Nicolás, hace unos días, el miércoles 22 de septiembre, anunciaste en cadena nacional que el gobierno tiene que avanzar en facilitarle la vida a quienes se "atrevan" a convertirse en emprendedores. Esto dijiste:
"Tenemos que avanzar dando pasos en facilitarle la vida a todos los [emprendedores] que ya existen, y facilitarle la vida a los que se quieren atrever, a los que quieren crear su propio emprendimiento".
https://www.youtube.com/watch?v=QwQuJF4qa4A
No sé por qué, pero inmediatamente me surgieron dos preguntas: ¿No será más bien que tienen que avanzar para facilitar la reducción del Estado como lo exige el FMI? ¿Y qué va a pasar con los empleados públicos, jubilados y pensionados, que no estén dispuestos a arriesgarse como emprendedores para poder adquirir la cesta básica que tú como patrón no les garantizas?
Por otro lado, dijiste que por recomendación de la directora de la CEPAL, Alicia Bárcena, y dado que tú estás consciente que los grandes empresarios acceden con mayor facilidad a los créditos de la banca, anunciaste la creación de un fondo especial de financiamiento a los emprendedores.
Presidente, ya que estás empeñado en gestionar el capitalismo neoliberal, se me ocurre que también podrías escuchar a la ex directora del FMI, Christine Lagarde. En diciembre de 2014, en un encuentro con jóvenes emprendedores en Perú, Lagarde le recomendó al entonces presidente y converso neoliberal, Ollanta Humala, que el financiamiento debe ser diseñado tomando en cuenta que los emprendedores no siempre van a triunfar. Esto dijo:
"Los esquemas de financiación deben ser diseñados de tal forma que el fracaso esté bien. No vamos a tener éxito cada vez que emprendamos. (…) Los empresarios más exitosos y aventureros han fracasado, y han aprendido de eso, y lo han vuelto a intentar".
Creo que estas palabras motivadoras de Christine deberías trasmitírselas al diputado burgués Orlando Camacho, al diputado marxista Jesús Faría y al economista y diputado Maduro Guerra, para que lo tomen en cuenta en la elaboración de la Ley de Nuevos Emprendimientos. Y también deberías advertírselo a los empleados públicos, jubilados y pensionados cuando les hagas un llamado a aventurarse para competir con la burguesía revolucionaria de Castro Soteldo.
Con esta Ley de Nuevos Emprendimientos, los empleados públicos no tendrán más excusas para molestar a Diosdado Cabello, a Jorge Arreaza o a Ernesto Villegas, con esa pedidera de plata vía twitter para sacarse un examen médico o para enterrar a un familiar.
Si pierden la competencia con la nueva burguesía o con los monopolios, solamente ellos serán los culpables de su derrota, y serán señalados por la burocracia como unos pobres perdedores que le tienen miedo al éxito, tal cual lo predican los libros de autoayuda y superación personal. Ya no se podrá decir que en Venezuela hay desempleados, no, sino más bien que hay emprendedores fracasados.
Qué vaina, Nicolás. A diferencia de lo esperado por el Comandante Chávez, ahora surgieron dos hombres nuevos muy diferentes al hombre nuevo con el que soñábamos antes de que tú llegaras a Miraflores. Por un lado, la gestión de CADIVI, el desmantelamiento de PDVSA y demás empresas del Estado, parieron a los nuevos ricos, y por otro lado, el capitalismo neoliberal parió al emprendedor. Este es el nuevo hombre individualista que necesitábamos para dividir más aún a la clase trabajadora y desmontar el legado socialista de Chávez.
Ahora el empleado público que esté dispuesto a arriesgar, o como tú dices, que esté decidido a "atreverse", no tiene por qué seguir "lloriqueando" por la indexación salarial, y podrá renunciar a sus prestaciones sociales que le pertenecen por derecho. Y en lugar de invertir sus prestaciones en un negocito, ahora tendrá que pedir un crédito que deberá devolver a la banca. Bravo Nicolás, ahora sí los trabajadores estamos venciendo.
Nada que envidiarle a las políticas de Macri y Piñera. Ambos presidentes neoliberales ya engañaron al pueblo argentino y al pueblo chileno con el mismo discurso. Al igual que tú, exhibieron por televisión unos poquitos casos exitosos para esconder o disfrazar la promoción de la precarización laboral que les exigió el FMI, como la nueva forma de dominación contemporánea del capital. Y por supuesto, la gran mayoría de los emprendedores no lograron superar el salario mínimo. Y eso tú lo sabes.
Aquí en Venezuela, muchos trabajadores que con Chávez tenían seguridad social, ahora se han visto empujados a competir en el "libre" mercado controlado por los monopolios, y resulta que terminaron vendiendo productos de Alimentos Polar en sus casas o apartamentos, y los promocionan por whatsapp. Muy triste todo esto, de pana.
Hay quienes esta falacia la llaman "El sueño del emprendimiento". La presidenta del Banco del Tesoro, Eneida Laya Lugo, siempre nos lo recuerda por twitter con su eslogan encantador para atraer incautos: "Financiamos sueños". Qué bolas. Y pensar que la mayoría de los empleados públicos odió a Chávez y celebró su asesinato, pese a que fue el Comandante quien les pagó los pasivos laborales que se originaron durante la IV República.
Y por último, Presidente, me preocupa el futuro de los funcionarios públicos, civiles y militares, tanto los elegidos de manera directa como también los empleados de confianza, cuando terminen sus funciones dentro del Estado. ¿Será que les tocará ir a la Escuela de Emprendedores y Emprendedoras que creaste, para que puedan sobrevivir con un negocito, o podrán pasar directamente a convertirse en burgueses revolucionarios apoyados por el Estado, tal cual lo planteó tu hermanazo Castro Soteldo? Es todo.