Nuestro presidente obrero no deja de sorprendernos con su dote de estratagema.
En verdad uno queda con la boca abierta ante tanta agudeza política y olfato para sortear los problemas por más peliagudo que puedan presentarse.
El primero de mayo sorprendió a Tirios y Troyanos, no complació a nadie ni a la OIT, ni a FEDECAMARAS, ni a la central afecta con el otrora gordo Wills Rangel a la cabeza, hoy toda una esbeltez, sin panza y sin cerebro: bueno eso no ha tenido nunca, al menos sin panza; tampoco complació Nico a las centrales obreras que lo adversan. No subió el salario mínimo y punto. Así, así es que se gobierna.
Y es que nuestro salsómano presidente obrero ha demostrado tener sus lectura de los clásicos y esta vez quiso emular nada más y nada menos que al mismísimo papá de los helados de la Revolución Rusa de octubre de 1917, el bolchevique Vladimir Ilich Ulianóv conocido en los bajos fondos como Lenin. Sí, aunque ustedes menosprecien la capacidad analítica de nuestro Líder y que hablan de su periclitada carrera política, el Primero de Mayo dio un paso a delante y un pasito para atrás para tropicalizar a Lenin en eso de “Un Paso adelante y dos atrás”. Efectivamente, Nico anunció, un bono de guerra económica con un monto y en menos de 24 horas dio otro. Como siempre la oposición apátrida comenzó a decir que esto no es más que pura improvisación; no podemos esperar menos de estos señores que son cómplices del bloqueo imperialista que le impide a nuestro presidente obrero darnos lo que no merecemos los trabajadores. Pero quienes conocemos a nuestro líder sabemos de sus grandes dotes de estadista y su agudeza política para decir la frase clave en el momento indicado, no se adelanta pero tampoco se atrasa, de eso ha dado innumerable muestras desde que está sentado a la derecha de Diosdado, perdón sentado en la silla de Miraflores quise decir. Por eso con júbilo los obreros decimos con nuestro pecho henchido de patriotismo: ¡Que viva Nico y la Billos Caracas Boys!