacional que organiza nuestra economía para
el saqueo de riquezas y de plusvalor en beneficio de las naciones
imperialistas, ha sido facilitada por el carácter también dependiente
del estado- nación; que en épocas de crisis aboga por la política de
atracción de inversiones extranjeras, con que reducen o eliminan las
tasas arancelarias, contraen el gasto público y los salarios, se
promueve el endeudamiento con el FMI en el pasado o con fondos y
empresas privadas del bloque Chino/Ruso en la actualidad, se abren
procesos de privatización de empresas estatales y la participación de
inversiones extranjeras en la empresa petrolera y otros
extractivismos; todas estas maniobras favorecen la prolongación del
carácter dependiente de nuestra economía.
*3. La llamada dolarización de la economía.*
La llamada dolarización de la economía, que expresa el anclaje del
dólar a las ganancias privadas y a los precios de las mercancías
internas, debe su origen a las perturbaciones que se derivan de la
caída de las exportaciones de petróleo que constituían el 95% del
conjunto de las exportaciones, los efectos de las sanciones
imperialistas y los endeudamientos externos, hechos que conllevaron al
estado en declinar en su rol de liquidador de divisas a las empresas y
promover una política de incentivos a la importación (condonación del
pago de aranceles) y a la exportación (reducción de trámites),
liberación del control de cambios.
*¿Quiénes necesitan los dólares y para qué?* la burguesía industrial
requiere importar desde materias primas, repuestos, piezas y partes,
la burguesía comercial requiere importar productos acabados, los
terratenientes importar insumos agrícolas, repuestos mecanizados,
alimentos y vacunas para animales, la banca privada para incrementar
sus capitales especulativos y servir de vehículo para la fuga de
capitales, hasta el gobierno para mantener ciertos niveles de
productividad de sus industrias en especial la petrolera y poder
importar alimentos y medicinas; pero aunado a este dato, el conjunto
de la burguesía, los sectores corruptos, las mafias, incluyendo en
menor proporción la pequeña burguesía *usan el dólar para proteger sus
ganancias* , aquí vemos este factor encubierto y muy determinante de
la dolarización: poner a salvo las ganancias.
Como vemos el objetivo central que encubre la dolarización es el de
proteger las ganancias, la apropiación privada del plusvalor, estas a
su vez, convertidas bajo la forma dólar, se anclan al resto de las
mercancías, con excepción al precio de la fuerza laboral (el salario)
que expresa la fuerza de trabajo, y observamos que en el último año,
el salario se ha devaluado de US$30 mensuales en Agosto de 2018, 2$ en
la actualidad; por lo que concluimos que *la devaluación es un
mecanismo para arrojar a los trabajadores los costes de preservación
de las ganancias y del estancamiento de la producción, ante las
dificultades de importación por las sanciones y la escasez de
divisas.*
Del mismo modo, mientras el dólar sube permanentemente, el salario
mínimo legal se encuentra contenido por decisión del Gobierno
Nacional, reducido a tímidas subidas programadas (que por la vía del
hecho son ajustes), lo que en la asesoría de los neoliberales
contribuye a crear confianza con los monopolios privados y por ende a
"ralentizar la inflación".
Este azote que nos imponen los capitales monopólicos transnacionales
en el país, sólo será superado en tanto _"las condiciones de vida
diaria, laboriosa y activa representen para la sociedad relaciones
claras entre sí y respecto a la naturaleza, es decir cuando el proceso
de producción sea obra de hombres y mujeres librementes socializados y
puesta bajo su mando consciente"_ K.Marx, El Capital I.
¿Estamos realmente ganados a las tareas de la liberación nacional, la
reorganización de las fuerzas productivas internas, liberar del
control de los monopolios transnacionales los principales medios de
producción y productos fundamentales que tanto necesita el pueblo
trabajador? Controlar la producción interna, y organizarla en función
de las potencias contenidas en el trabajo y las principales
necesidades sociales, es el control que realmente necesitamos para
ejercer una consecuente defensa antiimperialista.
El monstruo verde azota nuevamente a los trabajadores de Venezuela
Por: Ricardo Adrián
Sábado, 07/09/2019 01:56 PM