Evo Morales, en el Congreso bicentenario y el contrato de los trabajadores de la docencia

Jueves, 24/06/2021 02:36 PM

Por el título, comenzaré por denunciar a las cúpulas sindicales de los docentes, del gobierno y la oposición, de la derecha y hasta la supuesta izquierda, que se dan de manos derechas, buscando la manera de acordarse con el patrón en un contrato de trabajo, sin que los primeramente interesados en ello, los docentes, sepan la más mínima cosa y menos se les haya tomado en cuenta para la elaboración de las propuestas.

Los dirigentes sindicales del gobierno, según el discurso, la inventiva, de la izquierda y "revolucionaria", porque el calificativo les hace falta, proceden como si fuesen de la derecha, lo que en realidad no es imaginación ni un supuesto; pues proceden y toman decisiones sin tomar en cuenta para nada a las bases del magisterio; esa es la realidad y el fundamento para la definición exacta. Y estas, "las bases del magisterio", están formadas por partidarios del gobierno, militantes o no del Psuv, de los demás partidos y una aplastante mayoría de independientes. Pero para aquellos, como para quienes dirigen los gremios "opositores", si es valedero el término, la opinión de los trabajadores no tiene ningún valor ni interés. Y no parece valedero, porque esa práctica, la de ignorar a las bases, está diseñada y hasta acordada para favorecer a la parte patronal. Es decir, es una mañosa práctica de la derecha y una versión del autoritarismo y coherente con el interés del capital y su agente, el Estado.

Comienzo a hablar de esto, por denunciarlo, lo que no veo a nadie haciendo, y porque Evo, en su discurso de ayer, según mi información, en una plenaria del "Congreso Bicentenario de los pueblos del mundo", hizo alusión a sus tiempos de dirigente sindical y porque allí, en el público, había muchos de estos también sujetos a las argucias patronales para entramparlos.

Evo hizo alusión a una experiencia suya y sus compañeros, derivada de sus luchas en Bolivia, como dirigente sindical. Refirió, como el Estado y las clases dominantes de su país, privilegiaban el discurso según el cual, el movimiento sindical y sus dirigentes no tenían por qué involucrarse en la política.

No habló Evo de nada nuevo, distinto a lo que esas clases dominantes y Estados de otros países siempre habían hecho y hacen. Es una muy vieja y extendida concepción para sacar a los trabajadores del interés de plantear y luchar por reformas inherentes al Estado y la sociedad toda, dada la fuerza vital de ese universo. Lo significativo fue que, Evo hizo su advertencia, como quien "habla de la soga en la casa del ahorcado", pero sin saberlo.

Una de esas trampas es la ya denunciada. Asistir a discusiones contractuales sin que la masa trabajadora conozca nada sobre el tema y no tenga fundamentos, deseos ni sienta siquiera el derecho a reclamar por lo suyo. De esa manera, la parcela sindical y el patrón, tienen mayor margen de maniobra para acordarse, aunque aquella termine perjudicada.

Así como se le trata de convencer y hasta imponer al movimiento sindical no incursione en los espacios de la política, que lo son del Estado y la sociedad, también se les impone ignorar a las bases para hacer las cosas más rentables y menos engorrosas. Que los acuerdos entre ellos lleguen sin tropiezos y las relaciones se mantengan en el más alto nivel de cordialidad; así hay "pa`" todos.

Pero hay algo más que voy a dar por un hecho; Evo Morales desconoce qué hacen esos sindicalistas en Venezuela, como que se ocupan de la política por la política misma y la razón fundamental de su existencia, la lucha por los trabajadores y sus relaciones laborales, para ellos, carece de interés. Y eso, se les impone desde el Estado "revolucionario"; como que, quien no acate la norma y se ponga a reclamar por los salarios, "no va para el baile". Si no me lo creen o no lo cree Evo, que le pregunten a pregunte a muchos, entre ellos a Pascualina Curcio.

Y esto merece ser comentado, pues como dije antes, Evo, a sus supuestos compañeros y aliados venezolanos, por eso del internacionalismo, habló, sin quererlo o saberlo, "como quien nombra la soga en la casa del ahorcado".

En Venezuela lo denunciado por Evo, sobre todo entre quienes apoyan o forman parte del gobierno, la misma desviación funciona al revés, pues es lo mismo, al relacionarlo con el consabido asunto de la lucha de clases y su versión específica, del asunto salarial.

La gente del gobierno y sus partidarios, se han ganado a sus dirigentes sindicales para que hagan de esquiroles y saboteadores de las luchas de los trabajadores por sus mejoras y, en lugar de eso, pongan énfasis en hacer, no política, pues sería ese un calificativo como demasiado dignificante, sino politiquería para conquistar votos. Esos dirigentes sindicales, pudiera no saberlo Evo, se dedican a contener las luchas de los trabajadores contra el capital, estatal y del sector privado, para no afectar la estabilidad gubernamental y mantener lo mejor posible, las relaciones entre los gobernantes y el capital. Es entonces, un dedicarse sólo a hacer politiquería y engavetar los reclamos sindicales y contener las luchas de los trabajadores por sus mejorías y cambios del modelo.

Sería interesante que Evo averigüe, cuántas huelgas, paros legales, se han hecho en Venezuela en estos años, siendo este el país donde los trabajadores reciben los más bajos salarios del mundo y además están desasistidos de todo.

Es posible que Evo se vaya de Venezuela y no encuentre a nadie que le abra los ojos sobre ese asunto y hasta lo es también, que muchos de los participantes en ese evento, que escucharon al expresidente boliviano hacer alusión a las argucias y falsas concepciones que la clase dirigente trata de implantar en la mente de los trabajadores y su dirigencia, pasen por alto que, sin quererlo, estaba planteando un asunto que, en Venezuela y, particularmente entre la gente revolucionaria, progresista, de izquierda que hay en el gobierno, debe revisarse.

Quizás Evo, sin darse cuenta, con toda certeza, dada su natural discreción, "nombró la soga en la casa del ahorcado", porque no sabía la causa de la muerte del acostado en la urna en aquel velatorio. Pero, dado que eso dijo, sería bueno, sus palabras sirvan ahora para revisar "lo que sea revisable", desde esa perspectiva, empezando por la concepción sobre ese y tantos asuntos que tienen mucho de los allí presentes.

 

 

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