Comenzaré manifestando mi conformidad y hasta alegría, por qué no decirlo, que Luis Britto García, ha dejado saber su inconformidad por el salario del trabajador venezolano y, entre otras cosas, ha dicho, como para que no quede duda de su estado de ánimo e indisposición, "El salario mínimo mensual de un venezolano equivale entonces al que gana en un día el pauperizado trabajador haitiano".
Creo que al decir eso, ya ha dicho bastante, ha sido demasiado contundente. Esa sola frase, es como para que la gente del gobierno y quienes dentro de este, los aduladores, quienes juran que ayudan calificando a los trabajadores por sus reclamos, sus luchas, a las cuales están obligados por razones elementales, sin importar quien gobierne, "cojan línea, y hagan el bien de callarse y no vender la imagen que el Psuv y el gobierno se pasaron para la derecha". Y al mismo tiempo descalificar la narrativa, según la cual, el PCV y todo aquel que, por razones de supervivencia y cumplir una tarea que está dentro del abecedario o cartilla de un combatiente por el cambio y la justicia social, como lo es luchar por el salario, conspira contra el gobierno y la legalidad toda. De lo que se han ocupado en todo este tiempo, muchos de los que directamente o por interpuestas personas, hoy se sientan en las mesas de diálogo con el gobierno.
Pero Britto no se quedó allí, dijo también que "Los enemigos de los trabajadores, aparte de insultar a todos los que defienden justas remuneraciones, argumentan que incrementar sueldos sería crear dinero inorgánico". https://www.aporrea.org/economia/a319321.html
No sé en quién estaría pensando cuando dijo eso, pero sin duda pareciera en el grupo de "especialistas en materia económica y monetaria" que asesora al gobierno y particularmente a Jesús Farías, quien después de haber dicho eso durante estos dos últimos dos años, ha optado ahora por denunciar a quienes reclaman aumentos salariales como metidos en una conspiración. Lo que pareciera significar que no tiene seguridad de lo que ha dicho en materia monetaria y opta por un argumento que le parece más contundente. Dejó a un lado sus teorías económicas y optó "por coger piedra". De donde uno concluye que, las opiniones de Britto aquí citadas, como la falsedad que aumentar salarios sería crear dinero inorgánico y la relativa a quienes insultan a trabajadores y dirigentes políticos o simples opinadores que desempeñan el rol de reclamar en favor de los trabajadores, envuelven al personaje antes citado y unos cuantos más.
Las opiniones de Britto, por lo que él significa, viene a reforzar lo que han venido diciendo otros economistas como Tony Boza y Valdez, militantes de Psuv, acerca de la invalidez de las teorías monetaristas defendidas por Farías y el grupo que asesora al gobierno.
Días atrás, apenas unos dos o tres, se produjo un hecho que no tuvo la resonancia que debería. Estando reunida en Margarita las representaciones del gobierno, sector sindicalista cercano a éste, Fedecámaras y la OIT, una versión nada mejorada de la vieja "Tripartita", y eso fue la destitución del presidente del Banco Central de Venezuela, Calixto Ortega y la designación, para ese cargo, de Miguel Pérez Abad, un personaje que estaba de presidente del Banco Bicentenario y empresario con vínculos con Fedecámaras y el sector de la pequeña industria.
Pero en lo que respecta al cónclave secreto, porque hay un secuestro, no bien guardado, es un bulto enorme que todo el mundo mira, pero sobre el cual nadie en la familia, en ningún rincón, quiere hablar, como el de la chama preñada, como resultado de sus amores furtivos, para discutir sobre salarios, pero donde la llave de tranca, el bojote oculto es la reforma de la LOT, terminó en algo que, quizás fuese un chiste como para reír por largo tiempo, sino estuviese fuertemente aderezado de crueldad, pues apenas se acordó posponerlo de una manera poco diplomática y elegante; más bien desde la perspectiva de los trabajadores, burlona.
Digo esto porque la reunión de Margarita, que pudo tener alguna relación con la designación o cambio en el BCV, ya mencionada, lo que parece si hubo algo de urgencia y apresuramiento, la comisión reunida para estudiar varios asuntos, entre ellos lo que llaman con delicadeza, inherentes a la legislación laboral, que no es más que la LOT y particularmente lo salarial, dado lo urgente de esto ante los crecientes reclamos, pese el tiempo transcurrido o invertido en deliberar sobre esos asuntos, después de un profundo silencio, como sí que lo discuten no tuviese urgencia o se tratase entre familia la preñez de la chica, no competa a más nadie sino a ellos y, en consecuencia, no hay por qué ni qué decirle a nadie, termina por anunciar, como si nos estuvieran mamando el gallo, jugando a la candelita, mientras pasan los días y el dólar sube sin cesar, que se logró acordar la creación de una instancia donde se va a definir "entre febrero y marzo la metodología que va a ser progresiva para calcular cuál es el salario mínimo y se va a tomar en cuenta los indicadores del Ministerio de Finanza y el Observatorio Antibloqueo". Tal anunció, por cierto, como para tomarlo en cuenta, no fue hecho por el gobierno ni la parte sindical sino por el presidente de Fedeindustria, Orlando Camacho. Lo que es igual que decir, por Fedecámaras. Lo que a uno, sólo por comparar, le recuerda irremediablemente a Chávez.
https://www.aporrea.org/economia/n380310.html
Antes, otro representante del sector empresarial, hizo saber que, como dije arriba, los acuerdos incluyen asuntos relacionados con la legislación laboral, lo que pareciera aludir a las prestaciones sociales. El gobierno y los sindicalistas, por lo menos hasta ahora, han eludido el tema. Eso, supongo yo, pensando como si estuviese en sus zapatos, les aterra; pues marcaría de verdad, un antes y un después, "un chavismo sin Chávez".
No obstante, quien esto escribe, que nada de radical tiene y siempre piensa que la realidad debe marcar nuestra conducta y habiendo visto como por subestimarla o inventar una hasta infantil, como aquello de jugar con soldaditos de plomo, durante muchos años cometimos tantos errores que somos como eso, un error. Lo mismo que sucedió con esa derecha guarimbera, formada por aquellos neofascistas que, en los tiempos de Jaime Lusinchi, marchaban por espacios caraqueños con los símbolos de la Alemania nazi, hasta que el gobierno les mandó a parar; estos que se encargaron de volver la oposición aglutinada como reacción contra Chávez, polvo cósmico que, por serlo, como a la izquierda, le costará años reparar o unir. Tantos como le ha costado a la izquierda que todavía, después de más de 50 años, sufre del mismo "mal del que se ha estado muriendo".
Pero si revisamos los anuncios de Camacho, no es difícil percatarse que se trata simplemente de la formación de una comisión a la que se le da el plazo de dos meses, febrero y marzo, sólo para "calcular, cuál podría ser el mecanismo para calcular el salario mínimo".
No se tomaron decisiones concretas que la realidad reclama de inmediato. Pospusieron el asunto, porque no hay acuerdos y hay que seguir discutiendo mientras el hambre al trabajador acosa, el dólar sigue subiendo y empresarios y comerciantes haciendo de las suyas. Es decir, ellos seguirán en lo suyo y el trabajador que espere y además, "aguante y callao".
Al parecer Camacho habla de darle largas al asunto, una nueva estrategia para adormecer a la gente o crear las bases para que la dirigencia sindical, ya convencida, encuentre entre las bases un estado de angustia o indiferencia tal que termine diciendo, "agarrando aunque sea fallo" y ella pueda recoger sus banderas ya arriadas en medio del aplauso enérgico, entusiasmado de Fedecámaras y el famélico de los trabajadores rendidos.
En el caso específico de los educadores, toco este asunto porque es el sobre el cual tengo más información, el contrato venció hace ya mucho tiempo y para el mes de noviembre pasado, se habían llegado a conclusiones y acuerdos que el gobierno a última hora desconoció porque necesitaba encontrar una salida que no alborotase el avispero, sino más bien lo tranquizase por adormecimiento y para eso, el hambre puede ser útil como también para lo contrario, eso depende. Deberá entonces esperar quién sabe hasta cuándo, pues febrero y marzo, es plazo sólo "para definir la metodología de aumento". Y, quienes eso acordaron, esperan que esperemos sentados, pues por la buena fe que les anima, les preocupa que nos flaqueen las piernas por el hambre y el cansancio.
Y ya, al final dice Camacho, hasta hablando como en nombre del gobierno, por lo que uno vuelve a recordar a Chávez, "hay conciencia en el sector privado, hay intención". Y dice uno ante eso "así sería el negocio que la ñapa sería de queso". Pero Camacho, como pertinente vocero, por lo que uno hasta sin querer vuelve a Chávez, agrega, "El ejecutivo está preocupado en cómo ajustar el salario".
Mientras tanto, vamos a ponernos a contar cuentos, historias, que distraigan el hambre porque, por lo que pareciera, de eso podríamos volver oír a hablar para finales de abril, cuando llegue el primero de mayo y el dólar, ya no sólo sea de manera definitiva la moneda nacional, que ya casi lo es, sino que nuestra situación, cobrando todavía en bolívares, sea tan caótica que cualquier ñapa o limosna parecerá bastante y se imponga lo que ya dije "agarrando aunque sea fallo" o mejor una limosna a cambio de darle a Fedecámaras un filón y al gobierno un respiro.