Camaradas militantes de la revolución Bolivariana, por ésta vía les informo que el Frente Popular para la Defensa del Salario (Frenpodes), introdujo el pasado 14 de julio de 2023, un Recurso de Amparo ante la Sala Constitucional del TSJ, solicitando que se aumente el salario, se indexe y se salaricen los bonos de guerra y cesta tickets a todos los trabajadores y trabajadoras venezolanos, con base en lo que establece la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela y las Leyes que rigen la materia.
En éste recurso nunca se acusa al presidente Nicolás Maduro de dictador, como lo hizo ver de manera irresponsable Nahúm Fernández, Vicepresidente de Movilización y Eventos del Psuv, en un encuentro de Movimientos Sociales de la Nueva Época realizado el día sábado 19 de agosto de 2023, en la Sala Plenaria de Parque Central, Caracas. Evento que se hace en un contexto político donde las movilizaciones revolucionarias han venido mermando durante el último año que Nahúm ha estado al frente de ese cargo estratégico para la revolución.
Una acusación temeraria y por demás llena de malas intenciones e intolerancia a la crítica por parte del alto dirigente del Psuv, que cree que la militancia y los líderes de los Movimientos Sociales se "chupan el dedo" o son "borregos", que no saben diferenciar cuando una crítica se hace a favor de los intereses del pueblo o en función de los intereses del imperialismo yanqui.
Cientos de denuncias hemos hecho en contra de María Corina Machado, Enrique Capriles Radonski y otros opositores, que aún andan libres de manera impune a la luz de la justicia y la Constitución.
Sería bueno ver a la actual Vicepresidencia de Movilización y Eventos del Psuv, accionar como lo hacíamos en tiempos de Darío Vivas, que vivíamos movilizando la base chavista hacia la Fiscalía, la Defensoría del Pueblo o la Asamblea Nacional, a exigirles que de una vez por todas les abran los juicios políticos y jurídicos respectivos a esos dos dirigentes de la ultraderecha que aún extrañamente anda libres y generando zozobra a la población. En vez de andar preocupado haciendo rumbas costosas de poca asistencia y mini movilizaciones de precampaña electoral, que develan una política de desmovilización que preocupa a la base popular chavista.
Ellos son los que abiertamente andan conspirando para acabar con la revolución Bolivariana y son los verdaderos traidores de la Patria confesados, no el movimiento popular que exige una mejor distribución de los pocos ingresos a favor del pueblo trabajador.
Pero más bien vemos a altos dirigentes de la Dirección Nacional actual del partido de Hugo Chávez, persiguiendo, aplicando ostracismo y acosando a líderes sociales que exigen no malgastar ni malversar los fondos públicos en rumbas, evitar los gastos suntuarios y de la administración nepótica, y dejar la entrega de dólares para importaciones de los ricos. Asimismo, porque insisten que por fin se inicie la verdadera transferencia de competencias ministeriales, de gobernaciones y alcaldías a los Consejos Comunales, un mandato de Ley con retraso de 11 años.
Esas practicas contrarrevolucionarias que pretenden intimidar, se ejecutan a la par que son recurrentes las exigencias a la clase trabajadora, pensionada, militar y jubilada afectada por la guerra económica y las agresiones imperiales, que sigan sacrificándose al mismo son que lo hace la devaluación y la inflación.
La lucha por el salario es Constitucional. Nuestra exigencia de revisar la política del BCV de persecución del dólar y de entrega a los bancos de los ingresos que recibimos en divisas, y las críticas contra la transferencia de los ingresos de la clase trabajadora al empresariado en estos últimos cuatro años, no es contrarrevolución. Nuestros señalamientos son en función del beneficio del pueblo y no de la oligarquía.
Acusarnos de traición a la Patria por esa lucha natural de los revolucionarios más bien los hace ser sospechosos. Aprovechar asambleas militantes para exponer al escarnio público a defensores del salario, pensiones y jubilaciones dentro del Psuv y el Congreso de la Nueva Época es un acto de intolerancia y ventajismo. Más allá que se cometen delitos de incitación al odio y difamación e injurias al acusar por acciones que no se han cometido.
Preocúpense por inyectar más dinero para los bolsillos del pueblo trabajador. Los dólares petroleros que genera el Estado deben ser para el pueblo, no para la oligarquía. Y recuerden, ¡SOLO TIENEN EL CARGO, PERO NUNCA SERÁN MEJORES REVOLUCIONARIOS QUE NOSOTROS LOS QUE DEFENDEMOS LOS DERECHOS DEL PUEBLO Y LA CONSTITUCIÓN!
¡Háganlo antes que sea demasiado tarde!