En 1962: Los Marinos intentaron acabar el Puntofijismo
Omar Barrientos Vargas
El 4 de junio de 1962, a menos de un mes del alzamiento militar en Carúpano, una rebelión contra el puntofijismo, estalló en Puerto Cabello, el “Porteñazo” dirigido por los capitanes de navío Manuel Ponte Rodríguez, de fragata Pedro Medina Silva y de corbeta Hugo Morales.
1.500 infantes de marina del Batallón Rafael Urdaneta y dos centenares de guerrilleros liberados de su prisión del castillo Libertador y estudiantes participaron en las acciones.
A través de las emisoras radiales de la ciudad, explicaron sus objetivos y llamaron a otros contingentes y al pueblo a sumarse al movimiento.
El adeco Rómulo Betancourt, presidente de la república, envió tres destructores y aviones a bombardearlos. El coronel Alfredo Monch, del batallón blindado Carabobo atacó con tanques y miles de efectivos la ciudad, siendo repelidas por los alzados.
Luego de combates durante varios días, los marinos y guerrilleros fueron sometidos, apresados o muertos. Todos los jefes militares cayeron en manos del gobierno.
Las acciones bélicas y la represión desatada posteriormente, arrojaron, según fuentes gubernamentales 400 muertos y 700 heridos.