Castro Soteldo: conspiración del 27 de noviembre de 1992 fue delatada una noche antes

Castro Soteldo y el General Francisco Visconti

Castro Soteldo y el General Francisco Visconti

Credito: Cortesía de la familia Castro Soteldo

25 de noviembre de 2012.- La conspiración del 27 de noviembre de 1992 fue delatada una noche antes, afirmó el entonces teniente coronel Wilmar Alfredo Castro Soteldo, hoy gobernador del estado Portuguesa y candidato a la reelección, por el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV).

De acuerdo con el dirigente socialista, la fecha de la insurrección se acordó dos días antes, en la casa de los periodistas Napoleón Bravo y Ángela Zago, en Prados del Este, municipio Baruta del estado Miranda. “Ese miércoles se dijo que iba a ser el viernes 27 de noviembre, a partir de las 4:00 am”, contó.

Precisó que el plan de maniobras se definió al día siguiente, es decir, el jueves 26, en el teatro de la Comandancia de la Aviación: “Consistía en tomar prisionero a un grupo de generales que iban a servir de rehenes para llevar adelante la toma del poder, que se suponía se iba a consumar con un grupo de infantes de Marina, el cual aterrizaría en el aeropuerto de La Carlota”.

La responsabilidad de la agrupación que integraba Castro Soteldo era tomar la Base Aérea Francisco de Miranda, en La Carlota, para asegurar que aterrizara el avión Hércules que traería a los infantes. Luego, ese contingente tomaría el Palacio del Miraflores, donde se suponía que iba a estar el presidente Carlos Andrés Pérez en esos momentos.

Wilmar Alfredo Castro Soteldo afirma “con toda seguridad” que el ayudante del almirante Hernán Grüber Odreman, y dos edecanes del presidente Pérez -que también se habían mostrado comprometidos con la sublevación- delataron la maniobra ante los altos mandos militares.

“Por esta razón, las fuerzas que estaban comprometidas no lograron moverse en su totalidad. Por supuesto, igual habíamos tomado las previsiones que nos llevaron a los enfrentamientos que ese día sucedieron”, relató.

“DECIDIMOS SEGUIR ADELANTE”

El gobernador Castro Soteldo señaló que como ya se sabía que la insurrección venía, todos los integrantes de la Infantería de Marina fueron retenidos la noche anterior al 27-N: “El general Francisco Visconti me participó a la 1:00 am que la infantería no iba a participar. Sin embargo, decidimos seguir adelante con los compañeros que estaban en el seno de la base aérea de La Carlota, y con la tropa que teníamos en Maracay”.

Explicó que la idea era sacar a la tropa que estaba acantonada en el aeropuerto de La Carlota, que la que Fuerza Aérea mantenía allí para la custodia de la base, y apoyar a las fuerzas amigas que pudieran ayudar con la conquista de Miraflores. Pero esto no se pudo hacer, porque desde muy tempranas horas ya no contaban con el trasporte para movilizar a los efectivos.

LA RESISTENCIA

Castro Soteldo contó que se logró apresar a los oficiales que estaban en La Carlota, y se capturó a los grupos comando, así como al Comandante de la Aviación del aquel entonces. Pero entonces se iniciaron los ataques por parte de funcionarios de la Disip y del Ejército, que se habían movilizado desde temprano y se habían apostado a las afueras de la base aérea, por los alrededores del Centro Comercial Ciudad Tamanaco (CCCT) y a lo largo de la autopista Francisco Fajardo.

“Resistimos toda la mañana y parte de la tarde, con el apoyo aéreo de los aviones bronco. Recuerdo que en ese momento hubo varias escenas de combate aéreo en la zona norte de La Carlota, lo cual fue una muestra de mucha gallardía, profesionalismo y emprendimiento, porque nuestros compañeros combatieron contra aviones F-16 que tienen mucha más capacidad y más armamento, y lograron salir con vida de los ataques que les hacían”.

Destacó los Bronco incluso lograron detener con sus cohetes a la brigada de tanques que de se dirigía desde Fuerte Tiuna a tomar La Carlota. “Eso nos permitió resistir mucho más”, afirmó.

OBLIGACIÓN MORAL

El gobernador Castro Soteldo, está convencido de que el 27-N fue una acción necesaria, por varias razones. La primera es el compromiso moral que tenían con el pueblo venezolano, que había sido masacrado en los días del Caracazo (27, 28 y 29 de febrero de 1989), y al que “lamentablemente la Fuerza Armada no pudo acompañar” para evitar que se impusiera un modelo económico que prácticamente estaba matando de hambre a toda Venezuela.

“Por otro lado” -continuó- “la insurrección del 4-F y la no participación de la Fuerza Aérea en ese entonces, también nos obligaba a nosotros, nos imponía un compromiso moral, ético y patriótico, incluso con los compañeros del Ejército que participaron en la asonada de febrero de 1992, de llevar adelante esta acción”.

Además, añadió, era insostenible la estructura institucional de entonces, “porque desde el poder político se le había dado golpes fuertes a la gobernabilidad y la institucionalidad”.

Ante ese panorama “no nos quedaba otra opción”, sentenció. Y enfatizó que los militares insurgentes del 27-N fueron obligados y empujados a actuar, porque con la forma de gobierno que estaba establecida en el país no se podía vivir en paz. “La historia, al final, nos dio la razón cuando, una vez puesto en libertad, el comandante presidente Hugo Chávez, se lanzó al ruedo político y ganó las elecciones en el año 1998”, subrayó.

Esa decisión del pueblo, y la actitud que ha mantenido en en los 14 años de la Revolución Bolivariana “son la mejor respuesta a la movilización del 27-N”, expresó el dirigente.



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