Luigino, camarada, ayer abriste un debate en tu cuenta de Twitter sobre la explotación laboral que está aplicando Elon Musk a sus empleados de Twitter y lo comparaste con la explotación laboral a la que están siendo sometidos los trabajadores en Venezuela. Esto escribiste:
"Aquí los trabajadores estamos mal. Allá también. Aquí y allá nos piden trabajar "extremadamente duro", como dijo Elon. ¿Desde cuándo la vida consiste en "trabajar extremadamente duro" hasta morir, sin poder disfrutarla?".
Luego, cuando un tuitero te objetó la comparación, porque él considera que tú como empleado de la APN estás en peores condiciones que los empleados de Elon Musk, dado el sueldo que ellos devengan comparado con el tuyo, le respondiste:
"Al menos no estoy trabajando para hacer rico a nadie".
Lo siento, hermano, pero yo sí creo que estás trabajando para hacer rico a alguien.
Recuerda que la explotación laboral en el sistema capitalista es legal, está consagrada en la constitución cuando establece que el "Estado promoverá la iniciativa privada". Esto quiere decir que la explotación del hombre por el hombre, o del humano por el humano, es legal. Lo que no es legal ni constitucional es la "sobreexplotación", es decir, que te remuneren con un salario por debajo de la cesta básica.
Lo que sucede es que la explotación laboral en el sistema capitalista está más enmascarada que en el sistema feudal y el sistema esclavista, y son pocos los que alcanzan a verlo. De hecho, la gran mayoría de los trabajadores asumen el discurso de la burguesía, y hacen distinción entre un empresario explotador y un empresario que no es explotador —creencia que conviene al capitalista—, cuando en realidad, todos los empresarios privados son explotadores. Y son explotadores porque hay una parte del producto del trabajo que no es remunerada, y es riqueza que produce el trabajador y que va a parar a las cuentas del capitalista que no trabaja. De otro modo no fueran millonarios. Y eso tú lo sabes muy bien.
De modo que en el capitalismo la explotación laboral es legal, y lo que no es legal es la especulación comercial que roba el salario a los trabajadores.
Ahora bien, Luigino, el Estado burgués para el cuál tú trabajas y que el comandante Chávez intentó desmantelar, pero que lamentablemente se tropezó con la resistencia de la derecha endógena, ahora está más vivo que nunca, y gozando de muy buena salud.
En el Plan de la Patria que Chávez entregó al CNE el 11 de junio de 2012, el Comandante nos dejó como tarea pulverizar el Estado burgués, pero desafortunadamente el Plan de la Patria chavista fue adulterado, y borraron este mandato en el nuevo Plan de la Patria que Nicolás Maduro entregó para su aprobación en la otrora Asamblea Nacional. Sí, el 3 de diciembre de 2013, la Asamblea Nacional presidida por Diosdado Cabello, y Darío Vivas y Blanca Eekhout como primer vicepresidente y segunda vicepresidenta, firmaron el Plan de la Patria de Maduro para hacerlo Ley Nacional en lugar de firmar el Plan de la Patria de Chávez. Lo puedes ver tú mismo publicado en Gaceta Oficial N° 6.118.
No podemos olvidar que el Estado burgués forma parte esencial del sistema capitalista, y el nuestro en particular fue creado por FEDECÁMARAS para defender la propiedad privada, o sea, para defender los intereses de la burguesía, como todo Estado burgués.
Es cierto que de acuerdo a la Constitución actual, Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de derecho y de justicia, que debería defender los intereses de la clase trabajadora. Pero la actual desigualdad social que sufren los trabajadores es una clara señal de que el Estado lo controla la burguesía, la vieja y la nueva, a través de sus vínculos con la burocracia.
Luigino, el trabajo que tú realizas en Alba Ciudad 96.3 FM del Ministerio de la Cultura, es un trabajo de mucha utilidad para el pueblo. A través del Estado, tú y tus compañeras y compañeros están prestando un servicio de calidad en la difusión del arte venezolano. Están generando valor, riqueza, porque es un trabajo útil. Y por la vía de la recaudación de impuestos, el Estado debería cobrar los bienes y servicios que presta a la población, incluso los servicios de Alba Ciudad 96.3 FM.
Sin embargo, ese valor o riqueza que ustedes crean en Alba Ciudad 96.3 FM, no les está siendo remunerado ni siquiera para adquirir la cesta básica. ¿Y por qué no está siendo remunerado? Bueno, por tres razones fundamentales: Por un lado, porque disminuyó la renta petrolera, pero principalmente, por la entrega de créditos blandos y la exoneración de impuestos a la burguesía, y por la corrupción de funcionarios públicos.
En tal sentido, el dinero para adquirir la cesta básica, como mínimo, que deberías recibir según el artículo 91 de la constitución, se desvía no solo para invertirlo en la obscena y despiadada importación de camionetas 4x4 Toyota por un costo de más 50 mil dólares cada una, y que están a la vista de todos, sino también para satisfacer muchas otras necesidades creadas que tiene la vieja y nueva burguesía, los corruptos, y la clase política distanciada del pueblo y embriagados con las mieles del poder.
Luigino, camarada, en un Estado democrático y social de derecho y de justicia, como reza la constitución, devengarías un salario no menor de la cesta básica, y el trabajo no remunerado que tu generas, y que al igual que tu salario, el Estado también debería cobrar por la vía de impuestos, está en la obligación de invertirlo en obras sociales, es decir, en bienes y servicios, de las cuales tú también disfrutarías como habitante de Venezuela.
Pero como tenemos un Estado burgués, ahora la burguesía, menos parásita de la renta petrolera que antes, le toca chupar la riqueza que generan los trabajadores útiles de la APN. Y la chupa a través de la exoneración y evasión de impuestos, créditos blandos, y por supuesto, de la asignación de las divisas disminuidas que pertenecen al pueblo. Recuerda las palabras de Chávez: "Nosotros parecemos pendejos dándole los dólares a la burguesía".
De lo anterior no es muy difícil concluir, camarada, que los trabajadores útiles de la Administración Pública Nacional sí están trabajando para hacer ricos a otros. Y esto se traduce no solo en explotación laboral, sino también en sobreexplotación laboral.
En tiempos de Chávez, cuando producíamos 3 mil barriles diarios de petróleo y lo vendíamos a un precio superior al valor de cambio, parte del dinero que se captaba en el mercado internacional, por encima del valor de cambio del barril de petróleo, o sea, valor o riqueza no producida por los empleados de PDVSA, se invertía para pagar la cesta básica de los trabajadores, o incluso más allá de la cesta básica, a los empleados de la APN, así como también para pagar la deuda social, y otra parte se malgastaba para sostener las mieles del poder, la corrupción y el parasitismo de la burguesía.
Pero ahora, camarada Luigino, Bracci, ahora la vieja y la nueva burguesía, no solo sigue siendo parásita de la renta petrolera disminuida, sino también de la renta del arco minero, y de lo que pudiera ser más indignante, es parásita de la fuerza de trabajo de los empleados de la APN, con la colaboración de los explotadores directos que tienen en el Estado, que son los jefes burócratas que les exigen trabajar "extremadamente duro", como dice el magnate Elon Musk. No sé si me explico. Saludos.