El pueblo sigue sufriendo entre simulacros, ficciones, ilusiones, espejismos y especulaciones. Todo ello en medio de un teatrum politicus economicus. Espejito, espejito ajusto el salario a medio petro, mientras permito que el comercio especulador indexe sus precios al infinito y más allá, convirtiendo el salario en sal y agua, destruyendo la capacidad adquisitiva de todos los ciudadanos, colocándonos en condiciones de sobrevivencia.
Pudieran incluso aumentar a 500$ el salario, pero si se desata una especulación por distintos y perversos factores, con la consecuente pulverización del poder adquisitivo y consumo, esto equivaldría a nada, pues el tema de fondo es la inflación que en Venezuela es política y es utilizada como arma multipropósito: resetear la economía en cuanto transfiere riqueza a los privados (concentración) y a su vez metiendo a la población en el reparto de las migajas, del salario autoregulado según los precios relativos (liberación) oferta demanda y cantidad de moneda circulante, acabando a su vez con el circulante efectivo e imponiendo la moneda digital. Todo en un sólo juego. Ataque que no sólo viene del imperialismo y sus asesores como manisfestación de la doctrina de shock de Jefrey Sachs, sino de decisiones políticas con carácter monetarista, como parte de un laboratorio socio económico.
Malagradecidos, trasnochados ultrosos izquierdosos que se quejan de este teatro salarial y terapia de ilusión que nos hace creer por un lado que indexan los salarios (muy por debajo de la obligación constitucinal prevista en el 91 CRBV) mientras destruyen el modelo rentista petrolero de dominio y valorización de nuestros recursos pues ése modelo es "moralmente malo, pues no permite el desarrollo de las fuerzas productivas privadas" (Asdrúbal Baptista dixit) integrándonos así, a la depredadción capitalista y su lógica internacional del valor.
Malagradecidos ultrosos quienes siguen insistiedo en que el gobierno se hace el loco, con una política económica a dos manos y acordada con los sectores económicos monopólicos y oligopólicos que fijan precios y especulan, todo para dar una sensación de autoregulación, cuando en realidad es un reseteo económico por etapas, que a su vez sirve de control social y político, desmovilizando, despolitizando, destruyendo la lucha sindical auténtica; en fin, aplicando en forma conjunta terapia de ilusión (Atashbar, T) y shock (Sachs, J) -doctrina híbrida de operaciones psicopolíticas y de psicología económica- para que nos conformemos con las migajas, sin aparente dolor y reacción social.
Todo ello con la cobertura de la guerra económica y las medidas unilaterales coercitivas ilegítimas, que no negamos han hecho mucho daño, pero que sin embargo, no son las responsables de las decisiones políticas cuando se asumen doctrinas empobrecedoras monetaristas, que contemplan entre otras medidas la contracción monetaria, congelación de salarios, liberalización de precios y tipo de cambio, fin del subsidio a la gasolina, que apuntan -según los decisiores- a la estabilización de la economía con medidas de macroenomía, pero que al final la cacareada desaceleración de la inflación se logra contrayendo a liquidez que ocasiona el sacrificio del poder adquisitivo y el consumo de los trabajadores.
El objetivo es ir construyendo una economía de mercado dual: la de los dueños capitalistas de las fuerzas productivas de propiedad privada y pública mixta y la periferia de gente que consuma lo mínimo (renta mínima vital ONU).
Es un sistema de coartadas, dobleces y ambiguedades, como método de aturdimiento mental colectivo usando conceptos de psquiatría. Un paquetazo doctrina de shock 3.0 que se sirve de la googlecracia (Beas) la Big Data y las teorías sobre programas de pobreza y optimización de lo mínimo de Amartya Sen y los pares de Pareto, todo ello bajo la mampara ambigua de las medidas y la asistencia de la ONU. Puro teatro e ilusión, como calmar la sed del pueblo con vinagre. Hoy, ése pueblo trabajador asalariado somos un Cristo colectivo, nuevamente crucificados.
Modelo "autoregulado" como si de cibernética y biología se tratara el hambre, la miseria y la pobreza, evitando hablar de las sacrosantas leyes del mercado. Una vuelta a Von Hayek y su libre mercado mientras para contener al pueblo aplican el pareto eficiente, como principio de perpetua dotación inicial diferenciada (grandes y pequeños en competencia libre y desregulada) y ya sabemos quien pierde en esa ecuación: el pueblo. Decisiones ejecutivas que dejan de lado el modelo mixto de economía previsto en la Constitución y que frente al monopolio, oligopolio y el abuso de posición de dominio reacciona para proteger a los más debiles que precisamente somos la gran mayoría de asalariados, pensionados y jubilados del país.
Decisiones políticas que están definitivamente permeadas por la subordinación ideológica a los dogmas de la teoría económica monetarista: mayor circulacion de masa monetaria mayor inflación, por tanto debemos contraer la emisión de moneda, lo que influye sobre el financiamiento de la adminstración pública -lo que queda de ella después de la debacle de los salarios y la huída de los trabajadores a hacer cualquier cosa- y sobre los salarios, pensiones y jubilaciones, lo que a su vez impacta en el consumo, todo con el cuento chino -porque China es la receta- del aumento de la producción a costa del hambre del pueblo por el nulo poder adquisitivo debido a los salarios de hambre. Todo un circulo vicioso que sigue hundiendo al pueblo en la miseria, pero con la ilusión posterada de que todo va a mejorar.
Medidas neoliberales decimos nosotros, pragmatismo táctico para superar la guerra dicen ellos; lo real es que se asumió la autoregulación como principio de la economía de mercado y los precios relativos, liberando el dólar y aplicando principios monetaristas (contracción de la masa monetaria, desfinanciamiento de la administración pública, afectando el Estado Social y de Justicia) todo como fórmula para salir de la hipernflación y poniendo al Estado en favor de la economía privada financiarizada y las corporaciones. Un sistema metaestable que funciona con base a gobernar por caos: abrir y cerrar válvulas de presión social, por ello el "ajuste salarial" luego de permitir la subida grosera de todos los precios, costos de servicios y eliminar subsidio de la gasolina.
Nada de eso se hace para sanar los entuertos de nuestra economía -que los hay y muchos- sino que han provocado una mayor concentración de la riqueza en poquísimas manos, aumento brutal de la desigualdad y sumisión, lo que paradójicamente evita el desarrollo de las fuerzas productivas para fortalecer a los empresarios de las castas.
Vulgar reseteo para instalar su nuevo modelo económico según pedido de los capitalistas y la banca internacional y demás especualdores. Grosero pacto entre castas políticas y empresariales para constituir unas fuerzas productivas privadas que entren a jugar con las transnacionales en las Zonas de Explotación y Extractivismo (ZEE) como fuente de modernización y nueva ilusión sobre el mito del progreso. Fin de la economía rentista petrolera, teniendo al petro como referente de cuenta "anclado", es decir fijo, a los 60$ x barril, mientras que lo verdadero es que debería fluctuar y colocarse hoy en lo que verdaderamente está 108$ x barril, ajustando así automáticamente las escalas salariales, pensiones y jubilaciones. Pero no, los aumentos del salario viajan por la escalera, y los aumentos de precio en un cohete lo que los hace inalcanzable a los trabajadores.
¿Cómo se desarrollan las fuerzas productivas de un país sino hay quien consuma? ¿cómo se incrementa el consumo con salarios de hambre? ¿será que las fuerzas productivas se desarrollarán solas? ¿será que el nuevo modelo de acumulación capitalista que nos imponen necesita del despojo de la fuerza de trabajo para crecer? ¿o será que los ultrosos izquierdosos estamos viendo fantasmas dónde no hay?
En esta simulación permanente cuyo dogma preferido es "sin producción no puede haber salarios justos y dignos" los ejecutores obvian mostrarnos la economía sumergida que sigue fluyendo producto de nuestro potencial económico y productivo basada en los recursos del suelo y subsuelo -que Chávez comprendió y utilizó en beneficio del pueblo- (extractivismo minero y petrolero vía tercerización) turbios negocios que impiden conocer los ingresos del país, porque además se apagaron todas las estadisticas y controles para que esta economía que vía nefanda sigue dándose, pueda ir a esas castas políticas y empresariales y lamentablemente hacia un sector militar, que traicionando su propia esencia, se metió en la vorágine de la corrupción desatada que caracteriza nuestra realidad económica hoy.
Lo cierto es que, ese capitalismo ique "inclusivo" de algunos, no es otra cosa que un modelo hamponil, delictivo y subterráneo, que actuando asociado con una burocracia del Estado, generan hoy un empobrecimiento global, una pérdida de valores humanos y una total desprotección social que se refleja en falta de acceso a la salud, educación y servicios de calidad (inversión social); favoreciendo al mismo tiempo a una economía corporativa transnacional a costa del salario, pensiones y jubilaciones de los trabajadores y favoreciendo nuevos negocios: trata de blancas, lavado, legitimación, corrupción, economía virtual, es decir, nuevos infravalores.
Todo un aparato de gestión de crisis que por una parte cede soberanía para poder junto a esos sectores de la oposición inclusiva (dispositivo de falsa lucha de contrarios) ejercer el poder, gestionar la crisis de gobernanza con un modelo metaestable de equilibrios con administración de dosis mínimas y convertirnos en un cuerpo social asistido perpetuamente con un mínimo vital, perpetuamente lisiados, perpetuamente postrados ante lo irremediable de esta situación en que nos mantiene esta casta de extractivismo y explotación política.
Todo esto no es más que como diría la Lupe: Un teatro, lo tuyo es puro teatro, falsedad bien ensayada, estudiado simulacro, perdona que no te crea, lo tuyo es puro teatro...
Nos Toca luchar!