"Nos asisten la moral y la verdad, y contra eso nadie puede".
Hugo Rafael Chávez Frías
(Mensaje anual a la Nación, 13 de enero 2006)
Luego de haber agotado todas las vías que ofrece el Estado de Derecho en Venezuela y de haber acudido a las diversas instancias del Poder Moral, como lo son la Defensoría del Pueblo, la Contraloría General de la República y la Fiscalía General de la República, el colectivo de jubilados de Pdvsa explora ahora la posibilidad de llevar su caso a la ONU.
Como es del conocimiento de la opinión pública de nuestro país, un número superior a los 29 mil jubilados de la industria petrolera, petroquímica y carbonífera nacional, hemos venido planteando desde hace varios años, un justo reclamo de haberes e intereses al Estado venezolano a través de Ajip a la primera industria del país, Pdvsa.
Las peticiones de los jubilados petroleros se relacionan con justos intereses devengados por haberes e intereses de ahorros depositados en el Fondo de Pensiones, una organización financiera creada por este colectivo de trabajadores con ahorros y aportes de la empresa, para asegurar el futuro y el de nuestras familias, después de haber cumplido más de 30 años de servicio en la industria petrolera.
Todo el marco legal que cobija las conquistas de los trabajadores está debidamente soportado bajo el marco constitucional. Sobre el tema señalamos recientemente en un artículo publicado en varios medios de comunicación del país lo siguiente:
"Si bien el proceso de jubilación que atañe a los trabajadores del país está contemplado en la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y blindado por la Ley orgánica del Trabajo (LOT), es de interpretación bajo un Estado de Derecho, el respeto a sus conquistas bien a través de un Contrato Colectivo o a través de la normativa de las instituciones que mejoren - según el espíritu de la Ley - la calidad de vida y el bienestar de los trabajadores".
Es bajo este precepto que los jubilados de Pdvsa veníamos recibiendo gananciales de ahorros acumulados a través de los años en el marco de aportes que con ahorros y aportes de la industria, se pagaban religiosamente a los trabajadores, hasta que con la llegada de Rafael Ramírez a la industria, se cambiaron los esquemas de pago y se conocieron, hechos no muy transparentes, sobre el manejo de los fondos de los jubilados.
Uno de los hechos público, notorio y comunicacional fue el conocido "Caso Illaramendi" el cual sorprendió a la opinión pública, durante el mandato del Comandante Chávez y que estuvo relacionado con un mal manejo ante los entes financieros norteamericanos, de más de 350 millones de dólares, vinculados al Fondo de Pensiones de los jubilados de Pdvsa.
A pesar de que el Virrey "rojo rojito" en aquel entonces, enmendó el capote, comenzó allí un calvario para los jubilados debido a que los recursos en divisas allí depositados, fueron perseguidos y utilizados a través de "adefesios jurídicos" y "maniobras financieras" (presunta asesoría de Simón Zerpa) para fines distintos a los que estaban destinados dichos ahorros desde su origen.
Para lograr este exabrupto jurídico, el "Zar petrolero" cambio el marco jurídico del Fondo de Pensiones y sus estatutos (art. 33) para meterle la mano a los ahorros y haberes (capital, bienes e inmuebles e intereses) y utilizar pagares, que si bien desde el punto de vista financiero son procedentes, de los mismos no se han pagado sus intereses a un 9,5%, al colectivo de jubilados, quien espera su pago del monto contabilizado y auditado, el cual supera los 1.750 millones de dólares.
Para los reclamos, como es de conocimiento público, los jubilados de la industria petrolera, gasífera y carbonífera nacional (Pdvsa, Pequiven, Carbo-Zulia, filiales, etc.) han expuesto sus reclamos a través de instituciones del Estado venezolano agrupadas en el Poder Moral y no se ha obtenido una respuesta, así como tampoco de los directivos de la industria, quienes no han respondido al colectivo de jubilados por sus justos reclamos.
Hoy nuevamente el caso del Fondo de Pensiones de Pdvsa salta a la palestra pública ante la posibilidad de que un grupo de jubilados, quienes buscan el apoyo de Ajip y de los grupos organizados de ex trabajadores petroleros, para que se sumen a una nueva vía de reclamo a través de organismos de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas, ONU.
El proceso que está en una etapa de consultas iniciales desde el punto de vista financiero, jurídico y social podría concretarse a través de un petitorio que reúne todos los aspectos e historial de reclamos realizados en un dossier, desde hace varios años al Estado venezolano y a la primera industria del país Pdvsa.
En nota púbica que circuló a través de las redes sociales, la ex vicepresidente de la Asociación de Jubilados de la industria, Ajip y actualmente asesora de la Junta Directiva Helena Pino Blanca, impulsora de esta alternativa, expuso lo siguiente:
"Ante el silencio administrativo de Pdvsa sobre el pago de intereses del Pagaré Pdvsa de 1.750 millones de dólares al 9,5% anual, estoy convencida que debemos acudir al Programa de las Naciones Unidas y entregar un Dossier Petitorio de Ayuda Humanitaria para recibir el apoyo de este programa y con dinero congelado de Pdvsa en el extranjero, USA, por razones humanitarias, lo descongelen y Naciones Unidas nos pague directamente el Total de los intereses de los diversos pagarés Pdvsa, por usar capital de nuestro Fondo de Pensiones".
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El capital – sostiene Helena Pino – fue destinado para invertir en proyectos nacionales como emisión de Bonos Pdvsa, Gran Misión Vivienda Venezuela, etc.
Es de conocimiento público y comunicacional que por decisión de la Junta Directiva de Pdvsa, cuando la gestión de Rafael Ramírez Carreño, asesorado por su mano derecha financiera Ramón Zerpa (entonces en la industria) se dispusieron divisas de nuestros haberes e intereses del Fondo de Pensiones, para otros fines que legalmente no eran permitidos. (Malversación de Fondos).
Para la asesora de Ajip, Helena Pino esta institución debe actuar rápidamente y pronunciarse. No obstante, para ello se ha decidido crear una comisión que podrían integrar miembros del colectivo de jubilados con integrantes cómo Omar Antúnez y José Castillo, entre otros, para llevar adelante esta acción y hacer este legítimo reclamo a las Naciones Unidas, que tiene sede en Caracas.
El Dossier del Caso Petitorio Humanitario – según Pino – explicaría la situación de alta vulnerabilidad, pobreza y amenaza de muerte de los jubilados y sobrevivientes de Pdvsa, filiales y Pequiven a nivel nacional a los cuales podrían sumarse reclamos médicos y reembolsos de Sicoprosa.
El propósito - según la jubilada ex miembro de la Junta Directiva de Ajip y actual asesora -, de lograrse la acción "favorece a Pdvsa y al Estado venezolano, como deudores, porque con dinero congelado que está inutilizado en bancos extranjeros se puede dar la vuelta a la situación negativa para resolver, en algo positivo, con la visión de ganar ganar para todas las partes involucradas, con respecto a la deuda parcial de Pdvsa por usar el capital del Fondo de Pensiones.
Las posibilidades que se abren son infinitas si la buena voluntad se suma al propósito de rescatar los bienes que nos pertenecen expresados en ahorros depositados en el tiempo por el colectivo de jubilados de la industria petrolera, gasífera y carbonífera nacional, Pdvsa.
En tiempos donde los piratas han vuelto a renacer y las maniobras financieras en el mundo están en manos de impostores, quienes no respetan a los Estados y a las Leyes Financieras internacionales, es tiempo de actuar y no quedarnos con las manos cruzadas. Es por eso, que de buena fuente conocimos, que Helena Pino podría renunciar a Ajip de no contar con su apoyo para este justo reclamo.
Ajip y las demás organizaciones del colectivo de jubilados del país tienen la palabra. Debemos unirnos para apoyar esta iniciativa ante la ONU y sumar toda nuestra energía para fortalecer la lucha por el rescate de nuestros haberes e intereses del Fondo de Pensiones y para normalizar el estatus legal de nuestra organización financiera FDP de Pdvsa… ¡Justicia ya!
¡Amanecerá y veremos!