Una de las características de un sector de la clase media venezolana y su alter ego político, convertido hoy en partidos como Voluntad Popular o Primero Justicia, es el supremacismo sobre su contrincante político (el chavismo), pero también entre quienes apoyamos el proyecto político contenido en él.
Ese supremacismo se manifiesta en el desprecio de esta clase política (y muchos de sus simpatizantes), por la supuesta superioridad intelectual para el manejo de ciencias sociales o exactas o el dominio de un idioma extranjero.
Las declaraciones das por Lilian Tintori en una reunión donde se encontraban lo más granado del escuálidismo mascachicle, apátrida, cobarde y shoucero que ha abortado este continente, en lo personal, no me sorprendieron. De hecho estoy convencido que la Tintori no sufrió las consecuencias de su "manejo imperfecto del inglés", como lo dice en el comunicado que publicó en su perfil personal de twitter, sino un simple y auténtico LAPSUS DE SINCERIDAD.
Baso mi apreciación en un simple dato que para nada es anecdótico: acaso vamos a olvidar la relación de Tintori (y de buena parte de la oposición venezolana), con descuartizadores confesos como José Pérez Venta, que además asesinó a una militante opositora?
Vamos a pasar por alto la infiltración de paramilitares como la que alentó la derecha hacia la finca Daktari hace más de diez años, o la colocación de explosivos en sedes diplomáticas en el año 2003 -2004?
Dejaremos de reconocer al pelanalgas interino, como pelanalgas narcoparaco?
Pero más allá de estas consideraciones y del hecho en sí, me llama la atención la sempiterna conducta sociológica de la derecha venezolana en mostrarse lo más cercana a su verdadero imaginario nacional: los EEUU. Qué necesidad tenía la esposa del fugitivo Leopoldo de hablar en inglés ante un auditorio que seguramente estaba compuesto por furibundos activistas de derecha de Latinoamérica? -ergo- todos ellos entendían perfectamente el castellano.
El lapsus de Lilian solo demuestra el verdadero sentimiento que guía a esta clase política y que no es otro que imitar a su amo. Debió ser traumático para el escuálido promedio que admira a este tipo de criminales, que una de sus representantes haya admitido que "no sabe hablar inglés", cuando ellos nos desprecian por nuestras debilidades en el manejo de un idioma que ellos sentirán como "materno. Todo para tratar de salvar el terrible error que cometió.
Otra consideración es que cada día se muestra la mediocridad de una generación política que nació sobre los restos de partidos como AD y Copei y de lo que se agregó al calor de la revocación de la licencia a RCTV en 2007. No es extraño que los "hitos" de la "trayectoria política" de esta "generación" sea pelar las nalgas como Juan Guaidó, fumar marihuana o jugar pokemón como Freddy Guevara, pasar siglos en una universidad pública sin graduarse como Gaby Arellano, hacer gala de un pasticho ideológico como Stalin Gonzaléz (recuerdan cuando aseguraba que Chávez era un militar de derecha y él de "izquierda" porque lleva el nombre de un expremier soviético?), o intentar violar a una funcionaria como Nixon Moreno.
En todo caso, esta generación tiende a suicidarse políticamente cada día que pasa, lo triste –para ellos- no solo es que fallaron en lograr calar en el seno de la población, sino también en lo que todos creíamos medianamente competentes: montar un show ante una cámara. Los gringos deben estar evaluando como esta gente dilapida no el chance que pudiesen tener para alcanzar el poder, sino los reales que han invertido en ellos…..