Rusia llama a la comunidad internacional a no interferir en la disputa del territorio del Esequibo entre Venezuela y Guyana, declaró la portavoz del Ministerio de Exteriores ruso, María Zajárova.
Zajárova subrayó que mantener a América Latina como una zona de paz, libre de cualquier tipo de conflicto, redunda en interés de todos los países de la región y del mundo en su conjunto y que "los problemas latinoamericanos deben encontrar soluciones latinoamericanas".
En palabras de la vocera, la Federación Rusa señaló:
- Saluda la reunión celebrada en Kingstown, San Vicente y las Granadinas, entre los presidentes de Venezuela, Nicolás Maduro, y de Guyana, Irfaan Ali, durante la cual intercambiaron puntos de vista sobre la cuestión del Esequibo;
- Considera que es de fundamental importancia que los jefes de Estado hayan demostrado con su ejemplo personal su disposición a la moderación y al fomento de la confianza, y hayan indicado claramente su deseo de buscar vías negociadas para resolver sus diferencias de conformidad con el derecho internacional;
- Cree muy importante el hecho de que los líderes de Venezuela y Guyana subrayaran la inadmisibilidad de la injerencia externa en los asuntos de la región;
- Hace un llamamiento a todos los Estados para que respeten ese planteamiento, partiendo de la base de que "los problemas latinoamericanos deben encontrar soluciones latinoamericanas".
"Estamos satisfechos de que el entendimiento mutuo alcanzado por los presidentes haya permitido reducir el grado de tensión en las relaciones bilaterales y hacer avanzar el diálogo en una dirección mutuamente satisfactoria", concluyó Zajárova.
Desde hace más de 100 años Venezuela y Guyana mantienen un diferendo sobre la soberanía de la región del Esequibo, que abarca unos 160.000 kilómetros cuadrados al oeste del río Esequibo y que posee grandes reservas de petróleo.
En 1966, ambas naciones firmaron un acuerdo para buscar una solución pacífica a esta disputa, pero Guyana introdujo en 2018 una demanda ante la Corte Internacional de Justicia en la que pide al tribunal validar legalmente el laudo arbitral de 1899 que le da control absoluto sobre el territorio.