Lo que trajo la gaceta sobre salario y el cuento de la dirigencia sindical y hasta de Pascualina Curcio

Jueves, 17/03/2022 12:42 PM

En mi trabajo anterior titulado "De una clase y un sindicalismo derrotados. El anclaje al Petro, contratos y luchas sindicales", https://www.aporrea.org/trabajadores/a310835.html, sostuve que la clave trabajadora en Venezuela, había sido derrotada y que una de las causas determinantes de esta derrota, no era sólo el bloqueo y los errores gubernamentales desde que se inició esto que solemos llamar "El Proceso", expresión que alude, según mi humilde parecer, a la mejor obra de Frank Kafka, pese a lo que mayormente se alude sea "La metamorfosis", sino en el hecho que la clase sindical había sido atrapada por el Estado, el gobierno, el partido o partidos que a este sustentan y también a quienes supuestamente hacen oposición. Para el sindicalismo lo primordial pareciera no ser los intereses de la clase trabajadora, sino de los factores políticos y las clases dominantes, dado que, en esta diatriba, es aquella la única que paga los platos rotos por otros.

Sería muy bueno leer El Proceso y hasta "América", donde Kafka de manera genial describe la complejidad del Estado, de ese ente complicado, confuso, enredado, lleno de escritorios y obstáculos, contaminado por la vieja cultura que lo creo, para que sirviese a la clase dominante, termina siempre imponiéndole, incluso a quienes creen manejarlo, su voluntad.

Es más, sugerí en ese trabajo, que la clase dominante, había sabido usar la conflictividad para atrapar de ambos bandos, a la "clase sindical" y ponerla a su servicio para alcanzar grandes beneficios. Y en esta celada, los primeros atrapados resultaron los dirigentes sindicales que se pusieron al servicio del grupo gobernante, ese que cree manejar al Estado y a quienes a éstos hacen oposición. En ambos casos, los atrapados, dejaron a un lado y hasta en el olvido, sus obligaciones de clase, los intereses de los trabajadores.

La lucha contra el imperialismo, pasa por una contra el capital y en consecuencia, pese para algunos esto parezca algo economicista, o se le aluda como tal para justificarse, comienza por la defensa a ultranza del salario que es el medio mediante el cual el trabajador debe ser recompensado en el proceso productivo. Y para esto, en la sociedad capitalista, pues la nuestra lo es, pese muchos poetas o prestidigitadores se empeñen en hacernos creer que no, sino en los umbrales de un modelo socialista, están los luchadores sindicales. Quienes así como cometen un crimen poniéndose al servicio de la clase dominante, también eso hacen si se ponen al servicio incondicional del Estado que no sólo es patrón, sino un simple intermediario o árbitro, nada imparcial, sometido a la enorme presión de aquella, tanto la interna como la de afuera.

Dije en ese artículo como, desde los comienzos de este "Proceso", pese la buena voluntad puesta en todo eso, el movimiento sindical se había dejado atrapar en la idea que los aumentos salariales debían venir por voluntad del Estado, organismo que como ya dijimos, es patrón e intermediario entre trabajadores y empleadores privados. Dejaron que los contratos perdieran valor e importancia y casi puesto en el olvido.

Días atrás, el presidente Maduro, no sin sentido o premeditación, como lo hizo antes, anunció que el nuevo salario sería equivalente a ½ Petro. No hizo especificación alguna distinta a eso. Pero la mayoría de la gente, por lo acontecido antes y lo que luego tanto se dijo de la necesidad de indexar el salario al Petro, entendió que esta vez sería de esa manera.

Pascualina Curcio que conoce el tema y ha luchado por ese asunto de indexar el salario al Petro, dijo en artículo publicado pocos días atrás,"hemos recibido dos noticias, una buen y otra mejor". La buena fue el aumento del salario mínimo legal a ½ petro, lo que equivale a BsD 127, es decir, un incremento de 1.710%. La otra noticia, aún mejor, es que el salario estará indexado al petro, y lo entendimos así porque de lo contrario, en lugar de haber anunciado "el salario será medio petro" hubiesen dicho "el salario será 127 bolívares de los digitales". Esperemos que así sea." https://www.aporrea.org/economia/a310661.html

Pese haber dicho al final. "Esperemos que así sea", lo que significa que todavía le quedaba la duda, antes aseguró que el salario quedaría indexado al Petro.

Con posterioridad, otros economistas ligados al gobierno ratificaron lo que en Pascualina era una certeza y simple esperanza al mismo tiempo.

Pero lo más interesante, dicho así "por ahora", es que voceros sindicales del gobierno, como Franklin Rondón, lo dieron por un hecho, pese que él mismo admitió que, a una pregunta suya a os voceros del gobierno, le indicaron que estaría indexado a ½ Petro o 30 dólares, pero que no variaría según los movimientos de este. Y dijo aquello sin percatarse que parecieran haberle hecho víctima de un "engaño".

Lo triste y trascendente de todo esto es que, la clase sindical se vuelve vocera de lo que el patrón, en este caso el Estado diga, habiéndose limitado previamente a acatar lo que este dispuso y hacerse portavoz, quizás inocente, de una versión falsa y contraria al interés de los trabajadores.

Esto es una prueba más de lo que hemos venido sosteniendo, como la clase sindical se limita a esperar que el patrón, por intermedio del Estado, patrón al mismo tiempo, sea quien decida lo relativo al salario y luego se hace portavoz de un mensaje que no le han dado. Porque por decir verdades, hay que reconocer que, por lo menos en público, Maduro no dijo que el salario sería indexado al Petro, sino que tendría el mismo valor en bolívares que la mitad del mismo para ese momento. Es decir, expresó el presidente, exactamente lo mismo que la vez anterior. Fueron los sindicalistas y la misma Pascualina Curcio quienes dieron eso por un hecho.

Hoy hemos leído la Gaceta Oficial de Venezuela de fecha 17 de marzo, la cual dice textualmente "se incrementa el salario mínimo en ciento treinta bolívares sin céntimos."

https://www.aporrea.org/actualidad/n372319.html

En el texto no hace alusión alguna a las palabras indexación y Petro.

Hasta ahora, antes que saliese esta gaceta, los precios, desde mi parecer, partiendo de mis visitas a los abastos, se han mantenido estables, como también la relación cambiaria dólar-bolívar. Más que todo, vamos a esperar y desear que después de lo publicado en gaceta todo siga igual y no volvamos a la misma tragedia y mentira de antes.

Como también vamos a esperar que, después de este mal cuento del cual fueron víctimas los sindicalistas y hasta economistas como Pascualina Curcio, la ONAPRE, Oficina Nacional de Presupuesto, dependiente del Ministerio de Planificación, no vuelva, con la misma saña de antes, a inventar unas tablas salariales que no se correspondan con la proporción del aumento fijado por el gobierno y sin tomar en cuenta a la representación sindical, pero sin duda, si a los patronos y optar por unas sacadas de la "caldera del diablo".

Pero no quiero terminar sin poner énfasis de como la clase sindical, lejos de jugar el rol para el cual nació, persiste en comportarse como vocera del patrón. Y no puedo dejar de insistir ante los lectores que, por muy buena que sea, en nuestro parecer, la intención de quienes gobiernan y manejan el gobierno, la clase trabajadora, por sus intereses inmediatos y los más alejados, pero muy ansiados del cambio social, la justicia y el equilibrio en la especie humana, no puede bajar la guardia y darle sus llaves, timón y conciencia y obligaciones a ninguna individualidad y grupo y mucho menos al Estado.

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