Qué vaina Nicolás. Ayer nos llamaste para desarrollar un debate creativo con planes e ideas para la producción de alimentos, y acto seguido, nos formaste rolo y burro y tronco ‘e peo por televisión a los pelabola que te acusan de neoliberal porque impusiste el dólar criminal del BCV, como válvula de escape, para adquirir la proteína animal, los medicamentos, y las bombonas de gas, a quienes ganan 3 dólares mensuales. ¿Es así como le diste comienzo al debate de altura? No me jodas.
Vociferaste orgulloso que tu gobierno está produciendo junto con los burgueses para poder alimentarnos a nosotros los trabajadores. Desde el burgués pequeñito hasta el "grandote", porque tú no le tienes miedo al capital privado, y como no le tienes miedo, no tienes ningún problema en pactar con ellos para que nos ayuden a combatir los ataques del imperialismo.
Es decir, que tenemos que esperar a que derrotemos al imperialismo yanqui, para romper el pacto con la burguesía, y luego esperar a que nos des la orden de defendernos de nuestros enemigos de clase que nos están robando el salario cada quince y último, incrementando así la brecha entre pobres y ricos.
Nicolás, ¿a ti de verdad te parece fácil enfrentar una invasión yanqui con una sociedad groseramente dividida en clases sociales y estratos económicos? ¿Tú piensas agrupar en el mismo batallón a la burguesía revolucionaria y a los trabajadores que ganan 3 dólares mensuales? ¿O será más bien algo así como un batallón de blancos y un batallón de esclavos, juntos pero no revueltos, y ambos rodilla en tierra contra los invasores?
Tú dices que no le tienes miedo al capital privado. Por supuesto que no, porque tú no haces mercado. En eso estamos claros. Quienes sí tiemblan, pero no de miedo, sino de pánico, son las madres cada vez que van al abasto y se encuentran que los alimentos suben de precio todas las semanas con el dólar criminal del BCV, mientras ellas siguen ganando 3 dólares mensuales. Presidente, imagínate por un momento lo que sentirán cuando tú les digas que tienen que enviar a sus hijos malnutridos a la guerra. Sería una soberana coñoemadrada, de verdad.
El pacto con la burguesía no es nuevo. Recordemos que el 21 de julio de 2017 en la sede de Pdvsa La Campiña, tú mismo les dijiste a los empresarios reunidos allí, que tú eres su mejor aliado. Si, así lo hiciste saber a los burgueses presentes con estas palabras elocuentes: "Tienen en mí al más grande aliado que jamás tendrán en la historia de la República". Coño, no es cualquier cosa. Me sentí profundamente despreciado por el Presidente que llevé a Miraflores con mi voto para que luchara contra la lógica del capital.
Y siempre no los restriegas en la cara. El 4 de septiembre de 2019, durante una alocución desde la fábrica de pastas Capri, en Carrizal, nos diste otro golpe bajo: "La revolución socialista es la mayor aliada y la mayor garantía del sector privado".
Lo tenemos bien claro. Por eso es que no le tienes miedo a la dictadura del capital. Porque ya el Presidente Obrero forma parte de esa dictadura. ¿O es que tú le consultaste al pueblo que ibas a dolarizar los alimentos y medicinas, y a bolivarizar los salarios? No, por supuesto que no. Así es la dictadura del capital.
¿Se te olvida que hay niñas, mujeres embarazadas y abuelas que tienen varios años comiendo basura en la calle? ¿O vas a utilizar el comodín del bloqueo para evadir tu responsabilidad? Nunca tocas ese tema, como que si no fuera contigo. Lástima que el hambre no se contagia como el Covid-19, porque podría ser la salvación de muchas niñas, niños y adolescentes que están en este momento sufriendo de malnutrición, con daños irreversibles, tanto físicos como psicológicos.
Yo no sé si tú estabas presente en el Aló Presidente Teórico Nº 6. En esa oportunidad, Chávez hizo referencia a la alimentación en un país bloqueado. Esto dijo:
"(…) hay necesidades que son básicas para la vida, la vivienda, la salud, los servicios, agua potable, energía, la educación. El socialismo tiene que solucionar eso. Fíjense Cuba. Cuba bloqueada, agredida, eh, y sin embargo en Cuba ustedes no ven un niño en la calle, un niño sin escuela, ese problema lo soluciono la Revolución Cubana (…) Fidel me dijo un día: "Chávez aquí podremos vivir en carpa, si hubiera que vivir en carpa, pero lo que no puede faltar es la alimentación para el pueblo".
¿Cómo te quedó el ojo, Nicolás? No podemos justificar la presencia de venezolanas y venezolanos comiendo basura en la calle con el comodín del bloqueo del imperialismo yanqui. Y mucho menos cuando vemos a la clase política comiendo en restaurantes de carnes, y comprando en bodegones de exquisiteces importadas, como el Supermercado MEGASIS que el gobierno promociona, por ejemplo.
Son unos sinvergüenzas. Viven con más privilegios que cuando producíamos 3 millones de barriles de petróleo a 100 dólares el barril. Casi todos engordaron después de que asesinaron al Comandante. Qué cagada.