Para los movimientos sociales y políticos que se encuentran enmarcados desde el punto de vista doctrinario, en el izquierdismo y el progresismo Latinoamericano y Caribeño, no terminan de salir de su asombro, ante la extraña y difusa actitud política del Presidente de Brasil, con respecto a no querer reconocer los resultados electorales presidenciales en Venezuela, del día domingo 28 de julio del 2024.
Esa posición de lula, (notoria y comunicacional) extremadamente contraria de quien aparentemente fue un gran amigo del chavismo venezolano, y que ahora actúa de manera deliberada como uno de los caballos de Troya de la extrema derecha internacional, con una sospechosa identidad de criterios con el imperialismo estadounidense y de estar consciente "del daño mediático" que todas sus declaraciones públicas, con un evidente odio y repulsión, en contra del Presidente venezolano, Nicolás Maduro.
Esa actitud descaradamente confrontacional de la política exterior brasileña en contra de Venezuela (no es nada nuevo) le da la razón a todas aquellas personas que siempre vieron con desconfianza y falsedad, el nivel de las relaciones entre los Presidentes Hugo Chávez y Lula da Silva, cuando aseguraban que el presidente brasileño, tenía instrucciones muy precisas de estar muy cerca de Castro y Chávez.
Y desde comienzos del mes noviembre del 2024, y después de un largo silencio, reaparece el Presidente Lula, supuestamente recuperado de un accidente casero que tuvo, de manera muy conveniente, dos días antes de la Cumbre del BRICS…ahora quiere dosificar su posición antichavista, al afirmar que Maduro era un problema del pueblo de Venezuela, y no de él, incluyendo no entrometerse en la posición del Tribunal Supremo de Justicia.
Es importante destacar las declaraciones dadas ante el congreso Brasileño, por el Ministro de Relaciones Exteriores, Mauro Vieira, cuando asegura que no van a romper relaciones diplomáticas con Venezuela y no quieren tener conflicto con su país vecino, ya que ellos tienen una posición doctrinaria sobre sus relaciones son con los Estados y no con los gobiernos…lo cual resulta contradictorio, cuando vetaron el ingreso de Venezuela en Los BRICS, que es una organización de economías emergentes anti imperialistas.