Corrupción en la UCV: Mi solidaridad con los trabajadores y su toma de la Dirección de Seguridad

Jueves, 23/01/2020 07:32 AM

Como lo señala Cécil Gerardo Pérez en su artículo titulado: "¡Gravísima la situación de la UCV!... ¿Y que hará el Consejo Nacional de Universidades?" publicado el 19 de enero de 2020 en el portal ensartaos.com.ve, este artículo que a continuación vamos a desarrollar, pretende formular nuevas denuncias sobre la corrupta gestión de la actual rectora de dicha casa de estudios, Cecilia García Márquez, alias "García Arocha", develando la catadura moral de aquellos que sirviendo a los intereses de la derecha y la oligarquía, pretenden regir los destinos de nuestro país.

Para colocarnos en contexto, Cécil Gerardo Pérez en su artículo nos indica que el 11 de enero de 2020 se dio una información que estremeció el ámbito universitario. Bernardo Pérez, quien fungía hasta hace poco como Vicerretor Administrativo de la Universidad Central de Venezuela (UCV) presentó ante el Consejo Universitario su carta de renuncia irrevocable del cargo que venía ejerciendo desde el 20 de junio de 2008, es decir, desde hace un poco más de 11 años.

Lo escandaloso de la renuncia de Pérez, es que este funcionario de alta investidura universitaria, por lo que significa su cargo, el tiempo en el que lo estuvo ejerciendo y la gravitación de la UCV sobre la sociedad venezolana, es que en la misma realiza un conjunto de denuncias muy graves acerca de lo que el mismo expresa: "El Rectorado ha pasado a asumir atribuciones de intervención en las tareas que por ley y reglamentos son competencia del Vicerrectorado Administrativo produciendo el desmembramiento progresivo de su Organigrama Institucional". Y va desglosando en 8 amplios puntos donde de manera detallada expone los abusos, imposiciones y desafueros de la rectora encargada de la UCV durante estos últimos 11 años y más como es Cecilia García Márquez.

Tal y como lo señala Cécil, en la UCV hubo una serie de rectores que brillaron por su nivel gerencial, por su defensa de la calidad universitaria y de la autornomía responsable tales como Francisco Venanzi y Jesús María Bianco, por sólo citar dos nombres y el último atropellado por los gobiernos de la IV República que se presumían de "democráticos". Sin embargo, en los últimos 20 años, la rectoría de la referida casa de estudios cayó en una pésima dirección, y sobre todo con Cecilia García, que pretendía desde el rectorado erigirse en candidata presidencialo alcaldesa de uno de los municipios más ricos del área metropolitana de Caracas. Esta rectora se apoyaba y apoya en el antichavismo natural de los sectores que tomaron la universidad, no para ponerla al servicio de la sociedad venezolana, sino de intereses grupales, familiares y politiqueros.

Y de ahí que su extremo personalismo y supremacismo le fue haciendo creer que estaba en una especie de monarquía moderna en plena Venezuela del siglo XXI, por lo que su conducta altanera, atropellante y despótica se fue imponiendo en el seno del Consejo Universitario, donde sólo las voces valientes de los representantes profesorales y del gobierno bolivariano que le hacían oposición a sus delirios de grandeza, la contrastaban. Realmente hay que leer el periódico "Plural" publicado por el Frente Socialista Universitario de la UCV donde desde hace muchos años se venía denunciando con datos y soportes todas las irregularidades de las autoridades ucevistas.

Hoy, es importante señalar, que nos ha llegado la información, que sumado a los señalamientos de Bernardo Pérez, un grupo de trabajadores y trabajadoras de la UCV han procedido a la toma pacífica de la dirección de seguridad de la UCV, como una acción de protesta ante los desmanes de la actual rectora de la UCV y de su director de seguridad. Agradecemos al compañero, hermano mayor y camarada Esteban Michelena, quien es uno de los promotores de esta protesta, y a otros compañeros que, por razones de seguridad, preservamos sus identidades.

Nos revelaron los manifestantes que, la situación de la problemática de la dirección de seguridad de la UCV, la cual está a cargo del licenciado Agustín Chirinos y de su mano derecha, Daría Molina (los cuales cumplen al pie de juntillas las instrucciones de la rectora) no es nueva y data de más de dos años, lo cual no es ajena ni desconocida de las autoridades universitarias. Los trabajadores manifiestan y denuncian el hurto y robo de materiales para el correcto cumplimiento de su trabajo como lo son los radios (señalan que no cuentan con más de 10) y de las motos con las cuales hacer los recorridos en la referida universidad.

Han planteado estos trabajadores la situación de esta problemática laboral, teniendo poca o ninguna respuesta por parte de la rectora García Márquez y el resto de las autoridades universitarias. Antes bien, el señor Chirinos y su colaboradora inmediata Molina han procedido a la persecución y despido de aquellos trabajadores y trabajadoras que han sido protagonistas de esta lucha y reclamado sus derechos laborales.

Asimismo, los 4 sindicatos que hacen vida en la UCV están en conocimiento de los planteamientos que estos trabajadores han venido haciendo. No obstante, han tenido pocas muestras de acompañamiento y solidaridad por parte de estos dirigentes gremiales en esta justa lucha que libran estos trabajadores.

Destaca Michelena y sus compañeros de lucha que, a pesar de las limitaciones en cuanto a los implementos para desempeñar de una mejor manera sus labores, y de la persecución a la que son sometidos por parte de los ciudadanos arriba mencionados. Operativa y administrativamente han estado laborando con normalidad. Asimismo, esperan que tanto los 4 sindicatos como ellos mismos les sea concedido un derecho de palabra en los próximos Consejos Universitarios, donde esperan que el punto de los reclamos laborales de la Dirección de Seguridad sea incluido.

De la misma manera, estos trabajadores denuncian que el licenciado Agustín Chirinos no muestra los balances de su gestión ni los libros contables que manejan. Por lo que éste estaría también involucrado en todo el entramado de corrupción del entorno cercano a la rectora Cecilia García Márquez, que para darse caché, se coloca el apellido de su madre, Arocha.

Por ello es que ha ocurrido la toma de la Dirección de Seguridad de estos trabajadores y trabajadoras, donde además de los reclamos señalados, exigen la renuncia de su actual director, Agustín Chirinos, y de su adjunta, Daría Molina, por los presuntos manejos dolosos en los que habrían incurrido ambos.

De hecho, los trabajadores promotores y participantes de esta toma, señalan tener aperturados varios procedimientos administrativos y judiciales donde han procedido a la denuncia de estas irregularidades, los cuales están prestos a exhibir si así le son exigidos, y nosotros tenemos el compromiso de difundir esas pruebas, en próximas entregas y con el desarrollo de más trabajos y reportajes de esta índole.

Pero, además de ello, no se nos olvide que recientemente la rectora García Márquez comenzó a "pedir cacao" y a solicitar al TSJ una prorroga de la sentencia 324 dictada por la Sala Constitucional de ese órgano del Poder Público Nacional en fecha 27 de agosto de 2019, ordenando la realización de elecciones de las autoridades universitarias con la implementación del 1x1, es decir, que el voto estudiantil y el de un obrero o trabajador administrativo valga lo mismo que el de un profesor universitario, en 17 universidades del país. Esta decisión fue ratificada el 27 de noviembre del año pasado, en ponencia de la magistrada de la Sala Constitucional Carmen Zuleta de Merchán.

Este lapso, de seis meses otorgados por el máximo tribunal de la República, vence el próximo 27 de febrero de 2020. Por lo que estas situaciones que estamos denunciando, la rectora y los sectores que la respaldan podrían utilizarlo para señalar como una intervención por parte del Ejecutivo Nacional para "atentar en contra de la autonomía universitaria", y así activar a muchos de sus militantes juveniles y profesorales en acciones políticas contra el actual Primer Mandatario Nacional, cuando de lo que realmente se trata es de un justo reclamo de obreros y trabajadores de seguridad de la UCV.

Asimismo, buscarán con estas acciones desviar la atención sobre la corrupción y una serie de irregularidades que están comenzando a aflorar durante esta gestión de la actual rectora.

Por ello, y como lo solicitan los trabajadores y trabajadoras, además de solidarizarnos en su justa lucha y reclamos, se solicita al CNU, al Ministerio del Poder Popular para la Educación Universitaria dirigido por el compañero César Trompiz, a la Contraloría General de la República y a las más altas instancias del Estado a quienes competa, la apertura de toda una investigación sobre la gestión de Cecilia García Márquez, y la conformación de una Junta Interventora que contribuya al adecentamiento y rescate de lo que alguna vez fue "La Casa que vence las Sombras".

Confiamos en que este modesto petitorio sea leído y tenga la receptividad no sólo ante la opinión pública nacional e internacional, sino de las autoridades correspondientes.

¡Leales Siempre! ¡Traidores Nunca!

¡Independencia y Patria Socialista!

¡Viviremos y Venceremos!

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