"Me fui demasiado de este país de mier… y me trajo vuelta a la patria… qué arrech…"

Domingo, 20/10/2019 05:42 PM

CONFESIONES DE UN LUCHADOR POR LA LIBERTAD, RESPETAMOS SUS FRANCAS Y CRUDAS OPINIONES:

  1. Yo luché desde febrero de 2014 hasta noviembre de 2017, intensa, devota y encarnizadamente por la libertad de mi país: disparé morteros contra la policía, tranqué calles y atravesé guayas en avenidas; lancé bombas molotov contra las malditas "ballenas", tanquetas y "rinocerontes" en jornadas de leyenda; ¡cuántas bombas puputovs alargaron mi brazo contra la guardia nacional y la policía, bañándolos de pie a cabeza! ¡Cuántas barricadas, Dios mio! Estaciones de Metro y Trolebús arrasadas por el ímpetu de mi rebeldía, y cuántos negros y malditos chavistas, hediondos y muertos de hambre, apaleamos y quemamos, no sólo en Mérida donde vivía sino en otros centros donde requerían mis acciones, mi experiencia, mis sacrificios:Altamira, San Cristóbal, Barquisimeto, Maracay, Maracaibo, Valencia. Recibí premios y condecoraciones de la Universidad de Los Andes, de la Universidad Simón Bolívar y Carabobo, de la Alcaldía de Chacao, Baruta y Petare, … y me graduaron por Secretaria de algunas de ellas porque nunca tuve tiempo sino para luchar por la libertad de mi país. Yo fui abrazado y elogiado por don Mario Vargas Llosa el 30 de mayo en Caracas, cuando este genio estuvo entre nosotros para darnos coraje y pedirnos resistir en la lucha contra cualquier dictadura en nuestro continente latinoamericano.
  2. Yo participé en doce huelgas de hambre y en una de ellas me cosí los labios (frente a las oficinas de la OEA en Caracas) y tuve tres semanas sin poder ingerir alimentos. Tuve que quemar camiones compactadores de basura, ambulancias y carros de bomberos, centros ambulatorios que son todos guaridas de cubanos comunistas. Mis acciones fueron recogidas en memorables informes de países democráticos como Colombia, Chile y Perú, y me enviaron apoyo para que relatase mis experiencias en cuarteles y reconocidos centros policiales.
  3. ¡Por favor! Necesitaría unos diez voluminosos libros para referir todas las batallas y refriegas por la libertad, en las que prestémis humildes servicios. A los hermanos que entrené, los honores y premios que merecí, los países poderosos que visité y que me ayudaron con sus apoyos económicos y morales. Hasta que, ¡maldición! ocurrió aquella gran trampa del 31 de julio de 2017, que provocó una pavorosa desbandada en nuestras filas; aquella fenomenal argucia del tirano que nos dispersó y que nos atolondró a todos, y por lo que tuvimos que huir a diferentes países amigos buscando protección y cobijo.
  4. A mí me tocó coger hacia la frontera con Colombia por el Puerto de Santander, una tenebrosa noche de noviembre de 2017. Recibí apoyo de varios valientes compañeros que me escoltaron primero a El Vigía en una camioneta en la que íbamos cinco más de la resistencia. La cosa se puso tensa. Cogimos por trochas y ríos con la ayuda de los hermanos colombianos anti-guerrilleros, hermanos comprometidos con la causa de la libertad nuestra. Fuimos acogidos con mucho aprecio por la Fuerzas militares neogranadinas, y pasamos en principios largas temporadas en hoteles, mansiones y fincas, siempre pensando en coger nuestras armas y seguir en la lucha por la libertad. Pero nosotros nos estábamos preparados para las exigencias de combates ajenos a los nuestros, que ellos llevan, hasta que nos dijeron: "-Hermanos, ya es bueno que ustedes escojan otro destino, porque esto para ustedes se podrá peligroso. El ELN tiene ya balas marcadas con sus nombres... Los vamos a llevar al Departamento de Nariño para que de allí ustedes pasen a servir a la causa de Lenin Moreno, ahora hermano a carta cabal nuestro y decidido a acabar con la dictadura de Maduro…".
  5. Y pasamos a Ecuador, donde a decir verdad llevamos más tormentos y agobios que un leproso porque aquello está lleno de indios asquerosos, brutos y malvados; aquello es el retraso más horrible que quepa imaginar, y porque además ya el odio contra los venezolanos estaba desatado y sin control. Y allí no había espacio ni trabajo para lo que nosotros realmente sabemos hacer luchar y luchar por la libertad.
  6. Entonces con la ayuda de unos contactos con el Grupo de Lima pude irme a Perú: más indios, más brutos y salvajes y el odio a millón como en ningún otro lugar de la tierra contra los venezolanos. Y estaba ardiendo Troya con lo del asesinato por parte de los comunistas de Alan García, y todas las referencias que llevaba no me sirvieron de nada. Sufrí tanto en las tres semanas que pasé allí que por poco no me infiltró en ese programa del gobierno asesino de Maduro y me anoto en el Plan Vuelta a la Patria, pero sólo para una pausa y seguir mi lucha por la libertad. Yo en cada momento de horrible tristeza me decía: "Vilca, Vilca, aguanta, que todo esto es pasajero, el que se cansa muere, tú naciste para luchar por la libertad…".
  7. Cuanto morir callado y pasar en todo por debajo de la mesa. Tener que vender uno lo poco que tiene porque lo único que he hecho en toda mi vida ha sido luchar por la libertad. Y en luchando por la libertad no aprendí otra cosa que luchar por ella. ¡Y en luchando por ella tenía que ser capaz de vender mi alma! Cuánta veces tuve que hacerlo, hasta que no soporté más y huí, sí, tuve que huir a Chile, el país más culto y desarrollado de este continente. El país en donde el comunismo fue enterrado para siempre, y donde la gente no se tragó lo engaños de criminal barbudo de Cuba. Ese país de la libertad que es faro de progreso para todo el universo. El país que me prometía tanto, que ha sabido controlar a esos asquerosos indios mapuches, y que tiene en su seno la mejor representación de los valores germanos, de los teutones valientes, de lo más fino y puro de la Europa culta deslumbrante.
  8. Llegué a Santiago en marzo de 2019, lleno de ilusiones y esperanzas, siempre decidido a luchar por la libertad. Me uní a varios de mis viejos compañeros que lucharon en Altamira y Chacao en jornadas victoriosas inenarrables. Me acogieron en sus nichos, y poco a poco fui descubriendo que la gente de este país que supo vencer a los comunistas, que desea hasta organizar pelotones de la libertad para liberar a Venezuela del tirano que nos mata; esa gente, digo, es impresionantemente tacaña, impresionantemente elevada en sus humos, impresionantemente distinguida en lo real monolítico de su casta, tanto que todo le huele mal de los demás países, muchísimo más que la refinada clase colombiana, de alta clase, que la del peruano, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?, ¿por qué?, Señor.
  9. Y me encontraba en Chile cuando estalló la gran trama que organizó la dictadura de Maduro en los planes del Foro de Sao Pablo contra Ecuador, a donde pensaba regresarme. Yo le escribía todos mis amigos, y cada cual a su manera me decía que a todos les iba mal. Que luchar por la libertad era verdaderamente terrible y lo más ingrato, y que nunca se pagaba lo justo. Que los estaban traicionando en todos los países, y sólo los más encopetados monopolizaban los grandes beneficios que se sacaban de nuestras luchas por la libertad. Que miles estaban tirando la toalla…
  10. Y me encontraba recibiendo estos dilemas cuando estalló una pavorosa rebelión en Santiago de Chile contra el aumento de pasaje en el Metro, y me confundieron con un estudiante y me dieron más palo que a un perro sarnoso… pero menos mal que ya yo estoy entre los anotados para regresar en noviembre a Venezuela por el Plan Vuelta a la Patria, qué arrechera, carajo…

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