El salario mínimo a ½ Petro obliga a marcar de cerca a comerciantes, monetaristas, sus seguidores. ¡Que la historia no se repita!

Viernes, 04/03/2022 03:04 PM

Ya antes, cuando aquel pomposo programa de derrota al "dólar criminal", se fijó el salario mínimo en ½ Petro. Y eso no salió en gaceta y no se hizo oficial, no pasó de un eufórico discurso y promesa incumplida. Los monetaristas entonces impusieron su ley. Y apareció, de donde uno menos lo esperaba, el adalid de aquello, un ex militante comunista e hijo de uno de los padres fundadores. Ahora, Maduro vuelve con lo mismo y por eso, uno debe pelar los ojos y, como los buenos estrategas del fútbol, poner marcaje sobre todo el equipo contrario, sabiendo lo que en ellos hay. Pero también mirar muy de cerca "a los nuestros", "a los de la clase obrera", donde hay todavía mucho saltador de talanquera y salidos del vientre de un caballo de Troya. Y por supuesto estar pendiente de no caer en las redes de los encantadores de serpiente

En la jerga del fútbol "marcar de cerca", es montar vigilancia estrecha a determinado o determinados jugadores. Hay de estos, como Messi o Ronaldo, que si no se les marca con tenacidad, paciencia y hasta fogosidad al mismo tiempo, hacen mucho más de lo que acostumbran.

Estos, me refiero a los antes nombrados, Messi y Ronaldo, son como lo fue Maradona, dicho así para no despertar malos sentimientos. Son jugadores que se valen por sí solos, basta que tomen el balón, para que desde la media cancha, en base a sus habilidades, se lleguen hasta dentro de la portería sin necesidad de patear, simplemente aquél colocan con sutileza. Uno de los tantos goles que anotó Maradona, y no me refiero al de "la mano de Dios", pues de esos buenos goles suyos hay una cantidad casi infinita, es aquel anotado después del ya mencionado, cuando viniendo de la media cancha, dejó a sus espaldas hasta al mismo portero..

Mi conocimiento del fútbol no llega muy lejos, por eso voy a recordar a dos jugadores como humildes, sin esa aureola de los antes nombrados ni de los de grandes cuentas en dólares por los salarios ganados, sino por la magia, sutileza, tino y certeza en el manejo del balón. Uno de ellos fue Carlos "El Pibe Valderrama", teniendo el balón en sus pies, muy atrás de la media cancha, llevaba la mirada adelante, hasta lejos, a la delantera donde estuviese el mejor de los suyos colocado sin marca alguna y allá, justo al pie apropiado para patear al arco de inmediato, ponía el balón sin lanzarlo a lo alto, sino como si pusiese un tubo, un canal, entre él y su destino. Y algo de eso, solo que con mayor movilidad, tuvo Juan Arango.

Por eso, a estos jugadores, como a los primeros nombrados, había que marcar muy de cerca, evitar hasta que tocasen el balón, porque hacerlo era un peligro y demasiado riesgo para el contrario.

Mucha gente, que esto leerá, sabe lo que ha venido planteando en materia salarial Pascualita Curcio. Es más, de acuerdo a lo que he leído hoy acerca de la decisión tomada por Maduro en materia salarial, lo de elevar el salario mínimo, es en buena medida aceptar lo que aquella ha solicitado; pues se trata de hacerlo, indexando nuestra moneda nacional al Petro.

No es que los "dirigentes laborales", clase dudo que exista, lo han solicitado, sino que no queda otra alternativa, salvo que el país termine quedándose desolado y el gobierno sin los votos necesarios para derrotar a cualquier acuerdo oposicionista, aunque este sea de cuatro gatos. Además, hoy en realidad, el salario que pagan los privados está por encima de eso que ha acordado Maduro y aún así seguirá siendo de los más bajos en casi todo el mundo. Y no es que los inversionistas y empresarios nuestros sean por demás generosos, sino que saben bien, que aún lo que pagan es poco para las gananancias que reciben y de no hacerlo, hasta ellos terminarían sin tener trabajadores. La diáspora no es un invento, sino que nadie en este país y en ningún otro, puede vivir con menos de 2 dólares mensuales cifra infinitamente inferior al sólo costo del pasaje para llegar al trabajo y regresar a casa.

Por ejemplo, para arreglarme la nevera, lo que pude hacer por la ayuda de dos amigos, pagué 30 dólares, es decir más del salario mínimo mensual acordado ahora por Maduro, por una tarea que demandó una media hora de trabajo y un sólo trabajador. Lo demás y más costoso, fueron los repuestos requeridos. Esa simple reparación, de un artefacto de gran utilidad en cualquier casa, tuvo un costo superior a mi ingreso de docente de educación media, director, jubilado con más de 30 años de servicios.

Los más afectados en realidad han venido siendo los trabajadores al servicio del Estado, incluyendo quienes trabajan en las empresas que a este pertenecen. Pero aparte de eso, benefician enorme y descaradamente al capital, que fija salarios partiendo de aquella miserable referencia, lo que permite explotar de manera inmisericorde y de paso dejar la falsa sensación de generosos.

Pero hay algo peor, esa injusticia, crueldad, contra los trabajadores activos, pensionados y jubilados, ha sido sustentada y hasta justificada en el monetarismo, concepto impuesto al equipo económico estatal por la élite dominante, del cual ha sido portavoz Jesús Farías. Según este, no se puede aumentar salarios porque no hay dinero para eso e incrementaría el consumo y en consecuencia dispararía más lo que llaman híper inflación.

Pascualina Curcio y un pequeño grupo de técnicos, alentados por una enorme masa de depauperados y hambrientos, han demostrado la invalidez del juicio monetarista, defendido por Jesús Farías, haciendo el rol de abogado del diablo, lo que sin duda, aparte de los factores políticos en juego, ha obligado al gobierno a reconocer lo injusto de lo que se ha venido haciendo en materia salarial, de lo que sólo ha sido beneficiado un pequeño círculo capitalista.

Pero uno espera, vendrán las reacciones. Es cierto que el valor del salario, según lo declarado por Maduro, para quien entramos en una etapa de recuperación, se ha indexado al Petro. Medio Petro será el salario mínimo y en esa misma proporción se trasladará a las distintas tablas salariales. Esperamos que eso salga esta vez en la gaceta.

También es cierto que, los precios de los productos en Venezuela, en buena parte importados, han estado indexados al dólar. Como también es verdad que, los comerciantes, uno supone que la norma viene desde lo más alto, dada la estabilidad cambiaria habida en los últimos tres meses, siempre han encontrado la manera de subir los precios. Pese, la tasa de cambio no ha variado o en buena medida ha estado estable, los precios siguen moviéndose hacia arriba.

El ingreso del trabajador venezolano, por efecto del aumento salarial, que no se atiene al dólar, como que quienes contratan fuerza de trabajo o prestan servicios, no se verán afectados, pues ellos deberían limitarse a cobrar como lo venían haciendo, en dólares y sujetos a la tasa de cambio del día, va a permitir o debe permitirle una mayor capacidad de compra. Esto sin duda, alentará a los monetaristas para volver por lo suyo, más cuando tienen aliados en el gobierno. Y entonces, quienes adentro producen, en lugar de aceptar el reto y aumentar la producción, dado que habrá más demanda y más oportunidades de ganar, pudieran limitarse a seguir produciendo lo mismo y optar por lo más fácil, subir los precios. Lo que pudieran hacer también quienes importan, pese la medida para nada afecte la relación bolívar-dólar.

Por todo eso hemos dicho que, la medida de aumento salarial con indexación al Petro, obliga al gobierno a poner énfasis en el marcaje, como en el fútbol. Hombre a hombre y hasta hacerlo con quienes están adentro, en el equipo, que pudieran jugar a favor del contrario.

Esto implica llevar a cabo algo que Maduro dijo hace poco, pero que suele decir sin consecuencias, revisarse hacia adentro y asegurarse que los hombres de los cuales dispone, estén dispuestos a marcar hombre a hombre al contrario y no permitirles trampas y malas jugadas. Pero también, ingeniarse para encontrarse con todos aquellos interesados en que medidas como estas tengan éxito. Y cuidar que, desde dentro, "los introducidos" en modernos caballos de Troya, hagan de las suyas.

Es necesario movilizar al pueblo, a los trabajadores, organismos del Estado, para vigilar atentamente. Que las denuncias, lejos de ser desestimadas o calificadas como contrarias al gobierno, se tomen en serio y den motivo a sanciones para evitar que, los monetaristas, por la vía del chantaje y la trampa impongan sus "verdades".

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