Ante la humillante actitud de PDVSA de negar toda posibilidad de llegar a convenir un nuevo acuerdo de pago de nuestro fondo de pensiones, un grupo de jubilados petroleros, tomó la determinación de ir de nuevo a una huelga de hambre, pero con la característica ahora de que esta no será suspendida hasta qué la Estatal Petrolera se comprometa a cumplir con nosotros cancelardónos una justa distribución de los haberes derivados de dicho fondo de pensiones...
Se ha asumído esta dramática acción, qué por demás pone en riezgo la salud de estos compañeros, ya que no a quedado de otra manera, ante la intransigencia de la empresa de no reconocer nuestros derechos.
No somos culpables los jubilados con el gran desfalco que se ha cometido contra la industria, nosotros dimos la mitad de nuestras vidas al desarrollo y fortalecimiento de dicha empresa y nos mantuvimos firmes en los distintos momentos cruciales por la que atravesó, como aquella acción del sabotaje petrolero y qué gracias a nuestra lealtad y experiencia pudimos afrontar y sacarla adelante, por lo qué es indigno qué hoy en nuestra etapa de jubilación se nos de este injusto trato, no contamos con una justa pensión, al igual con una verdadera e integrada asistencia medica y para completar no se nos quieren dar los haberes del fondo de pensiones, de un dinero que por razón y derecho nos pertenece y que PDVSA en una forma por demás arbitraria se adueñó.