Un aumento en los sueldos no soluciona el problema de nuestras necesidades fundamentales. Las marchas y los aumentos de sueldos y salarios, solo sirven de aliviadero a las tensiones sociales, a la crisis social que ha ido acumulando una fuerza destructora, la cual, en algún momento estalla.
Esas marchas sin dirección política revolucionaria, convocadas para reivindicaciones de sueldos y aprovechadas por los personajes de la oposición escuálida, sin consignas claras, vaciadas de contenido políticos, parecieran un producto del gobierno de Maduro, una válvula de escape para las tensiones sociales. El gobierno aumenta los sueldos y da la apariencia de que obedece al efecto de las marchas, y no es así, son aumentos ya previstos, que juntos, los dos, marchas y aumentos, hacen de soporíferos. Sin embargo, al fondo hay un hervidero que en cualquier momento estalla, y que como el 27 de febrero de 1989, cuando reviente la gente en la calle no habrá control político sobre la anarquía y la violencia popular, y la excusa perfecta para que se instale en fascismo. Los líderes tienen que liderar, los políticos revolucionarios aparecer con sus consignas POLÍTICAS en esas protestas, pacíficas pero anodinas, que sólo rozan la superficie de un problema estructural, de un problema más profundo. Los sueldos siempre estarán rezagados frente a las necesidades de los más pobres, de la codicia de los comerciantes y la especulación capitalista.
Cuando uno habla de profunda crisis es porque es profunda, toca los cimientos de la sociedad que en forma global está poniendo en riesgo la existencia misma de la humanidad, pero nadie parece darle importancia. EU y el mundo, con la mirada puesta sobre nuestros recursos, el capitalismo mundial sobre nuestros recursos, energéticos, mineros, acuíferos, en una competencia a muerte para sostener sus economías, la concentración del capital y el lucro de los más ricos sobre la miseria de las clases trabajadoras. Ya lo han dicho las mentes más lúcidas del planeta. El planeta se agota a los niveles irracionales de producción y explotación al cual está siendo sometido, el clima y el paisaje cambian aceleradamente, a su vez la espada de Damocles de una guerra nuclear puede caer en cualquier momento sobre todos, y ¡Puff!
Esta es la realidad, no es fatalismo. Fatalismo es pensar que no se puede acabar con el capitalismo, vencer al capitalismo, que no existe otra forma más humana y racional de pensar el mundo. Sin embargo Chávez demostró que sí se puede vencer, con el ideal socialista, con el socialismo, y que la esperanza del socialismo siempre estará presente mientras existan hombres y mujeres que luchen por él, por acabar con las diferencias y los privilegios, con la irracionalidad de la producción y explotación capitalistas, ¡que halen hacia la conquista de otro mundo!
La importancia de la emergencia de Chávez en el mundo todavía se siente y sigue siendo una amenaza para el mundo capitalista, esto debería inspirar a los dirigentes socialistas de este país. Si Maduro y el madurismo desvió el camino al socialismo, otros lo debemos enderezar; hay que retomar el camino volviendo a Chávez, tomar el control de las luchas sociales a nombre de Chávez, darle contenía político y chavista a estas protestas vacías donde una masa marcha para reclamar lo que el mismo gobierno tiene dispuesto darle para que se calme. El objetivo debe ser recuperar el espíritu y ampliar los objetivos de lucha, el camino trazado por Chávez en el Plan de la Patria que ellos falsificaron, ir ¡ya! por el socialismo, no esperar para más tarde, más tarde es tarde, no protestar por míseros sueldos que se diluyen de la nada frente a la codicia. Recuperar la solidaridad, la conciencia del deber social, reclamar otra sociedad, no un piche sueldo que no aguanta su valor en una semana.
¡Dónde están los líderes chavistas!, ¡dónde están los socialistas!, ¿Por qué los comunistas del PCV no muestran consignas revolucionarias? ¿Por qué tanta "prudencia" por ampliar los objetivos de las luchas de los trabajadores? Después no se quejen si nadie les hace caso, si son olvidados y despreciados en la Asamblea Nacional. ¡Sin coraje no hay respeto! ¡Que salga todo el gobierno madurista! ¡Acabemos con el capitalismo!
¡VOLVAMOS A CHÁVEZ!