PDVSA mantiene un esquema de jubilación segregacionista, discriminante y peor aún capitalista como transnacional que al fin es.
La jubilación vitalicia aplica para todo aquel contingente de trabajadores que migraron a partir del año 2009 por el decreto que el presidente Chávez promulga, dicho decreto ordena que todas y todos aquellos trabajadores tercerizados de los muelles expropiados pasen a ser trabajadores permanentes de PDVSA, amparados por la Convención colectiva petrolera, al igual migraron trabajadores y trabajadoras de las transnacionales como Restoven y SHRM que prestaron sus servicios como tercerizados en los Comedores Industriales y se les pagaba bajo un contrato hotelero pese a que su trabajo lo desempeñaban en áreas administrativas y operacionales de PDVSA, Otros trabajadores que igual migraron fueron los que prestaban servicio de vigilancia a través de una empresa disfrazada de cooperativa cuyo accionista mayoritario o socio era militar.
En estás migraciones existían trabajadores con más de 45 años de edad y por supuesto al pasar de los años llegaron los trabajadores hombres a sus 60 años pero que no cotizaron al fondo de jubilación los 15 años, lo mínimo para poder optar por una jubilación con el 100% o sea con derecho al fondo de jubilación hoy fijado en 180 $ mensuales.
Desde el año 2016 se vienen obligatoriamente jubilando a un contingente de estos sectores de trabajadores (as) aplicando el término de "Vitalicios" pues no perciben el fondo de jubilación y solo mientras estén viejos, pero vivos gozarán del mísero salario más el bono de alimentación que hacen un aproximado de 100 $ mensuales, que deben alcanzar para alimentos, medicinas y pagar pasajes para ir en los buses rojos a dar "colita".
Los Vitalicios reclaman aquí en occidente que ni los combos de higiene y alimentos les corresponden según PDVSA y hasta el acceso a los Comedores Industriales se los quitaron, en su mayoría quedaron solos en sus casas hoy deterioradas y en silencio, pues, sus hijos y familiares se fueron del país en busca de fuentes de trabajo con mejores ingresos, producto de los bajos salarios y pérdida de beneficios en Venezuela.
En su mayoría se sienten abandonados por el Estado como población vulnerable y también por sus familiares, porque vivir afuera no es una panacea como muchos lo imaginan y no alcanza para enviar remesas a los viejitos.
Nada peor que llegar a viejos y pobres, expresión de Graciliano Jubilado Vitalicio quien con los estragos de la Crisis económica hoy ruega en la plaza Bolívar de Maracaibo que alguien le brinde un almuerzo, el "artista" como le llamamos está flaco y sin un real, al despedirme de mi nostálgico Jubilado compañero me grito "el 14 todos los pensionados y jubilados pa' la calle, nos robaron por partida doble, pues el Fondo de Jubilación nos lo robaron a todos los trabajadores de PDVSA.
Mientras desde afuera observan las inversiones y gastos en las torres petroleras y exclaman "para salarios ni pensiones hay cobres, pero como gastan para que lo feo parezca bonito pagando a las contratistas millones de dólares a cancha libre
Denis Ospino, participante de la Coordinadora Nacional Autónomo Independiente De Trabajadores (CAIT) Maracaibo