Maduro y sus burócratas sindicales presentan como gran logro un salario que no cubre ni 10% de la Canasta Alimentaria

Domingo, 06/03/2022 06:34 PM

Un nuevo salario mínimo de ½ petro y aumento del cesta-ticket, que sumados rondan los 38$ al cambio actual, mientras la canasta básica alimentaria se acerca a los 448$ según estimaciones del Cendas, siendo el doble la canasta familiar de acuerdo a la normativa, es decir, alrededor de 900$. Siguen siendo parámetros de miseria para la clase obrera. El próximo 09/03 volvemos a manifestar por salarios y pensiones iguales a la canasta básica.

Poco menos de cinco kilos de carne, ese es el poder adquisitivo del nuevo salario mínimo mensual anunciado ayer por Nicolás Maduro en el cínicamente llamado "congreso de la clase obrera", en el Poliedro de Caracas. Esa instancia que monta el Gobierno junto a los burócratas sindicales que apoyan sin rubor todos los ataques antiobreros que durante años y años este ha llevado a cabo.

El salario mínimo estaba estancado en 7 bolívares desde mayo del año pasado, es decir, desde hace casi un año el salario mínimo oficial era el equivalente a 1,6 dólares. No estamos hablando ya de un salario de hambre sino de un salario de muerte, porque es evidente que con menos de dos dólares al mes no es que se pasa hambre, sino que cualquiera se muere. Mientras organismos internacionales fijan en menos de dos dólares al día el parámetro para clasificar a una persona bajo el umbral de la pobreza, aquí hasta ayer ese era el monto del salario mínimo no de un día, sino de todo un mes. ¿En qué nivel y clasificación de pobreza entra eso?

Ahora lo han aumentado a medio petro, es decir, 126 bolívares, aproximadamente 28 dólares, calculado según el dólar oficial, que como sabemos, no es el que mayormente toman en cuenta los comercios. El cesta-ticket, que estaba en la totalmente insignificante cifra de 3 bolívares mensuales, estaría llegando a 45 bolívares, unos 10 dólares. Es tan insólito el nivel casi inexistente del salario del que se parte, que el aumento, en términos porcentuales, es "enorme", ronda 1.700%. Pero obviamente cuando se lo compara con el costo real de la vida, siguen siendo una miseria.

Una de las políticas de la descomposición del actual régimen político, fue dejar desde hace muchos años de publicar toda una serie de indicadores económicos, de salud y sociales, que dan cuenta de la realidad del país. Entre esos ocultamientos de la realidad, una de las sacrificadas fueron las estimaciones oficiales del precio de la canasta alimentaria y la canasta básica familiar, por lo que pasaron a cobrar más importancia como referencia las estimaciones que desde hace décadas lleva adelante también el CENDAS, centro de la Federación Venezolana Maestros (FVM).

De acuerdo con el CENDAS, la canasta alimentaria se cifró a finales de enero de este año en 448$, lo que quiere decir que hasta ayer el salario mínimo cubría la deplorable cifra de 0,5% de la canasta alimentaria, y a partir del aumento anunciado ayer, cubre un 9% de la canasta alimentaria.

¿Algo que celebrar? ¿No sigue siendo una perfidia, una aberrante humillación? Y lo que es peor, en nombre de un supuesto "socialismo" que nunca ha existido más que en el discurso, mientras que en la práctica lo que hay es capitalismo puro y duro.

Por lo general, de acuerdo a los propios parámetros oficiales que históricamente ha manejado el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), la canasta básica familiar se estima en el doble de la alimentaria. La básica incluye el costo de servicios básicos como el transporte, telefonía, medicinas, entre otras necesidades básicas. Siendo así, la canasta básica familiar está por el orden de los 900$, lo que indica que la suma del nuevo salario mínimo y el nuevo cesta-ticket, cubren si acaso un 4,5% de las necesidades básicas mensuales de una familia promedio (estimada entre 3 a 4 miembros).

¿Cómo quedan los salarios de la administración pública y el sector universitario?

De acuerdo a las tablas que ya circulan por las redes sociales, el salario básico del personal obrero oscila entre 129 Bs. y 250 Bs. para el caso del grado máximo, es decir, el equivalente a entre 29 y 56 dólares, según la tasa oficial. En el caso de las empleadas y empleados, oscilaría desde 126 Bs. (Bachiller I, nivel I) hasta un máximo de 383 Bs. (Profesional III nivel VII).

Por lo general, debido a obstáculos propios de las instituciones, los técnicos y profesionales en la administración pública no pasan del nivel I de la escala, así por ejemplo, un Técnico I, nivel I, tendría ahora un básico de 211 Bs. (47$) y un Profesional I, nivel I, pasaría a tener un salario base de 287 Bs. (64$). A esos montos se suman el cesta-ticket (45 Bs / 10 $) y las pocas primas que aún se mantienen en pie, que son porcentajes del básico.

En el caso de las trabajadoras y trabajadores del sector universitario, la ultrapatronal FTUV (Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela) ha publicado la tabla que ha pactado con el Gobierno. En la misma, se puede ver que el personal obrero queda ganando desde el salario mínimo (Grado 1) hasta un máximo de 312 Bs. (Grado 7). Los empleados y empleadas inician el nivel más bajo en 272,99 Bs. (unos 60,5$) hasta 579,88 Bs. (unos 129$) el nivel máximo, Profesional 5 Nivel 15.

Si se trata de las y los docentes, siendo Instructor y Asistente los escalafones más comunes, tenemos que en la dedicación a Tiempo Completo los salarios básicos quedarían en 462 Bs. (102$) y 522 Bs. (115$), respectivamente, en Dedicación Exclusiva son de 545 Bs. (121$) y 616 Bs. (136$) respectivamente.

Por supuesto, estos salarios del personal docente universitario no son en modo alguno los de la mayoría de la clase trabajadora, que por lo general gana de básico el mínimo o, a lo sumo, dos o tres veces el mínimo. Y sin embargo, siendo "altos" para el promedio, vemos cómo aún en esos sectores, sumando lo que podrían ser las primas respectivas, se acercaría si acaso a cubrir apenas la mitad de la canasta básica.

¿Cómo quedan los bonos otorgados por el Sistema Patria?

Maduro volvió a insistir con el anuncio de que, los bonos que desde mediados del año pasado comenzaron a pagar a los trabajadores y trabajadoras del sector estatal, se iban a "salarizar", sin quedar claro aún a qué se refiere, si es que tales montos pasarían a incorporarse al salario básico o que seguirán siendo bonos pero ahora pagados directamente por las entidades de trabajo.

Máxima Eficiencia (15,40 Bs.) y Bono Complementario (46 Bs.) son los dos bonos que el Gobierno viene depositado a través del Sistema Patria como "complemento del salario". En los anuncios de ayer no se especificó si tales bonos están incluidos a partir de ahora en ese nuevo salario mínimo y en los salarios básicos de las respectivas tablas sectoriales. En caso que así sea, el aumento anunciado es bastante menos en porcentaje entonces, y sería más el fraude, puesto que buena parte de esos 126 Bs. del nuevo salario mínimo, ya se venían recibiendo por concepto de esos bonos.

¿Quién y cómo se decide el salario? El ninguneo a los trabajadores y sus organizaciones de lucha

Un aspecto importante de estos anuncios es que son acciones unilaterales de parte del Gobierno, si acaso con acuerdo de las burocracias sindicales del partido de gobierno, haciendo a un lado a todas aquellas organizaciones sindicales legítimas que no se subordinan al gobierno y que vienen desde hace años movilizándose y exigiendo tanto aumentos de salarios igual a la canasta como el cumplimiento íntegro de los contratos colectivos. Muchos menos tienen arte ni parte aquellas otras instancias organizadas de base que puedan existir en algunos sectores o lugares de trabajo.

Ya desde tiempos de Chávez, en nombre de la crítica a las "cúpulas podridas" de las organizaciones patronales privadas y de la burocracia sindical de la CTV, el Gobierno optó por hacer a un lado el mecanismo tripartito de consultas y decidir unilateralmente el monto del salario mínimo. Ciertamente, ese mecanismo tripartito era un contubernio entre patronos, burócratas sindicales y los gobiernos de turno para negociar a espaldas de los trabajadores, y en ocasiones directamente para arrebatarle conquistas, como pasó cuando eliminaron a finales de los 90’s la retroactividad de las prestaciones sociales.

Sin embargo, Chávez no hizo a un lado tal mecanismo en favor de mecanismos donde valiera la voz de las bases de la clase trabajadora ni mucho menos, al contrario, lo hizo favoreciendo el poder discrecional del Ejecutivo Nacional. Los trabajadores, de igual manera, no tenían arte ni parte. Cuando hubo tiempo de "vacas gordas", eso le permitió aparecer como el gobierno "dadivoso" que aumentaba el salario todos los años, pero cuando la catástrofe económica llegó –debido a las propias políticas de los gobiernos chavistas–, ya con Maduro en el gobierno, se ha revelado con toda claridad lo reaccionario de este mecanismo bonapartista.

Salgamos de nuevo a las calles a pelear por un salario igual a la canasta básica familiar

Para este próximo miércoles 09 de marzo, está convocada por un amplio arco de organizaciones sindicales y de jubilados, una jornada nacional de protesta, uno de cuyos ejes fundamentales es la exigencia de que se cumpla el artículo 91 de la Constitución, donde se plantea que el salario básico debe calcularse con referencia al costo de la canasta básica.

Luego de la derrota de la importante ola de protestas y luchas de trabajadores de 2018, logrando el gobierno imponer su brutal paquetazo neoliberal, en los últimos meses se han venido reavivando diversas luchas y protestas, aunque sin llegar en modo alguno a aquellos niveles. Sin embargo, tales luchas indican que no hay pasividad, a pesar de tanta catástrofe que se nos ha echado encima y de tanta debilidad de las fuerzas y organizaciones de nuestra clase.

Hay que darle fuerza a estas actividades y apostar siempre a la organización y la movilización. El reclamo de un salario y pensiones igual a la canasta básica es un reclamo que une a trabajadores activos y jubilados, y que aglutina los intereses de amplios sectores de la clase trabajadora, tanto del sector público como del sector privado.

Salgamos este 9 de marzo a la calles a levantar las banderas de que ningún trabajador o trabajadora gane menos de lo cuestan las necesidades elementales de una familia.

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